La primera ola de calor del verano comienza con 13 comunidades bajo aviso

Las zonas más afectadas serán la mitad sur y el cuadrante noreste peninsulares y el episodio alcanzará su pico máximo el viernes

Varias personas hacen cola para llenar sus botellas de agua en una fuente en Barcelona, este miércoles.Foto: ERIC RENOM/LAPRESSE (LAPRESSE) | Vídeo: EPV

Con 13 de las 17 comunidades autónomas bajo aviso por altas temperaturas, este jueves comienza la primera ola de calor del verano aunque, según apunta a este diario Luis Bañón, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), se tratará de “una ola por los pelos” y no destacará ni será de récord por ninguno de los tres criterios que determinan la existencia de este fenómeno. Así, no será de las peores por su duración, en principio tres días, lo justo para ser considerada ola, ni por su extensión ni tampoco por su intensidad y, a priori, no peligra ni de lejos el récord nacional de calor, que está situado en 47,6°, una cota a la que llegaron los termómetros en La Rambla (Córdoba) en agosto de 2021 y dos décimas por encima de la anterior marca, que ostentaba la vecina y también cordobesa Montoro.

Hasta ahora, como revela el estudio Olas de calor en España desde 1975, del Área de Climatología y Aplicaciones Operativas de la agencia, el peor episodio en cuanto a intensidad se produjo en julio de 2022, ya que tuvo una anomalía ―la desviación entre la temperatura a partir de la cual se puede hablar de ola y la finalmente alcanzada― récord de 4,5°. También fue el más extremo en cuanto a extensión, al afectar a 44 de las 50 provincias. Pero no lo fue en cuanto a duración: la más larga empezó en junio de 2015 y acabó en julio tras un azote de 26 días consecutivos.

Según los cálculos del climatólogo Dominic Royé, la actual ola, a pesar de que no entrará en los anales de las peores sufridas en España, afectará “al 67% del territorio y hasta 22 millones de personas estarán expuestas a temperaturas extremas”.

Las zonas más afectadas serán la mitad sur y el cuadrante noreste peninsulares y solo se salvarán el noroeste y, sobre todo, el área cantábrica. La fase más dura de la ola se producirá el jueves y, sobre todo, el viernes, cuando alcanzará su pico máximo. “Ojo al viernes”, alerta Bañón, “porque va a hacer muchísimo calor y en muchísimas zonas y, con los datos previstos a día de hoy [por el miércoles], la temperatura media de España estará entre los valores más altos para esta altura del año, lo que dará cierta singularidad al episodio”, es decir, que apunta maneras para ser el peor 19 de julio de todos los 19 de julio de los que se tienen datos.

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La causa de esta ola, explica el portavoz, es de manual: un potente anticiclón, situado en el interior de Argelia, que se suma al calor autóctono por la elevada insolación diurna y que se refuerza por la entrada de una masa de aire cálido del Sáhara. La situación comenzó a fraguarse el miércoles, cuando “el anticiclón se intensificó y comenzó a extenderse hacia el oeste, un movimiento que indujo un flujo de vientos de componente sur, que a su vez, insufló sobre la Península y Baleares una masa de aire muy cálido, seco y estable procedente del norte de África”, detalla este mismo experto.

Todos estos ingredientes van a disparar el horno ibérico a partir de este jueves, cuando las temperaturas “van a subir en todo el país, a excepción del sureste peninsular y en el litoral sur mediterráneo debido a los vientos de Levante, así como en Canarias”. Se sentirá, especialmente en la mitad sur peninsular, la entrada de la masa de aire sahariana por “la elevada presencia de polvo”, que provocará cielos con aspecto lechoso, la calima. Hay activados avisos en 13 comunidades, que son naranjas, el segundo nivel de gravedad de un total de tres, en zonas de Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, Comunidad de Madrid, La Rioja y Comunidad Valenciana. El nivel del aviso es el menor, el amarillo, en Castilla y León, Murcia, País Vasco y Navarra.

El viernes seguirá la calima “con tendencia a ir retirándose”, la noche será aún más cálida y habrá una nueva vuelta de tuerca en las máximas, especialmente en el este y sur peninsular, Baleares y Canarias. “Se podrán registrar temperaturas superiores a 42° en amplias zonas de la mitad sur y en el valle del Ebro y no se descarta incluso valores superiores a 44° puntualmente en zonas del valle del Guadalquivir”, advierte el meteorólogo. Las mismas regiones continuarán bajo aviso.

Un Papá Noel que anuncia la disponibilidad de lotería de Navidad contrasta con las altas temperaturas en las calles de Logroño este miércoles.raquel manzanares (EFE)

El sábado, el viento de Poniente trasladará como una lengua de fuego el calor más extremo al sureste y al prelitoral mediterráneo. “Se sentirá por el oeste peninsular la llegada de una masa de aire atlántica más fresca asociada a una borrasca, que bajará las temperaturas en gran parte de la Península, sobre todo las máximas y en la mitad oeste, no así en los litorales este y sur peninsular, donde ascenderán hasta valores superiores a los 40°”, indica Bañón.

“Hay que prestar especial atención al interior de Murcia, Alicante y Valencia y todavía a zonas del valle del Guadalquivir, donde se pueden registrar temperaturas muy altas″, añade. Los avisos se reducen a ocho y son naranja en Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, Murcia y Comunidad Valenciana, mientras que Andalucía, Baleares y Madrid estarán en amarillo.

El domingo, día en el que “en principio” Aemet da por acabada la ola, seguirán bajando las temperaturas en gran parte del país, aunque en zonas de los valles del Guadalquivir y del Ebro, en el interior de Murcia y en el sureste de Castilla-La Mancha, los termómetros seguirán registrando máximas “nada despreciables de 38° a 40°”.

La estación, que se preveía tórrida, estaba siendo hasta ahora benigna, con un sorprendente junio como el primer mes frío en España nada menos que desde abril de 2022 y una primera quincena de julio con un carácter normal. “Hasta ahora hemos tenido una pequeña luna de miel, pero queda mucho verano y parece que el calor quiere empezar a apretar cuando estamos entrando en la canícula”, advierte Bañón. De hecho, la tendencia para las próximas dos semanas es que sean “anómalamente cálidas”, con varios grados por encima lo normal.

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