La estresante carrera de fondo del tenis
Con temporadas de hasta 11 meses, algunos de los mayores objetivos del año se persiguen con las piernas ya cansadas
El tenis es una carrera de fondo. Con temporadas de hasta 11 meses, algunos de los mayores objetivos del año se pelean con las piernas ya cansadas. El cuerpo tiene un margen justo para el descanso, la mente acumula emociones con viajes y esfuerzos por todo el mundo. Es una prueba de dureza constante en la que mantenerse a flote es todo un reto.
Aunque agosto se asocia con las vacaciones y la desconexión, en el circuito representa uno de los meses más estresantes del calendario. Se encadenan los grandes torneos de la gira americana de superficie dura, con algunos de los mayores torneos d...
El tenis es una carrera de fondo. Con temporadas de hasta 11 meses, algunos de los mayores objetivos del año se pelean con las piernas ya cansadas. El cuerpo tiene un margen justo para el descanso, la mente acumula emociones con viajes y esfuerzos por todo el mundo. Es una prueba de dureza constante en la que mantenerse a flote es todo un reto.
Aunque agosto se asocia con las vacaciones y la desconexión, en el circuito representa uno de los meses más estresantes del calendario. Se encadenan los grandes torneos de la gira americana de superficie dura, con algunos de los mayores torneos del año en un puñado de días. Canadá, Cincinnati y el US Open desafían a los jugadores como una sucesión de puertos de montaña, donde cada cima se alcanza con menos oxígeno que el anterior. En momentos así, con el cuerpo llevado al límite de sus capacidades, toma fuerza la importancia del equipo, de un grupo profesional que sea capaz de mantener el rendimiento del deportista a base de recuperación, trabajo específico y descanso.
Este año hemos visto triunfar a Pablo Carreño en Montreal, levantando su primer gran título tras una semana casi perfecta. Ganar un torneo de esta categoría es un hito inmenso, que coloca al asturiano en la historia del tenis español. Es una época de la temporada donde suele competir a su mejor nivel, con la medalla olímpica de bronce en Tokio o las dos semifinales del US Open como grandes ejemplos.
En uno de los pocos torneos en los que el Big 3 no ha estado presente, Pablo cumplió una máxima de la competición: aprovechar la oportunidad. El torneo de Cincinnati sirvió para demostrar la gran profundidad que ha alcanzado el deporte, cada vez más profesional en todos los sentidos. La francesa Carolina García levantó el torneo procedente de la fase previa y el croata Borna Coric firmó el gran resultado de su vida desde el puesto 152 del ranking, dejando atrás una operación de hombro que le mantuvo un año fuera del circuito. Nunca antes hemos visto tanto talento en el vestuario, con una cantidad ingente de deportistas capaces de competir por todo.
La mirada queda ya puesta en el US Open, el último Grand Slam del año. Tras su regreso en Cincinnati, Rafa Nadal buscará recuperar el ritmo competitivo que le ha llevado a ser el mejor jugador de la temporada en la primera mitad del año, con la irrupción de Carlos Alcaraz siguiendo sus pasos de forma ilusionante. Seguimos con la incógnita sobre la participación de Novak Djokovic y asistimos al reto de Daniil Medvedev por proteger el número 1 en Nueva York, donde se acerca una de las ediciones más abiertas de los últimos tiempos. El cuadro femenino tendrá un claro protagonismo: la despedida de Serena Williams será un momento histórico para el deporte. Además, estará ese relevo que encarna Iga Swiatek, decidida a buscar un primer grande en superficie dura.
Y miraremos a las españolas, con Paula Badosa y Garbiñe Muguruza como principales bazas de La Armada. El tenis no descansa. Aprovechen ustedes para hacerlo. Se acerca un gran final de año.
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