Laporta se queda solo en el Barça

En sus cerca de cuatro años al frente de la entidad azulgrana, el presidente, cada vez más abarcador, ha visto cómo han abandonado el club tres directivos y 24 ejecutivos

Joan Laporta, en su discurso durante el almuerzo con los medios de Navidad.Alberto Estevez (EFE)

Nadie aspira a quedarse solo. Ni siquiera el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, aunque a veces pudiera parecer que sí lo desea. El pasado jueves, desde los despachos del Camp Nou, se confirmó la renuncia de Juli Guiu. “Motivos personales”, rezaba el comunicado del club. Una explicación poco novedosa: Jordi Llauradó, directivo responsable del Espai Barça, en 2023, cuando aseguró que debía “dedicarse a sus nego...

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Nadie aspira a quedarse solo. Ni siquiera el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, aunque a veces pudiera parecer que sí lo desea. El pasado jueves, desde los despachos del Camp Nou, se confirmó la renuncia de Juli Guiu. “Motivos personales”, rezaba el comunicado del club. Una explicación poco novedosa: Jordi Llauradó, directivo responsable del Espai Barça, en 2023, cuando aseguró que debía “dedicarse a sus negocios particulares”, mientras que Eduard Romeu, vicepresidente económico, abandonó el club en 2024, aduciendo “incompatibilidades con la plena dedicación a su tarea profesional”. Además de Guiu, Llauradó y Romeu, desde que Laporta regresó al poder, 24 ejecutivos han abandonado el club. “Laporta se queda solo porque no quiere a nadie que le diga la verdad. Solo tiene aduladores”, reflexiona un antiguo ejecutivo del club.

Hombre de negocios vinculados a la industria de la música, su empresa organiza el festival de Cap Roig, Juli Guiu fue la persona que acercó a Spotify a la camiseta del Barcelona, uno de los mejores patrocinios de fútbol: 280 millones por tres temporadas. El área comercial que lideraba el empresario catalán saltó de facturar 374 millones (2024) a presupuestar 446 (2025). Sin embargo, después de comenzar las conversaciones con Nike para renovar el contrato, Laporta lo borró de las negociaciones. En su lugar colocó a Darren Dein, que se llevó el 2,9% de comisión. Llauradó, promotor inmobiliario, se marchó cuando Laporta optó por entregarle la construcción del Espai Barça a Limax, en lugar de apostar por una empresa del Ibex35. Romeu, por su parte, había sido una figura clave para reorganizar el caos económico y financiero que había heredado Laporta de Bartomeu. Se alejó, sin embargo, cuando la batalla por el poder económico la ganaba el tesorero Ferran Olivé, nexo entre el Barça y LaLiga, una relación ciclotímica e interdependiente.

En tres años, tres pesos pesados de la directiva se marcharon: responsables de marketing, el área con mayores ingresos; el del Espai Barça, el proyecto más importante de la historia del club; y el de economía, el sector clave en una entidad con 1.300 millones de deuda. Solo se sumó a la junta Sisco Pujol, aunque sus funciones todavía no están definidas. Las deserciones de hombres claves de la junta no son nuevas. En 2021, poco después de ganar las elecciones, Jaume Giró, figura clave en la campaña, fue el primero en apartarse de Laporta. “No falta mucho para que el Barça sea el hazmerreír de todo el mundo, si es que no lo es ya”, criticó el exconseller de Economía y Hacienda de la Generalitat.

Las risas no solo son externas. Ferran Reverter fue contratado por Laporta en 2021 para liderar el club azulgrana. Lo avalaba su experiencia como CEO de MediaMarktSaturn en Alemania. En una reunión importante, cuando se debatía el contrato de CVC, un colaborador personal de Laporta opinó sobre el acuerdo. “¿Aquí opina cualquiera?”, se quejó el entonces máximo ejecutivo. Después de la salida de Reverter, el club también perdió a la directora Maribel Meléndez. “Reverter venía de dirigir una compañía con 60.000 empleados y pasa aquí a dirigir un club que está muy desorganizado. En el que cada uno hace lo que quiere. Maribel estaba a punto de petar. O se marchaba o le cogía una depresión. Un día le ordenaban una cosa y al día siguiente la contraria. Eso convierte el día a día de los empleados en una situación muy difícil de sobrellevar”, recuerda un exejecutivo del Barcelona. Laporta decidió no reemplazar a Reverter, mientras que en el área financiera ganó peso Manel del Río, cercano a Manana, exsecretaria de Laporta, hoy jefa de gabinete. Una situación similar vivió el departamento de comunicación que perdió a cuatro de sus principales líderes.

Pero el desmantelamiento no solo ocurrió en los despachos del Camp Nou. En la Ciudad Deportiva también apareció la mano de Laporta. Primero se cansó de Ronald Koeman y luego de Xavi Hernández. Ocurre, sin embargo, que Hansi Flick, representado por su amigo Pini Zahavi, ya comienza a mirar con cierto recelo el caos en el club, simbolizado como pocas veces en la inscripción de Dani Olmo. “No estamos contentos con la situación”, soltó el técnico alemán. Markel Zubizarreta, arquitecto del mejor equipo femenino de Europa, optó por dar un paso al costado, al igual que Jordi Cruyff. La espantada alcanzó también a Mateu Alemany, que como el hijo del creador del Dream Team, había llegado al club con Laporta. Bajo la influencia de Alejandro Echeverría, excuñado de Laporta, el área de fútbol la lideran Enric Masip y Deco.

“Si observan el organigrama, en todas las áreas importantes hay gente que no son personas de club ni independientes, son gente de Laporta. Está gente muy cercana a Laporta. El peso en el club lo tienen Jan y sus palmeros”, cierra un exdirectivo. Un cada vez más abarcador Laporta se olvida de los expertos, mientras se aferra a sus amigos. Se queda solo. Y es la peor soledad: rodeado de gente que no lo ayuda dirigir una empresa que factura 900 millones anuales.

LaLiga recurre la cautelar de Olmo

Después de la protesta de diferentes clubes, LaLiga decidió recurrir a la justicia ordinaria la decisión del Consejo Superior de Deportes (CSD) de otorgar la medida cautelar al Barça para que pueda inscribir a los jugadores Olmo y Víctor. Tebas no está solo. Los grupos parlamentarios del PP piden explicaciones al Gobierno sobre la medida cautelar que, en su opinión, es “una nueva amnistía” y “ha adulterado la Liga”.  El CSD, por su parte, responde en el AS: “Se ha adoptado esta resolución para proteger la carrera de los deportistas. La vigente Ley del Deporte mandata proteger los derechos de los deportistas. La Ley sitúa a los deportistas en el centro”.

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