El regreso de Militão: aire para Ancelotti y una puesta a punto con mucho tiento
La vuelta del brasileño siete meses y medio después de romperse el cruzado alivia la escasez en el centro de la defensa del Madrid, que encontró a Tchouameni, pero obliga a una recuperación plena sin prisas
“Militão se lesionó contra el Athletic en la primera vuelta [el 12 de agosto] y vuelve ante el Athletic en la segunda”, celebró este sábado Carlo Ancelotti, que recupera siete meses y medio después al central, de 26 años, víctima en San Mamés de la temida rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y de regreso a una lista para encarar en casa a un equipo rojiblanco (21.00, DAZN; sin Vinicius, sancionado) cuarto en la ta...
“Militão se lesionó contra el Athletic en la primera vuelta [el 12 de agosto] y vuelve ante el Athletic en la segunda”, celebró este sábado Carlo Ancelotti, que recupera siete meses y medio después al central, de 26 años, víctima en San Mamés de la temida rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y de regreso a una lista para encarar en casa a un equipo rojiblanco (21.00, DAZN; sin Vinicius, sancionado) cuarto en la tabla y a una semana de la final de Copa.
A falta de la evidente puesta a punto, el retorno del brasileño alivia el desfiladero de casi cuatro meses que ha tenido que atravesar Carletto con apenas dos centrales puros. En total, 18 partidos (un tercio del curso) con solo Rüdiger y Nacho después de que, tras conocerse la grave lesión de David Alaba el 17 de diciembre (el tercer cruzado roto del vestuario, junto al de Courtois), el club resolviera no acudir al mercado de invierno y tirar con lo que poco que quedaba. “Lo hemos aguantado bien, todos han cumplido”, valoró Ancelotti, que a principios de febrero afrontó la “emergencia absoluta”. Contra el Atlético (1-1) Carvajal debió acompañar en el centro a Nacho en ausencia de Rüdiger, y ante el Girona (4-0) se quedó también sin el capitán. Eso sí, con los improvisados Tchouameni y Carvajal, que solo sumaban cuatro partidos entre ambos en el eje de la zaga, los de Míchel ni tiraron a puerta.
“El trabajo colectivo ha sido muy bueno”, analizó el entrenador blanco. “Somos el equipo que menos ha encajado [20 goles, seis menos que el Athletic, y 14 menos que Barcelona, Girona y Atlético]”, advirtió el italiano. Un camino en el que, a título individual, ha descubierto un recurso que le convence (Tchouameni) y, sin embargo, se ha encontrado con un Nacho menos fiable. En la previa del Athletic, Ancelotti le mandó dos recados al canterano. Uno directo, cuando apuntó sin que nadie le preguntara directamente por ello, que había “hecho algunos errores”; y otro indirecto, cuando reconoció que Tchouameni, que siempre ha dicho que no le gusta ejercer de central, podría ocupar esa posición en la ida de los cuartos de Champions frente al City. Ya hace dos semanas, en Pamplona, el francés fue el titular.
Ancelotti da un toque a Nacho y dice que Tchouameni puede ser el elegido en la ida ante el City
Con media sonrisa, Carletto evitó descartar a Militão contra los citizen el 9 de abril, aunque la prudencia se suele imponer tras lesiones tan graves. “Veremos partido a partido. Solo le falta el fútbol, acostumbrarse a los campos grandes y los compañeros. Hay que tener el tiempo necesario para que vuelva al mejor nivel”, explicó.
El doctor británico Andy Williams, el cirujano del Chelsea durante 25 años y autor de un informe sobre roturas de cruzado a partir de los casos de 232 futbolistas, detalla a este periódico que, una vez recibida el alta, el regreso al “pleno rendimiento es, probablemente, de hasta dos años”. “Esta es la razón por la que muchos jugadores no parecen estar del todo bien en la primera temporada de vuelta”, explica.
Los cuerpos técnicos deben comprender la importancia de dejar que el futbolista se aclimate al juego intenso en lugar de obligarlo a salir demasiado al principio”Andy Williams, cirujano experto en roturas de cruzado
Una estimación de tiempo que, según su experiencia en la Premier y el rugby, depende de muchos factores, y entre ellos también el psicológico. “Lo interesante es que se les da mejor a los grandes jugadores. Hay algo en su psicología que hace que triunfen independientemente de lo que les haya pasado, mientras que los jugadores más normales no son capaces de imponerse tan bien”, precisa el médico, de 60 años.
La mayor preocupación y la más inmediata en el delicado proceso de recuperación que ahora afronta Militão es que vuelva a romperse en la misma zona, algo que en su informe de 232 casos solo ha ocurrido el 2% de las veces. “Lo cual está muy bien”, subraya. Más allá de esta desgracia, “una complicación habitual”, afirma Andy Williams, “es la inflamación cuando aumenta la carga, lo que puede convertirse en un verdadero problema”. “Por eso tengo tanto interés en que el cuerpo técnico comprenda la importancia de dejar que el futbolista se aclimate al juego intenso en lugar de obligarlo a salir demasiado al principio”, alerta.
Williams, que hace dos semanas participó en Madrid en un congreso médico junto a colegas del United, Arsenal, Milan o Los Angeles Lakers, cifra en 10 meses y medio el tiempo de regreso tras una reconstrucción del ligamento cruzado anterior. Aunque admite que es un cálculo “artificialmente alto”. “Muchos están listos para abril o mayo, y esperamos a la siguiente campaña. El tiempo real se sitúa en los ocho o nueve meses”, comenta el galeno, que afirma haber hallado un dato curioso. “Descubrimos que los jugadores de más edad volvían entre cuatro y seis semanas antes que los más jóvenes”, un hecho para el que reconoce que todavía no tiene una respuesta científica.
Militão es el primer recuperado del trío de cruzados rotos esta temporada en el Madrid. “Courtois volverá pronto”, aseguró Ancelotti sobre el belga, que en los últimos días de puesta a punto sufrió la rotura de menisco de la otra rodilla, la derecha. A Alaba no se le espera hasta el próximo curso. “Cuando se producen varios casos en una temporada, se plantean preguntas. Estuve en el Chelsea 25 años y recuerdo un periodo en el que no hubo roturas durante más de 10 años, y luego se produjeron tres en una campaña. Después, no hubo ninguna durante un largo periodo. Uno de los clubes de rugby de la Premiership inglesa de los que me ocupaba sufrió siete en una temporada y luego, ninguna durante mucho tiempo. Creo que este cúmulo de lesiones no está relacionado con nada específico, pero siempre causan una ansiedad considerable”, concluye Andy Williams.
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