La inflación y la falta de ayudas reducen la venta de bicis un 13,5% en 2022 tras dos años de récord

La venta de bicicletas en España ha vivido una auténtica explosión desde el fin confinamiento por la covid: en 2020 creció un 24% y se mantuvo en 2021, superando en ambos casos los 1,5 millones de bicis despachadas. Esa tendencia se frenó el año pasado para reducirse un 13,5% (1,35 millones de bicis vendidas), según los datos publicados este lunes por la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE), la patronal del sector, que achaca la caída a la inflación y a la falta de ayudas a la compra, que sí se dan en países del entorno. En cualquier caso, destacan que los segmentos que más crecen son las bicis urbanas (suben un 22,5%) y las eléctricas (5,7%), dos apuestas estratégicas de la industria, y que se siguen vendiendo más bicis que antes de la pandemia.

“Ha sido un año difícil para la demanda, especialmente a partir del segundo semestre, sobre todo por la inflación”, explica a EL PAÍS Jesús Freire, secretario general de Ambe. “En Francia y Alemania, donde se acaban de conocer los datos, han seguido subiendo, y eso se debe a que allí hay ayudas a la compra y reparación de bicis, igual que ocurre en Italia y Portugal, donde además han bajado el IVA de estos vehículos al 10%”, prosigue. De hecho, desde 2010 la Unión Europea permite que la compra, reparación y alquiler de bicicletas pueda llevar un IVA reducido en la UE, algo a lo que el PSOE se comprometió en 2018 —estando en la oposición—, pero para lo que ahora mismo no hay planes, según el Ministerio de Hacienda.

“En algunos de esos países también hay ayudas para adquirir flotas de bicicletas para empresas, e incluso incentivos fiscales para ir en bici al trabajo”, añade Freire. De hecho, Países Bajos ha subido este año la subvención estatal por kilómetro en velocípedo de 19 a 21 céntimos (la cantidad final puede superar los 1.000 euros al año), mientras en Francia la suma puede llegar hasta los 800 euros anuales. El Ministerio de Hacienda descarta que se esté planteando una medida similar en España en estos momentos, mientras que el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) del Ministerio de Transición Ecológica no tiene en estos momentos ninguna línea estatal de subvenciones para adquirir bicicletas eléctricas —pero sí para que los ciudadanos compren coches eléctricos—.

“Estos son algunos de los motivos por los que otros países se han comportado este año mejor que España. En cualquier caso, hay que destacar que el sector aguanta un año difícil, porque se ha reducido la demanda en general. Y hay datos interesantes: aumenta la venta de bicis urbanas un 22,5%, mientras que las eléctricas lo hacen un 5,7%. Son dos categorías de bici con un gran potencial de cara al futuro”, continúa Freire. Así, la bicicleta eléctrica es el vehículo eléctrico preferido por los españoles, y ya supera el millón de unidades (236.000 el año pasado). Y eso que países como Francia, Portugal o Italia ofrecen subvenciones para cambiar flotas por estos vehículos, algo que no ocurre en España.

La entrada en vigor de las zonas de bajas emisiones en las 150 ciudades más pobladas de España impulsará este tipo de movilidad urbana, según Gregorio Serrano, exdirector de la DGT y consultor de movilidad sostenible de EY, en cuya sede se ha presentado el informe: “La bicicleta es ocio, turismo, transporte, y va a tener un protagonismo especial en las ciudades con la entrada de las zonas de bajas emisiones, que van a potenciar el transporte en bicicleta como un elemento importante de micromovilidad. Mientras, la Estrategia Estatal de la Bicicleta también va a ser un acicate para el desarrollo de la bici”.

1,35 millones de bicis vendidas

El documento muestra que en 2022 se vendieron en España 1,35 millones de bicis, un 13,59% menos que en 2021, si bien todavía por encima de los datos de 2019, último año prepandemia. En cuanto a facturación, se alcanzaron los 2.700 millones de euros, un 6% menos que en el periodo anterior. Este dato no es tan acusado como el de venta de velocípedos y se explica por dos motivos: porque incluye accesorios y componentes y porque cada vez se exportan más bicicletas al exterior. De hecho, la producción de bicis aumentó 2,8% sobre los mejores datos de la historia, mientras que la exportación creció un 76%. “España fue el país de la UE que más bicis exportó fuera del mercado común. Así se entiende que aumente el empleo y la producción pese a que bajen las ventas”, señala Freire. La producción de 2022 duplicó la de 2019, y las exportaciones son ya el triple, según datos del Ministerio de Industria.

En cuanto a otros datos positivos, aumenta la creación de empresas fabricantes y la red de talleres: por primera vez, hay más de 3.100 puntos de venta de alquiler, venta y reparación de bicicletas (sube un 2,7%) y son ya más de 400 las empresas que producen y distribuyen velocípedos (un 10,7% de crecimiento), 189 de los cuales son fabricantes nacionales. Freire resume: “Si estamos produciendo más bicis, hay más empresas y generamos empleo, y exportamos cada vez más, pero vendemos menos, algo falla. Hace falta un mayor compromiso por parte de las administraciones públicas y una fiscalidad más verde”.

Y pone como ejemplo el caso alemán, donde la puesta en marcha de una línea de ayudas para comprar bicis de carga, ideales para mover mercancías multiplicó las ventas de este tipo de velocípedos de 10.000 a 100.000 unidades en un año, y ahora superan las 200.000. Ese sector todavía es muy incipiente en España, y precisamente por ello tiene un grandísimo potencial de crecimiento.

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