El Baskonia vence al Real Madrid por aplastamiento

El equipo de Laso es superado en todas las facetas del juego | Ulanovas da el triunfo al Zalgiris en el último segundo de la prórroga en Málaga (83-85)

Marcelinho Huertas lanza a canasta.L. RICO

Difícil sentenciar si fue antes el huevo o la gallina (discusión filosófica donde las haya), si es que el Baskonia atacó maravillosamente o si el Real Madrid defendió de forma horrible; si el Baskonia defendió con las uñas afiladas o si el Madrid decidió dejarlo todo en manos de las maravillosas uñas de Doncic rehuyendo cualquier contacto del resto con el aro. Seguramente fueron todas esas cosas, unidas al talento o el desacierto individuales, las que explican por qué el Baskonia venció por aplastamiento y por qué el Real Madrid se desplomó tan pronto. Porque el partido se cocinó en el primer ...

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Difícil sentenciar si fue antes el huevo o la gallina (discusión filosófica donde las haya), si es que el Baskonia atacó maravillosamente o si el Real Madrid defendió de forma horrible; si el Baskonia defendió con las uñas afiladas o si el Madrid decidió dejarlo todo en manos de las maravillosas uñas de Doncic rehuyendo cualquier contacto del resto con el aro. Seguramente fueron todas esas cosas, unidas al talento o el desacierto individuales, las que explican por qué el Baskonia venció por aplastamiento y por qué el Real Madrid se desplomó tan pronto. Porque el partido se cocinó en el primer cuarto con un juego arrollador del Baskonia, pura coral en movimiento, frente a un Madrid aturdido, con la mirada perdida. 19 puntos de ventaja adquirió en esos diez minutos el conjunto de Pedro Martínez, que bien pudieron haber sido más a poco que Pablo Laso hubiera dilatado un poco más la entrada de Doncic. El esloveno hizo su trabajo (concluyó el partido con 18 puntos), el problema es que sus compañeros dejaron mucho tajo por concluir. Y lo retrasaron tanto que se les fue el partido sin dar una paleta al aire.

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Porque el Baskonia era puro arte en movimiento, una de esas actuaciones redondas cuando nadie se las espera después de sumar solo una victoria y acumular cinco derrotas en Euroliga. Y llega el Madrid, que viene de bajón, es cierto, con dos derrotas europeas consecutivas y una derrota en el clásico. Pero es el Madrid y eso intimida. Y el Baskonia entra en el partido como si llevara medio partido jugado: muñeca caliente, rebote medido (o sea Poirier en estado puro), carácter intratable (o sea Shengelia, más puro aún) y así un suma y sigue al que se añaden Timma, Janning, incluso el jovenzuelo Malmanis, y derriba la defensa del Madrid sin posibilidad de reparación.

Caben los milagros en el baloncesto, pero escasean. Y el partido se había ventilado a poco que el Baskonia midiese su talento y su fuerza para que el uno no agotase a la otra. Y midió a pesar de que Doncic puso el suyo en movimiento en una desigual lucha: solo ante el peligro. Porque el peligro del Baskonia llegaba por todas partes. No tuvo compañía. Resistió un poco a base de triples junto a Rudy, pero se ahogó sin acercarse a la orilla. Máximas ventajas de 17, 20, 24, 25 acabaron, como era previsible con el partido ya muerto con un marcador luminoso para el Baskonia (105-75) y sonrojante para el Madrid, donde solo brillaron Doncic y Tavares. En el Baskonia, todos. Por algo cinco jugadores anotaron diez o más puntos, acercando al conjunto vitoriano a la realidad perdida, a la metamorfosis obligada.

El Zalgiris celebra su triunfo en Málaga.Carlos Díaz (EFE)

En Málaga, el Unicaja estuvo a punto de culminar por dos veces una gran remontada ante el Zalgiris Kaunas. Forzó una prórroga gracias a una última canasta de Ray McCallum y volvió a ser el base estadounidense el que empató a 83 cuando faltaba poco más de un segundo  para el final de la prórroga. Pero fue tiempo suficiente para que el alero lituano Ulanovas anotara la canasta que dio el triunfo a su equipo (83-85).

McCallum, con 19 puntos, Jeff Brooks, con 16, y Carlos Suárez, con 9, fueron los máximos anotadores del Unicaja. El equipo malagueño fue superior en el rebote y en el balance de pérdidas y robos, pero pagó su desacierto en los triples (4 de 18) y falló nueve de los 34 tiros libres que lanzó. En el Zalgiris brillaron el exjugador del Gran Canaria Kevin Pangos, con 21 puntos, Milaknis, con 13, Ulanova y Aaron White, con 10 cada uno.

El equipo de Joan Plaza se sitúa, a falta de los partidos que cierran este miércoles la jornada, en la 11ª posición con tres victorias y cuatro derrotas. El Zalgiris es séptimo con cuatro triunfos y tres derrotas, el mismo balance que el Real Madrid.

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