Ir al contenido

‘The Mastermind’: la pasión abstracta de Kelly Reichardt da con un nuevo personaje a la deriva

El actor Josh O’Connor protagoniza una película extrema en su minimalismo sobre el robo de un museo de arte contemporáneo en los años setenta

Josh O'Connor, en 'The Mastermind'.

La abstracción minimalista es central en la obra Kelly Reichardt, una cineasta cuyo sutil talento la sitúa desde hace años en primera línea del cine contemporáneo. Es una autora de resistencia, a contracorriente en un país, Estados Unidos, del que es una de ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La abstracción minimalista es central en la obra Kelly Reichardt, una cineasta cuyo sutil talento la sitúa desde hace años en primera línea del cine contemporáneo. Es una autora de resistencia, a contracorriente en un país, Estados Unidos, del que es una de sus más originales retratistas. Reichardt circula por su propia carretera secundaria persiguiendo historias de apariencia mínima que, sin embargo, revelan paisajes infinitos. Heredera del indie americano, su obra se construye sobre una tradición contracultural que aún se deja sentir en todas las artes, incluido el cine.

The Mastermind, su última película, tiene un personaje central evidente interpretado por el actor británico Josh O’Connor y otro en la sombra, el artista abstracto Arthur Dove, pionero junto a Georgia O’Keeffe de una pintura que se asienta en dos referentes cruciales de la cultura estadounidense: el paisaje y la música, concretamente el jazz. Si en su anterior película, la cautivadora Showing Up, Kelly Reichardt ya mostraba su querencia por el mundo del arte, en The Mastermind, ese arte —y el jazz— ocupa un lugar si cabe aún más central, aunque su extremo minimalismo resulte algo más críptico que de costumbre.

La historia de The Mastermind es la del robo de una serie de cuadros de Arthur Dove. Pero a diferencia de la destreza a lo Pantera Rosa que han demostrado los ladrones que asaltaron hace unos días el museo del Louvre de París, el de Reichardt se trata de una empresa amateur que deja a su autor a la deriva. The Mastermind está inspirada en una historia real, el robo en mayo de 1972 del Worcester Art Museum de Massachusetts, en el que los ladrones se llevaron dos gauguins, un picasso y un rembrandt. Para su exquisita recreación de los años setenta, Reichardt decidió cambiar el escenario por uno imaginario llamado Framingham Museum of Art.

Lo extraño de elegir la obra de Dove está en la propia mirada del personaje de O’Connor, J. B. Mooney, y en algo que la película solo deja caer: tras el robo, además de un interés material y económico, hay una fascinación por un cuadro que se remonta a la universidad. Este misterio no acaba de descubrirse en las imágenes, cuya deriva hacia la comedia acaba más cerca de la tensión entre el individuo y la sociedad que del enigma planteado alrededor de esa pintura. Como ocurría en el travelling inicial de una de sus mejores películas, Old Joy, Reichardt introduce el contexto sociopolítico a través de las leves señales de una televisión, un periódico o una radio.

Al igual que tantos de sus antihéroes, J. B. tiene algo de encantador pobre diablo. O’Connor borda su mezcla de indolencia y arrogancia. Es un personaje con evidentes problemas con la autoridad (encarnados en su padre juez) y con el trabajo. Incapaz de asumir responsabilidades, J.B. se deja llevar y esa torpe deriva —encapsulada a la perfección en la banda sonora original, creada por un músico de jazz, el multiinstrumentista Rob Mazurek— es el corazón de la historia.

En el final de Showing Up, su protagonista, la escultora que interpreta Michelle Williams, se aleja del espectador acompañada de su vecina, también artista. Van a comprar tabaco mientras buscan en el cielo la paloma herida que Williams ha cuidado los días previos a su exposición y que, al fin, ha volado. Es un final en las antípodas de The Mastermind, aunque en ambas conclusiones prevalezca, como en tantas películas de Reichardt, la idea de que en el fondo todo se reduce al azar y a lo único importante, el camino.

The Mastermind

Dirección: Kelly Reichardt.

Intérpretes: Josh O'Connor, Alana Haim, Hope Davis, Bill Camp, John Magaro, Gaby Hoffmann, Rhenzy Feliz, Cole Doman.

Género: thriller. Estados Unidos, 2025.

Duración: 110 minutos.

Estreno: 31 de octubre.

Sobre la firma

Más información

Archivado En