La candidatura olímpica para los Juegos de Invierno del 2030 acelera los contactos con Andorra y Bosnia para deslocalizar diversas pruebas
El Comité Olímpico Español explora las vías para trasladar las disciplinas del tubo de hielo en Sarajevo (Bosnia)
La candidatura olímpica Pirineos 2030 para albergar los Juegos de Invierno sigue explorando alianzas internacionales para albergar pruebas que requieran infraestructuras deportivas inexistentes en las pistas españolas. El Comité Olímpico Español (COE) se reunió el miércoles con el Comité Olímpico de Bosnia para valorar la posibilidad de trasladar las sedes de al menos las competiciones de bobsleigh, skeleton y luge, que requieren de un tubo de hielo; y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, abrió este viernes la posibilidad de “colaborar” con Andorra durante la cita olímpica. Los cont...
La candidatura olímpica Pirineos 2030 para albergar los Juegos de Invierno sigue explorando alianzas internacionales para albergar pruebas que requieran infraestructuras deportivas inexistentes en las pistas españolas. El Comité Olímpico Español (COE) se reunió el miércoles con el Comité Olímpico de Bosnia para valorar la posibilidad de trasladar las sedes de al menos las competiciones de bobsleigh, skeleton y luge, que requieren de un tubo de hielo; y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, abrió este viernes la posibilidad de “colaborar” con Andorra durante la cita olímpica. Los contactos internacionales se suceden mientras las relaciones internas entre los gobiernos de Cataluña y Aragón siguen maltrechas. Sus presidentes no encuentran una fecha para reunirse y reconducir la situación tras el plantón del presidente de Aragón, Javier Lambán, a Aragonès hace dos semanas. Los desencuentros vienen por el número de disciplinas que debe albergar cada comunidad, y por el liderazgo de la candidatura.
A nivel técnico, el COE tiene bastante claro la distribución de las sedes: contempla que las pruebas de esquí alpino se celebren principalmente en La Molina y Masella (Cataluña); el snowboard, en Baqueira (Cataluña); el esquí de fondo en Aragón; y las pruebas de hielo en Barcelona, aunque Zaragoza y Jaca también son una posibilidad. Las dificultades son mayores para encontrar alternativas para el tubo de hielo y el salto de trampolín. Cataluña contemplaba en 2019 desplazar estas sedes a Francia, Austria o Bosnia. Este último caso tenía componentes extradeportivos porque las relaciones entre Barcelona y Sarajevo fueron especialmente estrechas durante la Guerra de Bosnia, en los años 90, cuando la capital balcánica fue considerada simbólicamente como el distrito 11 de la ciudad catalana.
Actualmente el tubo de Sarajevo, considerado en su día como uno de las más rápidos del mundo, está obsoleto desde la guerra. La pista dividió los dos frentes durante parte del conflicto y las autoridades no la repararon. La reunión entre el COE y el COB, en Pekín durante los Juegos de Invierno, pilló por sorpresa incluso a parte del gobierno catalán, que ve con muy buenos ojos la posibilidad de incluir a Sarajevo en la candidatura definitiva. Fuentes de la Generalitat desconocen quién abonará la reparación de la instalación.
La entrada en escena de Bosnia refuerza la idea de que Pirineos 2030 pretenden ser los primeros Juegos Olímpicos de Invierno de una nueva era, alejados de las macroconstrucciones, sostenibles y con alianzas internacionales. El COI considera que el proyecto catalano-aragonés pondría los Pirineos en el mapa y consolidaría que el deporte supera las diferencias políticas, visibles entre Aragón y Cataluña. Durante la entrevista entre Pere Aragonès y el ejecutivo de Andorra se ha dialogado como podría llevarse a cabo una colaboración entre ambas administraciones. Una colaboración que no solo podría ser logística sino que también deportiva.
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