Rubiales renuncia a su derecho a la última palabra y el juicio queda visto para sentencia

Las defensas de Vilda, Luque y Rivera niegan las coacciones y acusan a varios testigos de exagerar la realidad y de, incluso, “falsearla”

Luis Rubiales, expresidente de la RFEF, a su llegada este viernes a la Audiencia Nacional.Foto: Violeta Santos Moura (REUTERS) | Vídeo: EPV (EFE)

El último capítulo de la vista oral celebrada en la Audiencia Nacional contra Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), se ha cerrado a las 11.56 de este viernes. Tras nueve sesiones repartidas a lo largo de 12 días, el magistrado José Manuel Clemente Fernández-Prieto ha declarado el juicio visto para sentencia: “Aunque parezca mentira, ya hemos acabado”, ha bromeado e...

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El último capítulo de la vista oral celebrada en la Audiencia Nacional contra Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), se ha cerrado a las 11.56 de este viernes. Tras nueve sesiones repartidas a lo largo de 12 días, el magistrado José Manuel Clemente Fernández-Prieto ha declarado el juicio visto para sentencia: “Aunque parezca mentira, ya hemos acabado”, ha bromeado el juez. Antes, el exmandatario ha renunciado a ejercer su derecho a la última palabra, al igual que sus tres compañeros de banquillo: Jorge Vilda, exentrenador de la selección femenina; Albert Luque, exdirector de la selección masculina; y Rubén Rivera, exresponsable de marketing de la RFEF. Las defensas de estos últimos, además, han podido exponer este viernes su alegato final, que han aprovechado para negar que participaran en cualquier tipo de coacciones a la jugadora Jennifer Hermoso para que saliera en público a justificar a Rubiales después de que le diera un beso tras la final del Mundial de 2023.

La Fiscalía pide dos años y medio de cárcel para Rubiales por un delito de agresión sexual por el beso “no consentido” a Hermoso y por las presuntas coacciones que impulsó después para que la deportista lo defendiera en los medios y, de esta forma, acallar el escándalo. Vilda, Luque y Rivera se enfrentan a una petición de un año y medio de prisión por participar en esas supuestas presiones.

Sin embargo, las defensas de Vilda, Luque y Rivera mantienen que las conductas de sus clientes no puede considerarse delito, aunque se den por probados los testimonios que los señalan por tratar de convencer a la jugadora de que saliera en público a justificar a Rubiales. “Rogar no es intimidar, rogar es pedir. Es lo que hacemos todos los días los abogados en tribunales, y no por eso tenemos que considerar que su señoría está permanentemente coaccionado”, ha expuesto el abogado del exseleccionador femenino, que ha remachado sobre la actuación del técnico puesta bajo sospecha: “No hay coacción ninguna”. “Estas conductas son irrelevantes [penalmente]”, ha continuado el letrado de Rivera: “No hay violencia, no hay intimidación”. En ese sentido, ya se pronunció el jueves la abogada de Rubiales, Olga Tubau: “Coaccionar no es pedir, no es insistir, no es ser pesado”.

Contra los testigos

Si parte de la defensa de Rubiales se centró en tratar de echar abajo el relato de Jennifer Hermoso —que negó en el juicio que diera a Rubiales su consentimiento para que la besara, como insistió el expresidente—, el abogado de Vilda ha puesto el punto de mira en los testimonios de Rafael Hermoso, hermano de la futbolista, y de Vitoriano Martín, un amigo de la jugadora. Los dos viajaban en el vuelo de regreso a España desde Australia, donde mantuvieron una conversación con el exseleccionador, y sus declaraciones constituyen la principal arma de la acusación contra el técnico. En el juicio, ambos aseguraron que el entrenador se acercó a ellos para que el hermano tratase de convencer a la deportista de que saliera en público a justificar el beso y que, como advertencia para que la jugadora diera su brazo a torcer, lo amenazó con que su negativa le acarrearía “consecuencias personales y profesionales”. Vilda lo negó: “Es falso”.

Jorge Vilda, exseleccionador nacional de fútbol femenino, este viernes a su llegada a la Audiencia Nacional, junto a su abogado Luis Jordana de Pozas.FERNANDO VILLAR (EFE)

“Esas conversaciones son distintas según quien las cuente”, ha incidido Jordana de Pozas: “Todo eso que cuentan el hermano y Martín no está acreditado. Iba a decir que es falso, pero voy a decir que no está acreditado”. “No hay que desechar esos testimonios, pero hay que confrontarlos con otros datos objetivos que existen en el procedimiento a fin de, después de su contraste, valorar su fiabilidad”, ha remachado el letrado, antes de recordar las declaraciones a la prensa de Rafael Hermoso en los días posteriores al Mundial, cuando calificó de “anécdota” lo ocurrido y, además, negó que Vilda se le acercara en el vuelo para presionarla. “¿Ese es el veraz? ¿Ese es del que hay que fiarse?”, ha ironizado el abogado del exseleccionador, en referencia a la importancia que la Fiscalía otorga a la versión del familiar de la futbolista.

En la misma línea, la defensa de Luque ha negado las coacciones que se le atribuyen. El abogado Jorge Navarro, que representa al exjugador del Deportivo —entre otros equipos—, ha tratado de desacreditar el testimonio de Ana Ecube, la amiga de Hermoso que viajó con las jugadoras a Ibiza para celebrar el triunfo en el Mundial. Según ella, Luque le dijo en la isla: “Si nos ayudáis, ya sabes que Luis sabe devolver muy bien los favores, y no os va a faltar trabajo, ni a ti ni a Jenni”. “Esto es negado tajantemente por el señor Luque”, ha recordado el letrado, que ha hablado de un escenario “cordial” en todas las conversaciones entre Ecube y su cliente.

Albert Luque, exdirector de la selección masculina, a su llegada este viernes a la Audiencia Nacional, junto a su abogado Jorge Navarro.FERNANDO VILLAR (EFE)

Navarro, que ha cargado contra las acusaciones por sus “preguntas capciosas” a los testigos, ha dibujado un ambiente de afabilidad en Ibiza, en el que la amiga de Hermoso y él se dan los teléfonos. Las jugadoras que viajaron allí, sin embargo, describieron una situación “hostil”. El abogado ha incidido en que, pese a esas supuestas presiones, Ecube le sugirió voluntariamente quedar después en Madrid y le escribió wasaps amistosos, como uno que reza “te deseo de corazón lo mejor”. También ha minimizado otros mensajes que envió Luque a la amiga de la deportista para decirle que se alegraría de que a Hermoso le fuera mal. Los ha calificado simplemente de “desafortunados”. Navarro ha insistido en que esa conversación tiene lugar después de que Hermoso emitiera un comunicado a través de su agencia de representación para denunciar ya el beso. “Aquí se juzgan unas coacciones, no una venganza”, ha puntualizado.

Contra la fiscal

Las defensas también han colocado la diana en el ministerio público, al que acusan de excederse y de perder “credibilidad”. “Es una causa que la Fiscalía y las acusaciones, de manera organizada, se han propuesto convertir en macrocausa”, ha dicho Joaquín Jiménez, abogado de Rivera, a quien se le acusa de presionar a Hermoso en Ibiza: “Todo es inusual en este procedimiento. Es sorprendente el interés que tiene la Fiscalía para que este procedimiento salga adelante. Y no puedo dejar de pensar que hay algún tipo de interés ajeno al procedimiento”. “Pero, ¿por qué pasa esto?”, se ha preguntado: “Tengo la teoría de que lo del beso no era suficiente. Era tan pequeño, tan corto, tan nimio... que no daba lugar a esta exhibición de fuerza por parte del Estado contra la RFEF. Y entonces se viste al muñeco y se construye una teoría que tiene un relato bastante interesante (me compraría la novela si sale algún día) que describe a la federación como una mafia. Y todos ellos coordinados para coaccionar a Hermoso”, ha satirizado.

A la derecha, Rubén Rivera, exresponsable de 'marketing' de la RFEF, a su llegada este jueves a la Audiencia Nacional, junto a su abogado (izquierda), Joaquín Jiménez.FERNANDO VILLAR (EFE)

“Nadie es víctima de nada si se está discutiendo la atipicidad de la conducta de la que dice haber sido víctima. Y aquí, hemos empezado con una víctima. Seguimos con una víctima. Y espero que no acabemos con una víctima, sino con una denunciante cuyas pretensiones no sean acogidas”, ha concluido el abogado de Vilda.

Una vez que el magistrado José Manuel Clemente Fernández-Prieto ha declarado el juicio visto para sentencia, una pregunta que se hacen ahora las partes es cuándo se dictará la resolución. El tribunal no tiene un plazo estipulado y el tiempo varía en función de la complejidad de la vista. Por ejemplo y como referencia, Fernández-Prieto tardó poco más de un mes en notificar el fallo que absolvió a Iberdrola y a cuatro de sus directivos acusados de manipular el precio de la luz.

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