El PP se enreda con el agua en plena sequía: piden en Cataluña el trasvase del Ebro al que se niegan en Aragón
Los barones regionales populares reclaman o rechazan las conexiones hídricas dependiendo de los intereses autonómicos
Los barones territoriales del Partido Popular se contradicen al apoyar, o no, trasvases entre ríos en plena sequía. El PP catalán pide el trasvase del Ebro mientras que el presidente de Aragón, también popular, se opone. En pleno fuego cruzado de peticiones contrapuestas, el expresidente del gobierno, José María Aznar, ha acusado este lunes a su sucesor, José Luis ...
Los barones territoriales del Partido Popular se contradicen al apoyar, o no, trasvases entre ríos en plena sequía. El PP catalán pide el trasvase del Ebro mientras que el presidente de Aragón, también popular, se opone. En pleno fuego cruzado de peticiones contrapuestas, el expresidente del gobierno, José María Aznar, ha acusado este lunes a su sucesor, José Luis Rodríguez Zapatero, de paralizar el Plan Hidrológico Nacional aprobado en 2001 que según su opinión solucionaba los problemas de abastecimiento de agua de Cataluña, un controvertido plan que provocó manifestaciones multitudiarias y divisiones dentro del propio Partido Popular por un gigantesco trasvase desde el Ebro, con un ramal de 162 kilómetros hacia Barcelona y otro de 750 kilómetros hasta Almería por la costa mediterránea. Paradójicamente, el Gobierno de Zapatero sustituyó ese macrotrasvase por un plan que impulsó la construcción de grandes desaladoras por todo el litoral, entre ellas, la de Sagunto, en Valencia, desde donde se planea enviar ahora agua en barco a la Ciudad Condal.
El presidente del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, ha exigido este lunes al alcalde Jaume Collboni (PSC) que trabaje para que concluya la conexión del Ebro iniciada en 2008 y llevar, así, agua a la capital catalana. Sirera ha mantenido: “Barcelona se encuentra en esta situación por la mala gestión del gobierno de la Generalitat y por la inacción del Ayuntamiento que no ha sido capaz de priorizar las necesidades básicas de la ciudad, y dar soluciones a las crisis hídricas que estamos viviendo”. El dirigente popular barcelonés ha agradecido al presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, también del PP, que haya ofrecido llevar agua en barco desde la planta desaladora de Sagunto (Valencia) a Barcelona. Un ofrecimiento que no parte de Mazón, ya que la instalación de Sagunto es compentencia Acuamed, empresa pública que depende del Ministerio para la Transición Ecológica. “Le quiero recordar a Illa [el primer secretario del PSC] que cuando su partido gobernaba en Cataluña no quiso trasvasar agua hacia la Comunidad Valenciana”, ha rematado Sirera.
Por otro lado, el presidente de Murcia, Fernándo López Miras —también del PP—, ya se mostró a finales de enero partidario de la conexión hídrica: “Si Cataluña pide un trasvase y lo necesita, adelante, y lo mismo ocurre con Andalucía”. López Miras reclama un nuevo Plan Hidrológico Nacional similar al que aprobó Aznar. “El agua no puede ser propiedad de la comunidad autónoma por la que pasan los ríos”, reivindicaba López Miras. El expresidente Aznar, en un foro organizado por la Universidad Francisco de Vitoria, ha acusado a Zapatero de detener por razones ideológicas un Plan Hidrológico Nacional, que según ha afirmado, “conectaba todas las cuencas de España y suministraba agua al Levante español”, garantizando también el abastecimiento de Barcelona. “Si hoy los ciudadanos catalanes tienen que acordarse de alguien por la falta de agua que tienen, ese alguien se llama Rodríguez Zapatero”, ha asegurado Aznar.
Sin embargo, este proyecto generaba entonces muchas tensiones territoriales y las sigue generando. Sin ir más lejos, dentro del propio PP. Las peticiones populares de trasvase chocan con las declaraciones de Jorge Azcón, líder del PP en Aragón, exalcalde de Zaragoza y actual presidente de la comunidad autónoma. Azcón se reunió el viernes con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que depende del Gobierno central, y tras el encuentro manifestó: “La postura del Gobierno de Aragón es cristalina: no al trasvase del Ebro. No es justo ni sensato que se haga un trasvase”. Azcón justificó su decisión: “En estos momentos, los agricultores y ganaderos aragoneses se enfrentan a una gran sequía que está poniendo en jaque sus explotaciones y, como consecuencia, destruyendo trabajo en el sector primario y encareciendo los alimentos que llegan a nuestras despensas”. El presidente autonómico concluyó: “En Aragón no sobra agua”.
Por otra parte, el también popular presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, ha aprovechado el futuro envío de agua a Cataluña para reclamar más agua para Alicante en el trasvase Tajo-Segura. El líder del Ejecutivo valenciano ha reiterado su apoyo a que Cataluña se abastezca de agua desalada procedente de Sagunto y ha insistido en que se trata de “un asunto de solidaridad entre cuencas que hemos defendido siempre”. “No vamos a negar el agua a quien en su día nos la negó”, ha afirmado para después dejar claro que el campo valenciano también precisa agua: “Nuestro campo agoniza de sed también, exigimos lo que nos corresponde”. Así se ha referido al recorte del trasvase Tajo-Segura, aprobado en la anterior legislatura.
Mazón ha solicitado al Ministerio para la Transición Ecológica los cálculos que se han hecho para el envío de agua en los que se aclare este no supone ninguna afección por exceso de salmuera. “Exigimos el mismo rigor que hemos pedido para el trasvase Tajo-Segura, que se nos ha recortado políticamente sin ningún documento que lo acredite”, ha manifestado. “Espero un cambio de posición a favor nuestra”, ha concluido. “Sobre la revancha no podemos construir nada y va siendo momento de que construyamos algo en España y estos son los gestos que pueden ayudar”, ha dicho. Informa María Fabra.
Por otro lado, la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no se muestra partidaria de todos los trasvases y el verano pasado denunció ante el Tribunal Supremo el trazado del Plan Hidrológico del Tajo. El trasvase Tajo-Segura es una obra hidráulica con la que se pretende captar agua de Castilla La Mancha y llevarla a Valencia, Murcia y Andalucía. Ayuso acusaba a Pedro Sánchez de “boicotear” con ese plan el abastecimiento de la capital.
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