El Baskonia supera el frenesí del Barcelona y se medirá al Real Madrid en la final

El Baskonia se sobrepuso al frenesí del Barcelona aunque tuvo que acudir a la prórroga para rematar (82-88) en medio de la atmosfera dramática que se respiró en el Palau Blaugrana. Solo entonces pudo cerrar el debate y la semifinal de la Liga Endesa con un 3-1. El equipo baskonista obtuvo así el billete para una final a la que vuelve ocho años después de su última aparición en ella, cuando la ganó por 3-0 precisamente ante el Barcelona. Esta vez, el rival del Baskonia por la corona, a partir del miércoles, es ...

El Baskonia se sobrepuso al frenesí del Barcelona aunque tuvo que acudir a la prórroga para rematar (82-88) en medio de la atmosfera dramática que se respiró en el Palau Blaugrana. Solo entonces pudo cerrar el debate y la semifinal de la Liga Endesa con un 3-1. El equipo baskonista obtuvo así el billete para una final a la que vuelve ocho años después de su última aparición en ella, cuando la ganó por 3-0 precisamente ante el Barcelona. Esta vez, el rival del Baskonia por la corona, a partir del miércoles, es el Real Madrid, que obtuvo el pase a su séptima final liguera consecutiva tras eliminar al Gran Canaria por 3-0 el pasado jueves.

La imponente actuación de Shengelia y la buena dirección de Marcelinho Huertas apagaron el fragor con el que el Barcelona libró la contienda. Tuvo que ser en la prórroga, forzada por el cuadro de Svetislav Pesic a la heroica, cuando parecía que no tenía la más mínima posibilidad. Cayó en fin el Barcelona, que fue todo el partido por detrás y solo igualó por primera vez para forzar, a 76, con una canasta de Claver, los cinco minutos adicionales. En ellos se puso brevemente por delante, pero Marcelinho, Voigtmann y Vildoza decidieron en la cuenta atrás de la prórroga.

El Baskonia necesitó que Shengelia expusiera su talento y sus recursos todo el tiempo y especialmente en los momentos en que desactivó los que parecían los últimos cartuchos del Barcelona con dos acciones en las que frenó a Heurtel. Los 33 puntos, siete rebotes, dos recuperaciones y un tapón del pívot georgiano cimentaron la superioridad de su equipo. El Barcelona cedió demasiados triples liberados y Timma, Janning, Shengelia, Beaubois y Vildoza lo aprovecharon, especialmente en la primera parte, en la que sumaron nueve. Luego solo iban a añadir tres más.

El encuentro fue electrizante. El Baskonia mandó casi de principio a fin, por momentos con una autoridad traducida en 11 puntos de ventaja en dos ocasiones. Pero el frenesí que aplicó el Barcelona a su juego desequilibró la contienda y le permitió obtener parciales que le devolvieron a la lucha por el triunfo (con un 10-0 tras el 39-50 en el minuto 25 y con un 10-5 tras el 55-66). Ante Tomic, con 11 puntos y nueve rebotes, Claver, con 14 puntos y siete rebotes, y Heurtel, con 16 puntos, fueron sus mejores exponentes.  

Los dos equipos utilizaron defensas en zona de manera intermitente y el de Pesic, también presionó de vez en cuando desde la salida de balón del Baskonia. Tenía que remontar y no le cabía otra salida, a pesar de su manifiesta inferioridad física, dadas las ausencias de Pau Ribas y Oriola. Todo parecía resuelto cuando Shengelia marcó una diferencia de siete puntos (65-72). Faltaban 2.41 minutos. A partir de ahí, los errores del Baskonia, repetida la infracción en que excedió los ocho segundos de tiempo para cruzar la divisoria, permitieron que el entusiasmo y la perseverancia del Barcelona provocaran la prórroga.

Dos tiros libres de Claver, y un balón perdido por Vildoza, recuperado por Moerman y aprovechado de nuevo por Claver, establecieron el empate a 76. En la prórroga, el Baskonia recobró su superioridad y sentenció. Jugará por el título ante el Real Madrid y Pedro Martínez por repetir el que ya conquistó el año pasado como entrenador del Valencia. Es el segundo entrenador en la historia de la competición que repite la final con dos equipos diferentes. El primero fue Aíto García Reneses en 1985 y 1986 con el Joventut y el Barcelona.

 La derrota, el final de temporada en sí mismo, abre un periodo de incertidumbre en el Barcelona que debe resolver ante todo si continúan su capitán Juan Carlos Navarro y su entrenador Svetislav Pesic. La imagen del equipo mejoró sensiblemente tras la llegada de Pesic en febrero, cuando sustituyó a Sito Alonso. Ganó la final de Copa, junto a la Supercopa, los únicos títulos que ha logrado el cuadro azulgrana desde que se adjudicó la Liga en 2014, y con el agravante de que suma dos temporadas especialmente desafortunadas en la Euroliga, en las que quedó fuera de los cruces de cuartos de final.