Sevilla se convierte en el Olimpo del baloncesto español

Los miembros de la primera promoción del Salón de la Fama reciben su reconocimiento en un acto organizado por la Federación Española y el Diario As

Foto de familia del Salón de la Fama del baloncesto español, este jueves en Sevilla.PACO PUENTES

No están todos los que son, pero en la ceremonia de la primera promoción del Salón de la Fama del baloncesto español que se ha celebrado esta tarde en Sevilla, eran todos los que estaban. Pioneros, referentes, ejemplos del talento y del esfuerzo individual y colectivo que durante generaciones han contribuido a hacer grande el deporte de la canasta. Figuras vivas, como Juan Antonio Corbalán, Juan Antonio San Epifanio, Epi, Juan Carlos Navarro, Amaya Valdemoro, Arvidas Sabonis o las integrantes de ...

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No están todos los que son, pero en la ceremonia de la primera promoción del Salón de la Fama del baloncesto español que se ha celebrado esta tarde en Sevilla, eran todos los que estaban. Pioneros, referentes, ejemplos del talento y del esfuerzo individual y colectivo que durante generaciones han contribuido a hacer grande el deporte de la canasta. Figuras vivas, como Juan Antonio Corbalán, Juan Antonio San Epifanio, Epi, Juan Carlos Navarro, Amaya Valdemoro, Arvidas Sabonis o las integrantes de la selección absoluta de 1993, las primeras en conseguir una medalla de oro; y otras que siguen en el recuerdo convertidas en leyendas, como Fernando Martín, el seleccionador Antonio Díaz-Miguel o el comentarista Andrés Montes, han sido reconocidas en una iniciativa impulsada por la Federación Española de Baloncesto (FEB) y el diario As.

El Estadio de la Cartuja, reciente sede de la Eurocopa de Fútbol, ha dado la bienvenida —con un año de retraso, como todo lo que ha venido condicionado por la pandemia― a los integrantes de la promoción del 2019. Lo ha hecho el consejero de Educación y Deportes de la Junta de Andalucía y antiguo entrenador y seleccionador nacional de baloncesto, Javier Imbroda. “Yo nací con un póster de la España de la generación del 73 dirigida por Díaz-Miguel. Siempre habéis sido un referente”, ha asegurado emocionado. Ese reconocimiento a los maestros ha sido una constante en todos los galardonados, en un ejemplo de la importancia de los vasos comunicantes entre pasado y futuro necesarios para la evolución de cualquier deporte.

Jorge Garbajosa, presidente de la FEB, ha destacado la importancia de un evento que supone la primera piedra del nacimiento del Hall of Fame con la presencia de los protagonistas que han cimentado con sus gestas el baloncesto español. Una idea en la que ha abundado Vicente Jiménez, director del diario As, quien ha destacado que este salón de la fama no premia “una temporada, sino la construcción” de este deporte en España.

Jorge Garbajosa, presidente de la Federación Española de Baloncesto, durante los premios. PACO PUENTES

Antonio Díaz-Miguel ha sido reconocido in memoriam en su faceta de entrenador. Seleccionador nacional absoluto durante casi 27 años, contagió el estilo del baloncesto estadounidense —sobre todo el universitario― a un puñado de generaciones a las que inoculó la madurez baloncestística y les hizo creer que podían disputar de tú a tú el cetro del baloncesto mundial dominado por norteamericanos, rusos y yugoslavos. La histórica plata de Los Ángeles 84 confirmó sus convicciones y terminó de consagrar a dos de sus pupilos que también han entrado como él en el Hall of Fame: Epi y Corbalán. “Hablar de este reconocimiento es hablar de un legado”, ha señalado el exbase del Real Madrid y del combinado español, a quien ha entregado el premio el presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Franco.

“Conseguir la medalla de plata en Los Ángeles cambió el rumbo del baloncesto de España”, ha reconocido Epi, que recibió su balón de oro y la insignia de manos del presidente Ejecutivo de PRISA Media, Carlos Núñez. El alero fue durante más de 20 años el jugador con más internacionalidades hasta que fue superado por Navarro, el director de orquesta de los Júniors de Oro comandados por Pau Gasol. “He recibido muchos premios, pero este es sin duda algo especial. Estar con este grupo de leyendas que ha hecho tanto por el baloncesto, significa mucho para mí”, ha señalado Navarro.

Navarro es un referente para las nuevas generaciones de jugadores, como también lo es Amaya Valdemoro, la segunda jugadora con más partidos de la selección absoluta, tras Laia Palau. Ella ganó el oro en el campeonato de Europa de 2013, justo 20 años después de que la selección femenina abriera el camino en el Eurobasket de Perugia. “No tenía referentes femeninos, solo masculinos, a excepción de la generación del 93 que es la que nos enseñó lo que era ganar”, ha señalado Valdemoro. Todas las integrantes de ese equipo, salvo Pilar Valero, que no ha podido asistir, han estado presentes en Sevilla para conmemorar un hito histórico, tal y como ha reconocido su capitana, Carolina Mújica: “No éramos un equipo de leyenda, fuimos simplemente el primer equipo de baloncesto en ganar una medalla de oro en el baloncesto español”.

Carlos Núñez (a la izquierda), presidente de PRISA Media, y Juan Antonio San Epifanio 'Epi', durante la entrega de los premios. PACO PUENTES

Las primeras en abrir camino

Valdemoro y las campeonas del 93 han sido un estímulo en un momento donde los éxitos son virales y se vuelven cercanos y globales. Las jugadoras del 93 abrieron camino en todos los sentidos. Cuando Maribel Lorenzo, con su 1′85 de estatura, empezó a jugar en su Vigo natal en los setenta o cuando María Planas se sentó a dirigir un banquillo en esa misma década o a dirigir a la selección femenina, la única mujer en hacerlo, entre 1978 y 1985, apenas había eco en los medios de comunicación. Ambas labraron su propia senda y por eso ocupan un puesto en la primera promoción del Salón de la Fama del baloncesto español. La primera in memorian -falleció a los 34 años mientras entrenaba con unas amigas-. “Si todo lo que he hecho ha sido un granito de arena para el baloncesto femenino, me doy por satisfecha”, ha dicho Planas, que ha recibido la mayor ovación de la noche con todo el público en pie.

El baloncesto, como todos los deportes, se nutre de la épica y de las leyendas. El particular salón de la fama del baloncesto español ha reconocido al lituano Arvidas Sabonis en su categoría de jugador internacional y al malogrado Fernando Martín, el primero en pisar un parquet de la NBA. Su premio se lo ha entregado Vicente Jiménez, director de As, a su hermano y presidente de la ACB, Antonio Martín.

La entrenadora María Planas recoge su premio en el Hall of Fame celebrada en Sevilla.PACO PUENTES

Martín y Sabonis vistieron la camiseta de los Portland Trail Blazers y en España pudimos disfrutar de la aventura americana de Martín en ese equipo gracias a los comentarios de Ramón Trecet a través de su programa Cerca de las estrellas. Trecet es otro de los integrantes de la primera generación del salón de la fama de la FEB que ha sido reconocido como contribuidor.

Si Trecet descubrió la NBA a los españoles, Andrés Montes narró sus partidos con un estilo particular e inimitable que le ha valido el reconocimiento in memoriam como periodista. Juan Cantón, director general de Prensa de PRISA Media, le ha entregado el balón de oro a sus hijos Nelson y Orson. Otros de los que han entrado en el Olimpo del baloncesto español han sido Anselmo López (in memoriam), impulsor del minibasket en España; Emiliano Rodríguez, el primer jugador moderno del baloncesto nacional y miembro de la mítica generación del 73; el polifacético árbitro Miguel Ángel Betancor; Pedro Ferrándiz, el entrenador español más laureado y fundador de Centro Internacional de Documentación e Investigación del Baloncesto, actual sede del Museo de la FEB en Alcobendas, una ciudad —lugar de nacimiento de Amaya Valdemoro— que también ha sido reconocida con un premio extraordinario.

Nada de esto hubiera sido posible si hace 100 años el Club Esportiu Laietà no hubiera fundado el primer equipo de baloncesto de España ni jugado el primer partido documentado entre dos clubes, en diciembre de 1922. Un siglo después, su actividad deportiva se ha diversificado aunque mantiene 13 equipos y tres escuelas. Esa dedicación histórica le ha valido el reconocimiento a su contribución.

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