Derbi en Oriente Próximo

Real Madrid y Atlético disputan la final de la Supercopa más controvertida y Rubiales asegura que ha contribuido a la igualdad de la mujer en Arabia Saudí

Zinedine Zidane y Diego Pablo Simeone posan con las camisetas de sus respectivos equipos en el estadio King Abdullah de Yeddah.JuanJo Martín (EFE)

Mohammed Al Naqeeb abre el maletero de su flamante BMW de línea deportiva del que extrae varias bolsas con bufandas y camisetas, talla infantil, del Atlético de Madrid. Tiene 32 años, una empresa de saneamientos y desde el año 2006 ejerce de evangelista rojiblanco. “Aquí muy poca gente conocía al Atlético. Incluso pronunciaban mal el nombre. Yo regalo las camisetas a los niños y para la final compré 25 entradas que ya he repartido gratis. He creado una página web del Atlético que tiene más de 10.000 seguidores”, asegura est...

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Mohammed Al Naqeeb abre el maletero de su flamante BMW de línea deportiva del que extrae varias bolsas con bufandas y camisetas, talla infantil, del Atlético de Madrid. Tiene 32 años, una empresa de saneamientos y desde el año 2006 ejerce de evangelista rojiblanco. “Aquí muy poca gente conocía al Atlético. Incluso pronunciaban mal el nombre. Yo regalo las camisetas a los niños y para la final compré 25 entradas que ya he repartido gratis. He creado una página web del Atlético que tiene más de 10.000 seguidores”, asegura este hincha saudí que presume de conocer la historia del club y pregunta al periodista que si el jugador negro que ilustra su cuenta de twitter es Larbi ben Barek, el mítico jugador marroquí que jugó en el Atlético en los años 50. A su lado, Adel Alblawi, 25 años y estudiante de empresariales, relata la odisea y la decisión que ha tomado para poder presenciar la final de la Supercopa de España que esta tarde (19.00, Movistar) disputan en Yedda Real Madrid y Atlético. “Soy del norte de Arabia, de Tabuk, y he recorrido 1.000 kilómetros en coche atravesando el desierto. Estoy terminando un máster y he renunciado al examen final para poder ver el derbi. En la fiesta de graduación las normas son muy estrictas, pero yo fui con la camiseta del Atlético”, dice Adel.

“No sé cuántos seguidores del Real Madrid puede haber en Arabia Saudí, pero seguro que somos millones. El Real Madrid es mi vida, la cambió. Es el mejor club de la historia. Cuando juega nos reunimos en Yedda, en Riad o en cualquier ciudad”, cuenta Alí Albeladi, de la peña madridistas Blancos KSA.

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Una victoria de anuncio

Mohammed, Adel y Ali representan el forofismo hiperbólico que puede llegar a generar el fútbol de primer nivel en países donde sus aficionados no pueden seguirlo en vivo. Forman parte del caldo de cultivo mercantil que ha llevado a la Federación Española de Fútbol a firmar un acuerdo por 120 millones de euros a cambio de disputar tres ediciones de la Supercopa en territorio saudí. El viernes, en una reunión con el embajador español, Javier Iranzo, y el sábado, durante un viaje a la ciudad sagrada de La Medina en el tren de alta velocidad del consorcio español, el presidente federativo, Luis Rubiales, volvió a defender traer la competición a un país en el que los derechos humanos y de las mujeres están muy cuestionados. “Había que tomar la decisión de venir aquí y no era fácil, sin embargo, consideramos entre todos que era el momento de hacerlo”, dijo Rubiales, que como gestor se felicita por los réditos y el relanzamiento de la competición. Rubiales habla con el convencimiento de un líder mundial de que el fútbol ha contribuido a mejorar la sociedad saudí: “Es un mundo imperfecto y es una sociedad como la saudí, no podemos esconder esa realidad, pero sí contribuir a la igualdad de la mujer. Sus costumbres son sus costumbres, pero hemos visto en las dos semifinales muchas chicas y mujeres, y también sus caras”.

“Este es un mercado económicamente muy potente. Nosotros empezamos a introducirnos en Arabia hace siete u ocho años. En los Emiratos Árabes llevamos mucho más tiempo. En esta zona, la liga española tiene más llegada que la inglesa, la italiana o la alemana, que son nuestras competidoras”, explica un alto dirigente madridista. “El Atlético no tiene puesto mucho foco en esta área, estamos más centrados en México y en Asia, pero sabemos que es una zona con un potencial económico muy apetecible”, dice un dirigente rojiblanco, que siente que el haber ganado al Barcelona y cómo transcurrió el desarrollo del partido puede ser una punta de lanza de introducción en el mercado saudí de la marca Atlético de Madrid. “Para nosotros, la manera en la que ganamos al Barcelona fue como un spot publicitario ideal. De alguna manera transmitimos lo que somos, el esfuerzo, el no dejar de creer pese a que seamos los mejores ni los que mejor jugamos. Refleja el espíritu del lema Otra forma de entender la vida de nuestro último spot”.

La Federación anunció que ya solo quedaban 4.978 localidades a la venta de las 62.000 que tiene de capacidad el estadio Rey Abdullah y espera que este derbi que ha trasladado hasta Oriente Próximo registre un lleno absoluto.

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