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Series de televisión
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El día que nació la violencia

La serie ‘Raza Brava’, del director chileno Hernán Caffiero, retrata el surgimiento de la Garra Blanca en los 80, en dictadura y con el fútbol como telón de fondo

Imagen de la serie ‘Raza Brava’, del director chileno Hernán Caffiero.

Los dos clubes más populares del país, Colo Colo y la Universidad de Chile, deberán jugar en las próximas dos temporadas sin público. Sus hinchas tampoco podrán comprar tickets para los pleitos como visitantes, por sanciones impuestas por la Conmebol tras hechos de violenta gravedad provocados en distintas ciudades de Sudamérica. Este año dos jóvenes fanáticos de los albos murieron en las afueras del Monumental cuando la policía trataba de contener una avalancha, masivos turbazos con que se eluden los controles de acceso.

El fenómeno de las barras bravas no es nuevo ni en Chile ni en el mundo. Tiene raíces universales y si bien cada cultura busca sus propias explicaciones para la barbarie institucional que promueven, la organización es diferente. El cineasta y productor Hernán Caffiero se interesó en el fenómeno para su primer trabajo documental, Raza Brava, que retrató a la Garra Blanca en sus orígenes. Hoy, en una serie que será distribuida internacionalmente, escarba en los primeros años de gestación en una ficción que tiene la impronta de una historia real.

“Me gustan los desafíos difíciles, y desde todo punto de vista, esta serie era imposible de hacer. Por lo duro de conseguir financiamiento para un proyecto que se sumerge en un tema como este, pero principalmente por la propuesta realista y desprejuiciada que queríamos lograr, y que solo se podía conseguir pisando la tierra y vinculándose a los diversos mundos que construyen ese Chile popular donde las historias se cuentan de boca en boca y donde las cámaras son sinónimo de traición e injusticia”, dice Caffiero a poco de estrenar su serie, que constará de cuatro capítulos de 50 minutos de duración, que produjeron DeCulto, Atómica, Wild Sheep y The Mediapro Studio.

“Crecí en una villa al lado del Estadio Nacional, donde ir a ver a Colo-Colo con mi papá se transformó en nuestra trinchera de amor y resistencia por más de 14 años. Un lugar donde miles de otros niños y viejos construyeron un vínculo mucho más profundo que el apego a los triunfos, a las copas, a un sistema de juego o a un ídolo. Un espacio de pertenencia donde ser popular era digno de orgullo y donde pude ver como un grupo de hinchas mayores que yo, fueron organizándose y haciéndose escuchar para formar una barra. Con los años, este grupo se transformó en una expresión masiva y popular, casi siempre visceral, que se enfrentaba a la policía y a todo lo establecido”, enfatiza el director, aclarando que la estética de su serie no busca romantizar la violencia ni embellecer la miseria en que fue filmada.

La serie Raza Brava mostrará sus primeras imágenes en Iberseries, el 1 de octubre, y contó con el respaldo oficial de Colo Colo, formando parte de la conmemoración del centenario del club y que, paradójicamente, se ha transformado en un calvario, con pésimo desempeño deportivo, sanciones internacionales, líos directivos y el despido anticipado de su técnico, Jorge Almirón. Tampoco fue un buen año para la Garra Blanca, que perdió a dos de sus integrantes, que arrastró al club a una pesadilla económica al quedar eliminado de la Copa Libertadores y que ha debido disputar partidos a puertas cerradas o con limitado aforo debido a desórdenes y malos comportamientos.

Al igual que el prolífico género del hooliganismo inglés, Caffiero enfatiza que Raza Brava es una historia “que tiene al fútbol como telón de fondo, pero que habla de lo que somos como sociedad”. Ambientada en los 80, cuando la dictadura de Augusto Pinochet se ensañaba con los jóvenes marginales, la construcción dramática da cuenta de como surge el fenómeno, como se enfrentan internamente y como terminan devorándose en su propia violencia.

Un camino que bien valdría explorar por estos días.

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