Revancha contra la vida
‘Revancha’ (Anagrama), novela escrita por Kiko Amat, parte del odio atávico del mundo del fútbol y construye una historia de personajes destrozados que, sin saberlo, buscan una reparación
No hace tanto tiempo, las gradas de los fondos de los estadios de fútbol españoles servían de altavoz para un alto porcentaje de personas con un profundo y constante interés en la violencia. Física o verbal. El deporte era, en realidad, una excusa. Las horas previas a los encuentros se convertían en un juego básico que consistía en o bien buscar a sus pares de la afición rival para intercambiar golpes y botellazos o bien enzarzarse con la policía en una coreografía de carreras, porrazos y contenedores volcados.
En aquellas gradas afloraban las esvásticas y los ...
No hace tanto tiempo, las gradas de los fondos de los estadios de fútbol españoles servían de altavoz para un alto porcentaje de personas con un profundo y constante interés en la violencia. Física o verbal. El deporte era, en realidad, una excusa. Las horas previas a los encuentros se convertían en un juego básico que consistía en o bien buscar a sus pares de la afición rival para intercambiar golpes y botellazos o bien enzarzarse con la policía en una coreografía de carreras, porrazos y contenedores volcados.
En aquellas gradas afloraban las esvásticas y los gritos racistas u homófobos. En realidad, no tenían nada que ver con el fútbol. Se trataba de la violencia por la violencia, del odio por el odio. Aquellos gritos y aquella violencia eran la última expresión de algo mucho más profundo que el amor por una camiseta o por un escudo. Eran —siguen siendo hoy— la salida que encontraban las múltiples circunstancias que se juntan en algunas personas. Esas circunstancias eran, en gran parte, traumas que venían desde la infancia o la adolescencia y que se traducían en un odio de apariencia irracional.
Revancha (Anagrama), novela escrita por Kiko Amat, parte de ese odio atávico y construye una historia de personajes destrozados que, sin saberlo, buscan una reparación. La que sea. Puede ser a través de la violencia o a través del amor. Amador pertenece a un grupo ultra del Fútbol Club Barcelona y se dedica a extorsionar, vender droga y pegar palizas. Oculta su homosexualidad. César, que jugó al rugby, se dedica a ajusticiar por encargo a pederastas o a conductores que atropellaron a alguien y se dieron a la fuga. Ambos verán como sus vidas se cruzan, llevándolos por un camino imprevisto para dos personas que solo buscaban venganza. Un libro cargado de violencia —también en el lenguaje—, de realidad y de odio contra todo y contra todos. Una revancha contra la vida.
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