Los ecologistas piden medidas ante el aumento de atropellos a linces en puntos negros de las carreteras del entorno de Doñana

Desde enero han fallecido 10, tres menos que en todo 2023. “Hay que tomar medidas efectivas para el control de la velocidad”, dicen desde Ecologistas en Acción

Un lince hallado muerto tras haber sido atropellado en las inmediaciones del Parque de Doñana. / ECOLOGISTAS EN ACCIÓN

El pasado 24 de julio hallaron a un lince muerto tras ser atropellado en el tramo de la carretera que bordea el Parque Nacional de Doñana entre Almonte y Matalascañas (Huelva), el tercero en menos de un mes. Tanto este último ejemplar como las otras dos hembras que perdieron la vida fueron arrolladas en puntos negros de la red viaria de la provincia de Huelva perfectamente señalizados y en los que se obliga a reducir...

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El pasado 24 de julio hallaron a un lince muerto tras ser atropellado en el tramo de la carretera que bordea el Parque Nacional de Doñana entre Almonte y Matalascañas (Huelva), el tercero en menos de un mes. Tanto este último ejemplar como las otras dos hembras que perdieron la vida fueron arrolladas en puntos negros de la red viaria de la provincia de Huelva perfectamente señalizados y en los que se obliga a reducir la velocidad y extremar la precaución por tratarse de zonas de paso de estos felinos y de otros animales.

Pero no ha sido solo julio un mes fatídico para los linces, lo está siendo todo 2024. En lo que va de año han fallecido 10 linces —todos atropellados, salvo dos cuya muerte se está investigando, según los datos facilitados por los responsables del Parque Nacional―, casi la misma cifra que en todo 2023, 13 en total. Este alto grado de siniestralidad en las carreteras ha intensificado la reclamación de mayores medidas de seguridad y atención en los puntos negros donde se concentran la mayor parte de los accidentes. “Si no hacemos nada, nuestras alegrías por haber sacado al lince ibérico de la categoría de peligro pueden desaparecer y volveremos otra vez al mismo punto de partida”, advierte Juan Romero, portavoz de Ecologistas en Acción.

Desde la ONG se reclama a la Junta de Andalucía la necesidad de “corregir todos los puntos negros, que ya están perfectamente identificados, señalizar y tomar medidas efectivas en los controles de la velocidad”, indica Romero. El activista también exige la creación de corredores ecológicos que vertebren la comarca de Doñana con otros territorios, “principalmente por los cauces públicos, por los arroyos y por la cuenca de Río Guadiamar”.

De acuerdo con los datos que el Parque Nacional facilita a las organizaciones ecologistas, el tramo de la A-483 que une Almonte con Matalascañas, donde ha sido encontrado el último ejemplar de lince fallecido, es el que más atropellos de animales ha registrado entre enero y julio de 2024: 11 atropellos que han afectado a siete especies distintas. Entre las medidas que propone la entidad se encuentra la de reforzar el vallado que separa el entorno del enclave natural de la carretera. El año pasado en ese tramo murieron arrollados por vehículos dos linces.

La hembra que falleció el 15 de julio fue atropellada en la carretera que une Chucena, Villamanrique e Hinojos, en el límite entre las provincias de Sevilla y Huelva. Allí el año pasado también murieron otros dos ejemplares. “Las medidas de precaución y de vigilancia adoptadas hasta ahora son claramente insuficientes, y más en verano, donde se incrementa la densidad de la circulación”, advierte Romero, que alude al hecho de que estas carreteras son las vías de acceso a las playas onubenses y están muy transitadas en la época estival.

El Consejo de Ministros autorizó el pasado 9 de julio la firma de un convenio entre la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible y la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía para el desarrollo del proyecto LIFE Naturaleza y Biodiversidad. El objetivo es garantizar la conectividad genética y demográfica del lince ibérico en la Península, que contempla una asignación de 342.000 euros para la reducción de los atropellos de estos felinos. Las acciones están orientadas a mejorar la conectividad entre las áreas habitadas por el lince, incrementando la seguridad al atravesar las vías de la Red de Carreteras del Estado, para, de este modo, permitir la libre circulación de las poblaciones de lince y beneficiar a otras especies. De acuerdo con la nota de prensa enviada por el ministerio, a través de esta iniciativa, además, no solo se pretende evitar accidentes en los lugares donde ya está presente el lince, sino que se van a proteger las zonas donde se prevé que vayan a habitar en el futuro.

Desde Ecologistas en Acción, no obstante, se quiere involucrar a la Unión Europea y a la Unesco para forzar una vigilancia más estrecha y la agilidad en la adopción de medidas para evitar los atropellos: “Europa ha invertido muchos fondos en la activación de corredores ecológicos y en la recuperación de la especie, pero hay que hacer un seguimiento y la Unesco ofrece recomendaciones para corregir los puntos negros”, indica Romero.

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