Badosa rinde a Kvitova y coge buen color

La número cuatro firma una victoria de prestigio contra la checa (7-5 y 7-6(4): “Esta es la Paula que quiero transmitir”. Cornet corta la secuencia histórica de Swiatek

Paula Badosa celebra un punto, este sábado contra Kvitova en la central de Wimbledon.SEBASTIEN BOZON (AFP)

Después de batir a Petra Kvitova, doble campeona en Londres y una de las tenistas con mejor pedigrí de los últimos tiempos, Paula Badosa sonríe y regala besos a tutiplén a las gradas de la Centre Court. “He oído que gritaban mi nombre y no lo esperaba, la verdad, porque estaba jugando contra Petra…”, dice a pie de pista, con el billete para la segunda semana del torneo en el bolsillo (7-5 y 7-6(4), tras 2h 05m) y feliz de haber superado a una tenista que supone un espejo. La checa, ya de vuelta, 32 años y ...

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Después de batir a Petra Kvitova, doble campeona en Londres y una de las tenistas con mejor pedigrí de los últimos tiempos, Paula Badosa sonríe y regala besos a tutiplén a las gradas de la Centre Court. “He oído que gritaban mi nombre y no lo esperaba, la verdad, porque estaba jugando contra Petra…”, dice a pie de pista, con el billete para la segunda semana del torneo en el bolsillo (7-5 y 7-6(4), tras 2h 05m) y feliz de haber superado a una tenista que supone un espejo. La checa, ya de vuelta, 32 años y querida como ninguna en el vestuario, ha ido dejando huella y la catalana rebobina.

“Es una campeona. Para mí uno de los mayores desafíos es jugar contra ella en hierba, así que estoy muy contenta. Recuerdo que cuando vine en 2014 como júnior vi cómo ganaba el título [el primer llegó en 2011]. Ella ha sido una inspiración en mi carrera”, cuenta la española, superior en un entretenido partido que se ha resuelto en pequeños matices; en realidad, en una rotura más. Necesita Badosa de buenos estímulos después de una primavera complicada y en Londres aparecen algunos rayos de luz, que se procura gracias el espíritu resiliente que ha adoptado y la ha guiado hacia la cumbre del circuito.

“¿La clave de mi carrera? No rendirse nunca, luchar por cada bola y cada día”, sintetiza, sabiendo ya que se enfrentará en la próxima estación con Simona Halep. Es decir, de Kvitova a la rumana, de campeona a campeona. “Por supuesto que importa quién tienes delante. Pero lo importante es divertirse y jugar otra vez en la central. Ojalá sea un gran partido como el de hoy”, agrega la octavofinalista, que ha comenzado con una doble falta y ha ido todo el primer parcial a remolque, pero que ha ido enderezándose y ha sabido inclinar el duelo cuando la situación exigía buenas dosis de temple.

“Creo que me estoy encontrando, hoy se ha visto también: mi forma de estar en la pista, mi forma de animarme, la manera de aceptar los momentos malos y de ganar los puntos...”, comenta ya ante los periodistas; “esa es la Paula que yo quiero transmitir y la que he estado transmitiendo durante este último año y medio, aunque durante la gira de tierra me había costado un poco más porque hay muchos partidos encima, saturación y nervios. Hoy sí me he encontrado”.

Control y fiabilidad

Con 5-4 y el agua al cuello en la primera manga, Badosa ha conseguido replicar y luego ha asestado el golpe. A partir de ahí, erosión y mucho control. Frente a la arriesgada ofensiva de la checa –34 tiros ganadores, 31 errores– contrapone un ejercicio de fiabilidad –16 y 11, más firme con los primeros y los segundos saques– que termina concediéndole el premio. De esta forma, alcanza la misma cota que el año pasado y suma esta temporada 27 triunfos, situada en el cuarto peldaño de la lista. La número cuatro del mundo se reencontrará con Halep, campeona en 2019 y que hace un par de meses, sobre la arena de Madrid, firmó una exhibición ante ella.

Progresa Badosa el día en el que Alize Cornet, una veterana de 32 años que viene jugando muy bien este año, ha logrado detener la secuencia histórica de la número uno, Iga Swiatek. La polaca, de 20 años, enlazaba la mejor racha de este siglo (37 victorias), pero cae contra todo pronóstico: 6-4 y 6-2. “Soy como el buen vino francés, que envejece bien. Vivo y entreno para este tipo de partidos. Sabía que podía hacerlo”, dice la gala. Y asume Swiatek, que no termina de cogerle el punto a la hierba: “Nunca había hecho algo así, estoy orgullosa”.

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