La competitividad de Cristiano Ronaldo no entiende de amistosos

El portugués, aclamado por el público de Chamartín, marca un golazo en el Trofeo Bernabéu

La celebración de Cristiano después de marcar el 2-1 a la Fiorentina.Denis Doyle (Getty Images)

Las primeras ovaciones de la noche en el Santiago Bernabéu se las llevó Álvaro Arbeloa. El exdefensa del Madrid volvió ayer al estadio del que se despidió en verano de 2016. A pie de campo, micrófono de Real Madrid TV en la mano —comentó el partido para la tele del club— escuchaba a la grada de animación cantar: “Arbeloa, Arbe, Arbe, Arbeloaaaaa…”. Los pitos fueron para el hijo de Simeone que juega —y lo hace muy rápido, además— en la Fiorentina. Se hizo el silen...

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Las primeras ovaciones de la noche en el Santiago Bernabéu se las llevó Álvaro Arbeloa. El exdefensa del Madrid volvió ayer al estadio del que se despidió en verano de 2016. A pie de campo, micrófono de Real Madrid TV en la mano —comentó el partido para la tele del club— escuchaba a la grada de animación cantar: “Arbeloa, Arbe, Arbe, Arbeloaaaaa…”. Los pitos fueron para el hijo de Simeone que juega —y lo hace muy rápido, además— en la Fiorentina. Se hizo el silencio en el estadio blanco sólo antes del partido, cuando se rindió homenaje a las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils. “18-8-17. No tenemos miedo”, es la pancarta que desplegaron en el fondo sur durante el minuto de silencio.

Cristiano, que regresaba anoche al Bernabéu algo más de dos meses después de la portada de A Bola que publicó su supuesto deseo de marcharse del Madrid y que desde entonces no ha dicho ni mú, fue recibido por un “siuuuuuuuuuuu” atronador cuando el speaker leyó su nombre. El portugués, sancionado hasta la cuarta jornada de Liga por un empujón al árbitro de la Supercopa, no entiende de amistosos. Es un animal competitivo. Da igual un partido a las chapas, al ajedrez o a la petanca. Él siempre quiere dejar su huella.

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Y la dejó este miércoles contra la Fiorentina en el Trofeo Santiago Bernabéu con un golazo en el minuto 33. Jugó con mangas largas, por cierto, pese al insoportable calor de agosto. Clavó un derechazo por la escuadra y caminó hacia el otro lado del área para recibir uno por uno el abrazo de todos sus compañeros. “Siuuuuuuuuuuu”, volvió a gritar el estadio. Antes de su gol, Cristiano había asistido a Borja Mayoral en el 1-1. Zidane, que hizo rotaciones (Ramos, Nacho y Casilla jugaron sólo los primeros 45 minutos, por ejemplo), dejó a Cristiano en el campo durante 90 minutos.

El portugués no regresará hasta el 20 de septiembre contra el Betis. El único viaje que hará de aquí a entonces —además de sus compromisos con la selección— es a Monaco, para el sorteo de la Champions (esta tarde a las 18 horas) y para los premios de la UEFA. Está nominado a mejor jugador del año en Europa (trofeo que ya ganó en 2014 y 2016) junto a Leo Messi y Gigi Buffon. Al portero de la Juve le marcó, precisamente, en la final de Cardiff, en la que fue elegido mejor jugador del partido. Once son los goles con los que CR se proclamó pichichi de la pasada edición de la Champions que arranca de nuevo en tres semanas.

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