El PSG, un reino para Messi
El club francés, que ultima la contratación del argentino, ha invertido 1.400 millones desde la llegada de la propiedad catarí y acumula estrellas en la persecución de la Champions
En Londres reina Isabel II, pero también el fútbol. La capital de Inglaterra cuenta con seis clubes en la Premier League y más de 25 en la ciudad, récord para una urbe europea. Madrid tiene cuatro equipos en la Liga, y su fama pasa por la Champions: nadie le tose en orejonas, 13, todas monopolizadas por el Real Madrid. La Ciudad Eterna guarda un clásico de fama mundial como el Roma-Lazio y Lisboa presume de la rica historia del Benfica y de su rivalidad con el Sporting. Berlín es un caso aparte: el nazismo y el muro dejaron...
En Londres reina Isabel II, pero también el fútbol. La capital de Inglaterra cuenta con seis clubes en la Premier League y más de 25 en la ciudad, récord para una urbe europea. Madrid tiene cuatro equipos en la Liga, y su fama pasa por la Champions: nadie le tose en orejonas, 13, todas monopolizadas por el Real Madrid. La Ciudad Eterna guarda un clásico de fama mundial como el Roma-Lazio y Lisboa presume de la rica historia del Benfica y de su rivalidad con el Sporting. Berlín es un caso aparte: el nazismo y el muro dejaron un vacío de años, que hoy renace gracias a dos cuadros, símbolo de la reunificación de 1990, el Unión Berlín (este) y el Hertha BSC (oeste). A París, en cambio, nunca le interesó demasiado la pelota. El clasismo del rugby y el esnobismo parisino siempre parecieron mirar por encima del hombro al popular fútbol. Ni Raí ni Pauleta, tampoco Weah y Ronaldinho pusieron a París en el mapa. La historia de Beckham fue un empalago de glamour, Ibrahimovic andaba solo y Neymar se quedó a las puertas de la Champions. Ahora buscan al rey definitivo para un esperado reinado, la conquista de su primera Champions: el club francés ultima el fichaje de Leo Messi.
El jueves por la tarde, después de que el Barça emitiera un escueto comunicado en el que informaba que se desligaba del 10, en la oficina del jugador, en la Avenida Diagonal de Barcelona, comenzaron a sonar los móviles. Apareció Roman Abramovich, una llamada de su amigo Luis Suárez por si lo tentaba para ir al Atlético, y el que llamaba todos los años: el PSG. En cada oportunidad en la que Messi amagó con dejar Barcelona (2014, 2016 y 2020), ahí estaba el club de París, con un cheque en blanco, para tentar al delantero rosarino.
No es casual que el PSG persiguiera al argentino, el jugador con el contrato más suculento del fútbol europeo. Hay pocos clubes (si no es el único) que tienen esa capacidad financiera. Pero no siempre fue igual. El club de París se fundó en 1970, tras la fusión del Paris Football Club y el Stade Saint-Germain. Tardó cuatro años en meterse en la Primera División, 12 en ganar su primer título (Copa de Francia) y 16 en conquistar la liga francesa. Repitieron, con Raí en sus filas (por entonces, una de las grandes joyas del fútbol brasileño) en 1994. Después, silencio. Todo cambió en 2011, cuando apareció Nasser Al-Khelaïfi, hijo de un pescador de perlas (la actividad más importante en Qatar antes de que la económica se desarrollara a partir del gas y el petróleo), tenista modesto (995 del ránking en 2002), y amigo del emir de Catar Tamim bin Hamad Al Zani, que compró el 70% del club. Un año más tarde, se quedó con todo el paquete accionarial de la entidad parisina.
Al-Khelaïfi dirige la Federación de tenis, squash y bádminton de Qatar y lidera la Federación Asiática de Tenis (ATF). Es el presidente de Qatar Sports Investments (Qsi), filial del fondo soberano de Qatar, que además de ser dueño del PSG, es el propietario de Burrda, una marca de ropa deportiva catarí; y controla beIN Media Group, un grupo de medios de comunicación fundado en 2014, que cuenta con 22 canales de televisión en diferentes países.
Desde que Qatar se alió con París gracias a la mediación del entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy, el equipo de la capital comenzó a dominar la Ligue 1. Ganó siete de las últimas nueve ligas, seis Copas, ocho Supercopas y seis Copas de la Liga. Europa, en cambio, se les atraganta. Cayeron cuatro veces en cuartos (2013, 2014, 2015 y 2016), tres en octavos (2017, 2018 y 2019), tocaron la final en 2020, pero se quedaron entre los cuatro mejores de la Champions en 2021.
Es justamente la Champions League el gran objetivo de Al-Khelaïfi. Y, para conseguirlo, invirtió 1.391 millones de euros en traspasos (superado por el Manchester City, propiedad del jeque de los Emiratos Árabes Unidos, Mansour bin Zayed bin Sultan Al Nahyan, que gastó más de 2.120 millones desde 2008) desde que llegó a París. La primera gran incorporación fue el argentino Pastore: 42 millones al Palermo en la campaña 2011-2012. En aquel verano, gastaron 107 millones, 98 más que la temporada anterior cuando el PSG pertenecía a un grupo americano.
Nunca, en cualquier caso, el PSG abrió tanto la cartera como en el verano de 2017. En ese mercado se llevó a Neymar de Barcelona a cambio de la cláusula de rescisión de 222 millones de euros y fichó a Mbappé, la estrella emergente del fútbol francés, a préstamo, con la obligación de pagar 180 millones al año siguiente. “LaLiga denunciará al PSG. Lo haremos porque viola las normas del fair play financiero de la UEFA y las normas de competencia de la Unión Europea”, se quejó el presidente de LaLiga, Javier Tebas.
La UEFA le abrió un expediente que el TAS (Tribunal Arbitral del Deporte) cerró definitivamente en 2019. “El club reitera que siempre ha respetado las reglas y que se ha esforzado por responder con calma y transparencia a las peticiones reiteradas de la UEFA, tanto en su forma como en el fondo”, publicó el PSG después de haber sido exonerado. En los últimos cinco años, según la Revista Forbes, el PSG es el club deportivo que más ha crecido: un 207%. Con un valor de 2.500 millones, el club ocupa el puesto 49 de la lista de la revista, una tabla que lideran Los Dallas Cowboys, (NFL, 5.700 millones) y en la que el Barça (4.760) y el Madrid (4.720) se encuentran en el cuarto y quinto puesto respectivamente.
Este verano, en su afán de conquistar Europa, volvió a abrir la cartera: Achraf, 60 millones; y Danilo Pereira, 16. Y se quedará, si nada se tuerce, con el excapitán del Barcelona, Messi, además de atar al del Real Madrid, Sergio Ramos, ambos a coste cero. Además, también fichó en condición de jugadores libres al líder del vestuario del Liverpool, Wijnaldum, y al portero de la selección campeona de Europa, Donnarumma. En la plantilla se quedará Neymar (renovado en la última temporada), Di María, Verratti y Marquinhos, entre otros. Solo falta desvelar el futuro de Mbappé, pretendido por el Madrid. Un equipo dirigido por Mauricio Pochettino, finalista de la Champions con el Tottenham en 2019. “Tendrá una tarea difícil Mauricio con todos esos egos. Solo un técnico con el carisma y la paz de Ancelotti o uno con la personalidad de Poche puede hacerlo”, concluyen desde el entorno del técnico argentino.
Messi apunta a París y el PSG a su primera Champions. Será, quizás al fin, cuando el fútbol conquiste a la capital francesa.
Puedes seguir a EL PAÍS DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.