La imparable Swiatek busca rival
La número uno, inabordable otra vez, neutraliza a Jabeur (doble 6-2) y logra en Roma su quinto título del año, dentro de una secuencia de 28 triunfos seguidos
No tiene mal ojo Ashleigh Barty, que algo sabe de esto. El pasado 23 de marzo, el tenis recibió un gran jarro de agua fría cuando la australiana, indiscutible número uno durante los tres últimos años, anunció que dejaba su deporte a los 25 años porque sencillamente se había cansado, había perdido el apetito y reconocía sentirse vacía. Pero en realidad, el gran vacío lo dejó ella. Al ser preguntada sobre si veía a alguna jugadora capaz de recoger el testigo y dominar la nueva época, la o...
No tiene mal ojo Ashleigh Barty, que algo sabe de esto. El pasado 23 de marzo, el tenis recibió un gran jarro de agua fría cuando la australiana, indiscutible número uno durante los tres últimos años, anunció que dejaba su deporte a los 25 años porque sencillamente se había cansado, había perdido el apetito y reconocía sentirse vacía. Pero en realidad, el gran vacío lo dejó ella. Al ser preguntada sobre si veía a alguna jugadora capaz de recoger el testigo y dominar la nueva época, la oceánica no dudó: “No creo que haya nadie mejor que Iga Swiatek. Es fantástica, una gran tenista. La forma en que despliega su energía por toda la pista es increíble”.
Como si la oceánica hubiera escrito el relato posterior, el presagio va cumpliéndose a rajatabla y la polaca, de 20 años, se distingue victoria a victoria y título a título. Este domingo batió a Ons Jabeur (doble 6-2), reciente ganadora en Madrid, y revalidó el éxito del curso pasado en Roma. Son ya cinco trofeos esta temporada, los cinco consecutivos –Doha, Indian Wells, Miami, Stuttgart y Roma–; son ocho laureles en total, tres en apenas mes y medio; son 28 victorias seguidas y, por lo tanto, una secuencia que comienza a situarla cada vez más cerca de los registros históricos de la belga Justine Henin (32 entre 2007 y 2008) y las estadounidenses Serena (34 en 2013) y Venus Williams (35 en 2000). El récord está en manos de Martina Navratilova (74 en 1984).
No hay quien frene a Swiatek, imparable, incandescente, incontestable. Absoluta favorita de cara a Roland Garros, donde irrumpió a lo grande. Fue hace dos años, y lo hizo en forma de relámpago. Sin ceder un solo set. Allí viajará la próxima semana como la referencia indiscutible y la jugadora a batir. Desde que cayera en los octavos de Dubái frente a la letaon Jelena Ostapenko, ha ganado todo lo que ha jugado, sin excepción; tan solo se reservó en Madrid, por una cuestión de prudencia física, y a su vuelta a la acción mantiene la marcha militar.
“Honestamente, me está costando asimilar todo lo que está pasando”, expresó la polaca, ganadora de cuatro torneos de categoría WTA 1000 –los segundos en la escala, tras los Grand Slams– de forma sucesiva. “Voy a seguir haciendo lo mismo que he hecho hasta ahora, ir paso a paso”, continuó. “Creo que, si ella hubiera continuado jugando, todo sería mucho más difícil y no habría ganado tantos torneos. Aunque se haya retirado, sigo admirándola mucho. Era la mejor”, concluyó cuando le recordaron las palabras de Barty, al que un breve margen de tiempo y los hechos están concediéndole la razón.
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