Del lapsus al correctivo: Nadal voltea a Fognini

Después de un lapsus en la manga inicial, el número dos se repone y supera al irregular italiano (4-6, 6-1 y 6-2, en 2h 14m) para volver a la penúltima ronda, cuatro años después. Djokovic estará enfrente

Nadal sirve durante el partido contra Fognini en el Foro Itálico de Roma.Andrew Medichini (AP)

Duró Fabio Fognini lo que su mente, una de las más traviesas del circuito, le dio de margen. Y ese margen fue más bien generoso, de una hora, hasta que volteó el set inicial y el viento se puso a su favor. Entonces, cuando la lógica invitaba a pensar en una refriega igualada, llegó el click tan característico del italiano, la bajada de brazos que por reincidencia ya no extraña a nadie, y de la mano vino la imponente reacción de Rafael Nadal, el rey que no perdona. A partir de la descompresión de su rival, de l...

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Duró Fabio Fognini lo que su mente, una de las más traviesas del circuito, le dio de margen. Y ese margen fue más bien generoso, de una hora, hasta que volteó el set inicial y el viento se puso a su favor. Entonces, cuando la lógica invitaba a pensar en una refriega igualada, llegó el click tan característico del italiano, la bajada de brazos que por reincidencia ya no extraña a nadie, y de la mano vino la imponente reacción de Rafael Nadal, el rey que no perdona. A partir de la descompresión de su rival, de la clásica renuncia de Fognini, el balear fabricó una victoria (4-6, 6-1 y 6-2, en 2h 14m) que le condujo a las semifinales de Roma, en las que se medirá (no antes de las 14.30, M+D2) a Novak Djokovic, verdugo de Kei Nishikori (2-6, 6-1 y 6-3).

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Una estación que añoraba y se le resistía desde 2014, porque se la negaron sucesivamente Wawrinka (2015), Nole (2016) y Thiem (2017). Triunfo de relevancia, pues, tanto por romper esa barrera como porque el avance significa sumar puntos (180 de momento) y situarse a solo dos triunfos de otro título. Sería el octavo en el Foro Itálico, territorio prohibido desde 2013. Una caldera que ayer se volcó claramente a favor de Fognini, el hijo rebelde del tenis italiano, capaz de lo mejor y lo peor. Durante una hora, Il Bello (30 años, 21 de la ATP) planteó una oposición hermosa, plagada de gestos técnicos; sin embargo, fue anudar el primer set —extrañamente entregado por Nadal, 4-1 arriba de inicio— y disolverse. Después de hacer lo más complicado, de enlazar cinco juegos e inclinar el terreno a su favor, su estructura emocional se vino abajo y dimitió.

“Él me hacía jugar con demasiada tensión, sin saber muy bien lo que iba a hacer. He cometido algún error importante, pero es cierto que no puedo pasar de un 4-1 a un 4-6...”, se reprochó Nadal, en declaraciones recogidas por la ATP. “No debe pasar. Tengo que intentar parar ese momento, aguantarlo; puedo ceder un break, pero el otro debo protegerlo como sea. No lo he hecho y esto ha sido lo negativo. Luego he aceptado el mal momento y romperle el saque al principio del segundo set me ha dado confianza. He apretado más con el drive y he recuperado un poco el control. Es importante saber cambiar la dinámica de un partido”, valoró.

Gaudio (2005) y Federer (2007), otras pequeñas proezas

Ayer, Fognini se diluyó y Nadal se corrigió. Irritado por haber cedido esa primera manga —solo tres en casi un año, aunque las tres en las dos últimas semanas—, sacó el látigo y le metió más muñeca al golpeo desde el fondo. Reescribió el partido a través de su derecha y recuperó el buen color. Fognini, quebradizo como pocos, fue descomponiéndose hasta el game over. En el tercer set, un arranque volcánico de Nadal: break en blanco, saque en blanco y Fognini, aun sin haber renunciado por completo, tratando de maquillar su epitafio. Cansado de esprintar, de patinar y de amortiguar la bola pesada del balear, una pesadilla, solicitó un parón para que le vendasen el rotuliano y así capear un poco el temporal.

Pero nada. Tenista de momentos, momentos pasajeros, en realidad ya se había rendido porque no había remedio. No obstante, Fognini se marchó con el honor de ser uno de los poquísimos jugadores que han sido capaces de endosarle cinco juegos consecutivos a Nadal sobre arena. Una pequeña proeza. Uno de ellos fue el suizo Roger Federer (2-6, 6-2 y 6-0 en la final de Hamburgo 2007) y antes el argentino Gastón Gaudio (0-6, 6-0 y 6-1 en los cuartos de Buenos Aires 2005).

“Lo he llevado al límite”, subrayó el de San Remo. Mientras, Nadal va reconciliándose con la Ciudad Eterna y abriéndose paso, igualando en el trayecto el récord de triunfos (355) de Federer en los Masters 1000. Son ya cinco años sin morder el trofeo y eso, en su caso, es demasiado. Roma llama a Nadal y este responde.

SHARAPOVA, DE NUEVO ‘GUERRERA’

En poco más de una hora, 65 minutos, Marin Cilic redujo a Pablo Carreño (doble 6-3) y sentenció su pase a las semifinales, las primeras de un Masters 1000 sobre tierra que disputará el croata. Enfrente estará Alexander Zverev (6-4, 3-6 y 6-3, David Goffin).

Mientras, en el cuadro femenino el nombre propio del día fue el de Maria Sharapova. Después de mucho tiempo entre tinieblas, Masha empieza a ver algo de luz. Estos días se aprecia a la jugadora combativa del pasado y esta vez remontó (6-7, 6-4 y 7-5) a la joven Jelena Ostapenko, la última campeona de Roland Garros. Chocará con Simona Halep (6-2 y 6-3 a Caroline Garcia).

Además, este viernes se produjo la eliminación de otra figura, la alemana Angelique Kerber; la exnúmero uno perdió contra Elina Svitolina por un doble 6-4. La ucraniana se enfrentará en las semifinales a Anett Kontaveit: 6-3 y 6-1 a Caroline Wozniacki.

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