Espejos en los que mirarse, zapatos en los que ponerse

Como deportista en una disciplina donde la igualdad ha roto bastantes barreras, no puedo evitar sentir un gran orgullo al ver a mis compañeras futbolistas dando grandes pasos al frente

La jugadora del Real Madrid Esther González, en el partido de la Champions ante el City.AFP7 vía Europa Press (Europa Press)

El deporte más practicado en España es el fútbol. Desde que tengo uso de razón guardo infinidad de recuerdos ligados a un campo de césped. Tardes de verano con torneos amistosos, noches en casa siguiendo algún encuentro en familia o momentos en el vestuario desde cualquier torneo del mundo, donde la distancia no impide seguir la competición.

Hay una realidad que es evidente. Por la tradición y la grandeza de nuestros clubes, por nuestra cultura desde la infancia, es el deporte que más promueven los medios de comunicación,...

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El deporte más practicado en España es el fútbol. Desde que tengo uso de razón guardo infinidad de recuerdos ligados a un campo de césped. Tardes de verano con torneos amistosos, noches en casa siguiendo algún encuentro en familia o momentos en el vestuario desde cualquier torneo del mundo, donde la distancia no impide seguir la competición.

Hay una realidad que es evidente. Por la tradición y la grandeza de nuestros clubes, por nuestra cultura desde la infancia, es el deporte que más promueven los medios de comunicación, el que más debates genera y, en consecuencia, tiene lógica que sea el que más espacios ocupa en televisión.

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La facilidad para practicarlo permite que cualquiera se anime desde bien pequeño. En el colegio, en las calles, en la playa y claro, en la infinidad de campos que tenemos en gran parte de las ciudades. Todos tenemos esta imagen grabada en la retina, con una multitud de niños correteando tras una pelota. Es algo que vemos como natural y permite que esa pasión poco a poco vaya aflorando.

En este sentido, es una alegría ver el crecimiento del fútbol femenino. El respeto, la visibilidad y el reconocimiento por la modalidad va creciendo durante los últimos años. Como tenista profesional, como deportista en una disciplina donde la igualdad ha roto bastantes barreras, no puedo evitar sentir un gran orgullo al ver a mis compañeras futbolistas dando grandes pasos al frente.

Los medios de comunicación juegan un papel clave en su promoción. Son fundamentales para que las niñas tengan referencias y, sobre todo, referentes. Espejos en los que mirarse y zapatos en los que ponerse. Las nuevas generaciones crecen observando todo a una velocidad de vértigo, y esa es una realidad que debe ser aprovechada. No será por falta de méritos ni faltan razones para que estos espacios mediáticos sean otorgados.

Hay que encontrar una voluntad por mostrar sus gestas, tanto en España como en Europa, y así conseguir una integración real en el aficionado al deporte. Hay bastante trabajo por hacer, pero el progreso se va viendo año tras año. Es posible que la liga esté bastante descompasada por la diferencia económica entre los clubes, pero es algo que hemos visto siempre en el apartado masculino.

La estructura se ha ido reforzando en estos últimos tiempos, dejando entrever que el crecimiento ya no es una situación puntual sino un rumbo decidido hacia el cambio. Se ha conseguido que la Liga sea profesional, un club como el Real Madrid ha decidido abrir una sección femenina, y apenas en su segundo año ha podido competir en la Women’s Champions, dando una visibilidad nacional e internacional extra al fútbol español.

Los éxitos del Barça han terminado de apuntalar el interés. El título de Champions conseguido la temporada pasada, toda una puerta derribada a nivel continental, terminó de mostrar que el potencial en España ya es definitivo. El club ha conseguido tener a las mejores jugadoras de Europa en todas las líneas de juego, y diría que no están muy lejos de ser reconocidas como conjunto a nivel mundial.

Hace apenas unos días, en una jornada para la historia, se otorgaron los premios europeos del fútbol femenino. Los galardones a mejor portera (Sandra Paños), mejor defensa (Irene Paredes), mejor delantera (Jenni Hermoso) y mejor centrocampista y jugadora de Europa (Alexia Putellas) recayeron en futbolistas que militan en la liga española. Una competición que ha empezado este fin de semana y en la que el Barça aspirará a seguir batiendo registros.

El esfuerzo de las jugadoras bien merece un reconocimiento. Después de lo vivido, ensalzadas como mejores futbolistas del continente, no hay mejor momento para buscar otro paso al frente. El fútbol femenino es un frente atractivo para patrocinadores, una realidad en las puertas de casa con un margen de crecimiento tremendo. Si se da una oportunidad, habrá muchas deportistas capaces de buscar una carrera profesional en el fútbol.

Ellas no van a cejar en su empeño de poner el deporte en el lugar que merece. Súbanse al carro antes de que sea demasiado tarde. Este próximo verano tienen una cita con la selección española en el Reino Unido. Las chicas irán a darlo todo en el campeonato europeo. No me cabe duda de que su esfuerzo puede convertirse en nuestra alegría. Pongamos de nuestra parte para poder conseguirlo.

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