Muguruza luce el revés hacia octavos

Si el drive es el termómetro de Rafael Nadal, no hay mejor baremo para calibrar a Garbiñe Muguruza que su revés, sobre todo en el formato cruzado. Y a juzgar por lo que se vio en el cruce con la ruda Timea Bacsinszky en la tercera ronda, el reverso está afilado. Después de sortear un primer parcial engorroso y una adversaria siempre áspera, de esas que exige devolver una bola más porque no aprieta en exceso pero nunca afloja, la hispano-venezolana venció por 7-5 y 6-2 (en 1h 54m), y selló el pasaporte haci...

Si el drive es el termómetro de Rafael Nadal, no hay mejor baremo para calibrar a Garbiñe Muguruza que su revés, sobre todo en el formato cruzado. Y a juzgar por lo que se vio en el cruce con la ruda Timea Bacsinszky en la tercera ronda, el reverso está afilado. Después de sortear un primer parcial engorroso y una adversaria siempre áspera, de esas que exige devolver una bola más porque no aprieta en exceso pero nunca afloja, la hispano-venezolana venció por 7-5 y 6-2 (en 1h 54m), y selló el pasaporte hacia los octavos del torneo, en los que aguarda un choque con Karolina Pliskova (6-4, 3-6 y 6-2 a Camila Giorgi).

Volvía a la pista Muguruza tras el duelo en sesión golfa contra Johanna Konta y resolvió bien, como procedía, porque Bacsinszky planteó un escenario completamente diferente. Lejos del poder a poder, la suiza no arriesga, pero sabe contener como pocas y confía en el efecto de la erosión. Le sirvió para enredar la primera manga y extenderla durante algo más de una hora, pero su rival mantuvo la cabeza fría y se lanzó al abordaje en los instantes oportunos. Lució revés Muguruza, su arma más incisiva, y ordenadamente fue inclinando la balanza.

“Ha sido duro, no tenía mucho tiempo para recuperar entre punto y punto. Ella te hace trabajar mucho”, expresó la ganadora en los micrófonos de Eurosport. Supo contemporizar e interpretar, y escapó de la franja crítica de la noche con aplomo y decisión. Salvó Bacsinszky dos bolas de set –con 6-5 y después en el tie-break, con 6-4–, pero no escapó de otro empellón definitivo de Muguruza. Su hoja estadística destaca una réplica contundente, con 28 ganadores y una presencia intimidatoria en la red: 27 subidas, con 21 aciertos.

El segundo parcial fue mucho más llevadero para ella. Quebró tres veces el servicio y aterrizó con autoridad en la escala de los octavos, por cuarta vez en su carrera. “Quiero disfrutar más en este 2019, porque el año pasado lo pasé un poco mal”, reconocía a pie de pista la 18 del mundo, exigida y desgastada. Habrá que ver, pues, cuál es la respuesta física en la siguiente parada del torneo.

Carreño: templanza y triunfo ante Fognini

Previamente, Carreño hizo una demostración de aplomo y no se dejó llevar por el vaivén que propone Fognini. El asturiano viene de una temporada difícil, pero estos días está soltándose y después de sortear un durísimo cruce con Luca Vanni en el estreno está elevando el vuelo. En esta ocasión, superó a uno de los tenistas más talentosos del circuito, a la vez un volcán. Dos mundos: 40 winners, 58 errores. Fognini. Contra él, pleno, seis de seis. No se dejó llevar Carreño, no cayó en la trampa. No se descompuso pese al tercer parcial, muy borroso, y se reanimó en el cuarto pese a partir con tres juegos de desventaja.

6-2, 6-4, 2-6 y 6-4, en 2h 30m. Y. el lunes, el tenis español tendrá a tres representantes en los octavos, más que ningún otro país. Intervendrá Nadal, también Roberto Bautista y el gijonés, cara a cara con el japonés Kei Nishikori, actual nueve del mundo y reciente ganador en Brisbane. Un pulso inédito hasta ahora. “Quizá no tiene tanto tenis como Fognini, pero es más constante”, radiografió Carreño, a la búsqueda de esa versión que hace dos años le condujo al pico de su carrera, filtrándose en el top-10.

Djokovic y Serena, con paso firme

Por otra parte, la jornada subrayó también el buen hacer de Novak Djokovic y Serena Williams, dos de los máximos favoritos. El serbio contuvo al joven Denis Shapovalov (6-3, 6-4, 4-6 y 6-0) y encara en la próxima fase a otro joven que aprieta, el ruso Daniil Medvedev, superior este a David Goffin (6-2, 7-6 y 6-3). Lo hará Nole (31 años) habiéndose asegurado marcharse de Melbourne con el número 1 a la espalda, independientemente de lo que ocurra de aquí en adelante. Suma virtualmente 9.135 puntos y Nadal no podrá darle caza de momento. El de Manacor acumularía 9.120 si gana el torneo.

En la misma línea, la estadounidense progresa en el torneo con puño de hierro y una movilidad notable. Esta vez batió en 67 minutos a Dayana Yastremska (6-2 y 6-1), a la que consoló en la red, y se medirá a la número uno, Simona Halep (6-2 y 6-3 a Venus Williams). “Siento que estoy muy cerca de mi mejor nivel”, deslizó en la sala de conferencias Serena, solo 13 errores no forzados y una concesión mínima con los primeros servicios: se adjudicó 22 de 26.