Repregunta

La estrategia para paliar el efecto de la masiva huelga sanitaria en Madrid consiste en combatir a los profesionales

Oí la entrevista en la mañana de Radio Nacional con el consejero de Sanidad madrileño, Fernández Lasquetty. La estrategia adoptada para paliar el efecto de la masiva huelga sanitaria en Madrid consiste, en lugar de negociar el plan propuesto, en combatir a los profesionales con presencia constante en los medios donde desacreditar su protesta y su discurso. Pero jamás se introduce el debate, sino la comparecencia plácida. Así el consejero se sometió a una serie de preguntas impecables, pero ninguna de sus respuestas amplias e insatisfactorias fue rebatida.

La fantasía húmeda de todo polí...

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Oí la entrevista en la mañana de Radio Nacional con el consejero de Sanidad madrileño, Fernández Lasquetty. La estrategia adoptada para paliar el efecto de la masiva huelga sanitaria en Madrid consiste, en lugar de negociar el plan propuesto, en combatir a los profesionales con presencia constante en los medios donde desacreditar su protesta y su discurso. Pero jamás se introduce el debate, sino la comparecencia plácida. Así el consejero se sometió a una serie de preguntas impecables, pero ninguna de sus respuestas amplias e insatisfactorias fue rebatida.

La fantasía húmeda de todo político es la rueda de prensa donde no se admiten preguntas. El escalón anterior es una entrevista sin repreguntas. Algo similar a lanzar un córner sin mandar a nadie a rematarlo. Las preguntas eran necesarias de la primera a la última: ¿no es un eufemismo llamar externalización a la privatización? y ¿cree que habrá más huelgas? Las contestaciones fueron sencillas. “En absoluto es un eufemismo, los hospitales siguen siendo públicos”; y “no, confío en que los sanitarios entren en razón del perjuicio que causan a los usuarios y depongan su actitud”. Todos tan felices. Pero cuando hablamos de hospitales no hablamos de edificios, sino de su gestión de personal, medios y tratamientos. Y es obvio que habrá más huelgas, estaban de hecho ya anunciadas cuando el consejero jugaba a silbar mirando para otro lado.

Y así la entrevista puede ser infinita, con afirmaciones de que la sanidad privatizada sale más barata o que no importan los fracasos en Gran Bretaña o que las encuestas dicen que los usuarios no notan las diferencias. Pero esos argumentos no resisten una repregunta fundamentada en estudios independientes o análisis profesionales. Sin repregunta uno sale de la entrevista tan feliz, henchido de razón tras soltar su doctrina. La repregunta es la sal de una conversación, porque pone en evidencia las medias verdades, redirige las explicaciones, acota el universo. En el huerto uno planta la tomatera, pero dirige la mata para que crezca adecuadamente. Una entrevista no es lanzar preguntas, es rebatir las respuestas. El periodista de Radio Nacional es un magnífico profesional que acumula kilómetros, pero permitió que la autoridad dictara la conversación sin oponerle un sano escepticismo. Los oyentes lo necesitan.

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