El Espanyol, atrapado en el laberinto de Chen Yansheng,
El club consigue que Sánchez Llibre acceda a volver a patrocinar la camiseta con “Dani”
“Me daba miedo, pero me convencieron”. Era 1994 y el empresario Dani Sánchez Llibre, por entonces con 44 años, se convertía en el principal patrocinador del Espanyol. Como vuelve a hacer esta temporada. En 1992 había entrado en el consejo de la entidad tras avalar 500 millones de pesetas. “No se podían pagar ni sueldos ni agua ni luz”, recuerda Sánchez Llibre. En 1997, asumió la presidencia. Bajo su mandato, el Espanyol ganó dos Copas (2000 y 2006), fue subcampeón de la UEFA (2007), construyó...
“Me daba miedo, pero me convencieron”. Era 1994 y el empresario Dani Sánchez Llibre, por entonces con 44 años, se convertía en el principal patrocinador del Espanyol. Como vuelve a hacer esta temporada. En 1992 había entrado en el consejo de la entidad tras avalar 500 millones de pesetas. “No se podían pagar ni sueldos ni agua ni luz”, recuerda Sánchez Llibre. En 1997, asumió la presidencia. Bajo su mandato, el Espanyol ganó dos Copas (2000 y 2006), fue subcampeón de la UEFA (2007), construyó el estadio de Cornellà y el primer equipo masculino nunca perdió la categoría. En 2016, le vendió sus acciones a Chen Yansheng, que prometió éxito en el campo y en los despachos: “No habrá más necesidad de traspasar jugadores y en cuatro años estaremos en la Champions”. El Espanyol acumula dos descensos en los últimos cuatro años y cerró con pérdidas los últimos cuatro ejercicios.
“No sé si el club está peor o no que la primera vez que apoyé con el patrocinio”, explica Sánchez Llibre en una conversación con EL PAÍS. Hay una cosa que sí tenía claro el empresario catalán: “El club estaba pasando una mala racha con el tema de los sponsors y llegamos a un entendimiento”. A la directiva del Espanyol le resultaba muy fácil vender, pero muy difícil cobrar. Le entregó el nombre del estadio a Stage Font, pero rompió el acuerdo “por impago e incumplimiento del contrato”. En 2022, algo similar le había ocurrido con Rivera Maya, patrocinador de la camiseta hasta 2024. Mao Ye, consejero delegado, llamó a Sánchez Llibre, tres décadas después de su primer patrocinio, para que volviera a hacerlo. “Le dije lo mismo que hace 30 años: ‘Si viene otra empresa que pone un euro más, me voy”, remata Sánchez Llibre, que por carisma, presencia y éxitos, es considerado el mejor presidente de la historia del club.
Todo lo contrario le pasa a Chen Yansheng. Aparece poco o nada por Barcelona: en los últimos años ha pasado por la capital catalana en tres oportunidades: diciembre de 2019, agosto de 2022 y mayo de 2023. Además, acumula una pésima racha deportiva, con dos de los seis descensos de la historia del club bajo su mando. Antes del magnate asiático, el Espanyol había caído de la máxima categoría en 1962, 1969, 1989 y 1993; con él al frente, en 2020 y 2023. La afición ha pedido la “liberación del club”, pero por ahora no hay noticias de la venta. Yansheng tiene al club en el mercado, pero no lo regala. Según fuentes de la institución, Chen solo se desprendería de sus acciones por más de 200 millones.
Y como la oferta que pretende Chen no llega, la dirección del club apuesta por la austeridad. No tiene otro camino. En 2020 las pérdidas fueron de cerca de 11 millones; en 2021, de 12,3, en 2022, de 19,9; y en 2023, de 30. Todavía no se comunicaron los resultados del pasado año. La sistemática venta de jugadores tampoco sirvió para subsanar las pérdidas: en el mismo periodo, el club invirtió 32,4 millones en fichajes, mientras que traspasó por 60,8. Este verano, ingresó 1,5 millones por la venta de Joselu a Qatar y solo han llegado jugadores a bajo coste; uno libre, Tejero (Eibar); y cinco cedidos, Romero (Villarreal), Král (Union Berlín), Véliz (Tottenham), Cardona (Augsburgo) y Kumbulla (Roma). “Faltan un 9 y un extremo”, pide el entrenador, Manolo González.
El proyecto deportivo, sin embargo, no solo se fundamenta en la austeridad, sino también en la improvisación. Con Chen en la presidencia, el Espanyol ha tenido 12 entrenadores y seis directores deportivos. Los últimos dos, Manolo González (técnico) y Fran Garagarza (secretario técnico) guardan una relación distante. De hecho, el técnico estaba convencido de que iba a ser despedido. Pero el Espanyol consiguió el ascenso y Garagarza no tuvo más alternativa que dejar a González en el banquillo. No parece salir del laberinto el Espanyol, que en la primera jornada cayó ante el Valladolid. Hoy recibe a la Real Sociedad en Cornellà (21.30, Movistar), sin rumbo en lo institucional, pero con el apoyo de la afición (27.852 socios) y con la nostalgia estampada en la camiseta: Dani.
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