Nacho siempre tiene más

Hace tiempo que a Nacho le va pequeño el “siempre cumple”. El defensa madridista, de 27 años, es de los jugadores más fiables de la plantilla porque, además, no se lesiona. Suple a Marcelo en el lateral izquierdo, a Carvajal en el derecho y a Ramos y Varane en el centro. Cuando hay lesionados, cuando la situación es delicada, cuando las bajas generan dudas, él responde. Y en las dos áreas. El sábado contra el Sevilla, el punto de mira estaba puesto en la defensa diezmada —sin Ramos, Varane y Carvajal— y en los problemas goleado...

Hace tiempo que a Nacho le va pequeño el “siempre cumple”. El defensa madridista, de 27 años, es de los jugadores más fiables de la plantilla porque, además, no se lesiona. Suple a Marcelo en el lateral izquierdo, a Carvajal en el derecho y a Ramos y Varane en el centro. Cuando hay lesionados, cuando la situación es delicada, cuando las bajas generan dudas, él responde. Y en las dos áreas. El sábado contra el Sevilla, el punto de mira estaba puesto en la defensa diezmada —sin Ramos, Varane y Carvajal— y en los problemas goleadores del equipo. Nacho despejó las dudas en las dos áreas.

Ejerció de hermano mayor de Vallejo en el centro de la zaga, cubrió cuando había que cubrir y pisó el área rival cuando había oportunidad de hacerlo. Un gol suyo cuando no habían pasado todavía dos minutos abrió el marcador y dio el sosiego necesario al equipo. Fue el gol más rápido de la temporada para el conjunto blanco. “Meter goles con la camiseta del Madrid siempre es especial”, reflexionaba Nacho después del partido. Lleva dos en lo que va de temporada (contra el Apoel en Chipre también abrió el marcador) y cuatro en 2017. Contra el Sevilla ya había marcado en mayo, un gol de pillo, aprovechando que no habían solicitado barrera tras una falta y que los rivales discutían.

Discreto, querido por todos sus compañeros, sobrio, sin crestas ni atuendos llamativos, parece habituarse a hacer más de lo que en teoría se espera de él. “Quien no le conoce cree eso, pero los que le conocemos sabemos que puede hacer cosas muy buenas. Eso es por la mucha seguridad que tiene en sí mismo”, cuenta Chema, su padre, en el avión que llevó a jugadores y familiares a Abu Dabi. El gol de su hijo le pilló de viaje. “Iba de camino a Zaragoza a ver a mi otro hijo, Alex [también canterano del Madrid], escuchaba el partido por la radio y pegué un bote tremendo cuando oí que fue Nacho”, dice.

Esta temporada ha jugado 12 partidos de central, cuatro en el lateral izquierdo y tres en el derecho. Hubo una época (octubre de 2012) en la que José Mourinho se quejaba de la polivalencia del defensa blanco que llegó a la cantera en alevines, en 2001. Es el jugador de la plantilla que más lleva en el club, 16 años. El portugués echaba en cara a Alberto Toril, entonces técnico del Castilla, que Nacho jugara con él de central cuando en el primer equipo tendría que ocupar el lateral derecho.

“A Nacho le pasa lo mismo que a Morata. Como es un chico de la casa, que ha salido de abajo, que no levanta el pie del suelo y nunca se queja, no se le da el valor que tiene, y tiene muchísimo”, explica Toril al otro lado del teléfono. Nacho es la reivindicación del linaje madridista. Aguantó hasta que llegó su oportunidad y se ha aferrado al Madrid como nadie. No salió en busca de rodaje porque estaba convencido de que valía para el primer equipo y que lo demostraría. “Siempre ha sabido lo que tiene entre manos. Se cuida mucho y es muy profesional”, subraya su padre. Sufre de diabetes y eso le obliga a cuidarse aún más.

Desde que subió al primer equipo no ha sido un titular consagrado, pero sí de los jugadores con más minutos. La temporada pasada fue el undécimo más empleado por Zidane (3.197) y esta es el séptimo con 1.531 (por detrás de Ramos, Casemiro, Kroos, Cristiano, Marcelo e Isco). No sólo es el defensa con más acierto en los pases (92,5%) sino que también supera a Kroos (92,2%).