Un comediante venezolano sale abucheado en el Festival de Viña del Mar: la organización considera que hubo xenofobia contra él
Grupos de venezolanos presentes también se sintieron insultados por los gritos a George Harris y abandonaron el recinto
El público del Festival Internacional de Viña del Mar, uno de los más importantes de América Latina, es conocido como “el monstruo” por abuchear a los artistas. Este domingo, en la noche inaugural del certamen, se despertó rápido. Tras la ovacionada presentación de Marc Anthony, se presentó el comediante venezolano George Harris, previamente anunciado entre aplausos por la mayoría de los 15.000 asistentes. Durante dos minutos dio las gracias por el recibimiento y destacó la gran cantidad de banderas de su país. A los tres minutos de su presentación, sin embargo, el ambiente cambió. Finalizado su primer chiste, en vez de risas aparecieron los abucheos y, aunque cesaron a ratos, el caraqueño radicado en Estados Unidos abandonó el escenario tras discutir con quienes se mostraban descontentos con su trabajo. El incidente ha despertado el debate en redes sociales y medios sobre la tensión por la xenofobia contra los venezolanos. El propio festival considera que Harris vivió un episodio de racismo.
En las graderías, grupos de venezolanos también se retiraron en señal de protesta. Hubo quienes acusaron una actitud xenófoba por parte de los chilenos, mientras que los especialistas argumentan que el material no era bueno y que Harris, como ha ocurrido con varios comediantes en el pasado, simplemente fue devorado por el monstruo. Harris ha brillado en las tarimas latinas de Estados Unidos y también en España, con rutinas muy orientadas al público venezolano y de contenido ligero. Últimamente, ha prestado su plataforma a la causa de la oposición venezolana.
La presentación de Harris tuvo un preámbulo de predisposición y amenazas. Cuando se anunció que sería parte del festival, en las redes sociales resucitaron un tuit en el que decía: “Y por ahí hay un montón de gente que aún llora por Allende. ¡Qué pobreza de mente tan arrecha!”, acompañado de un video de una protesta de mujeres en 1971, durante el mandato del socialista. También se difundió una rutina en la que cargaba contra el presidente Gabriel Boric. Se produjo tal malestar por las declaraciones que incluso se barajó que no participara, pero finalmente pidió perdón y continuó con la tarea de ser el primero de los seis comediantes del certamen.
En la rueda de prensa antes de su presentación reiteró que se había equivocado, pero puntualizó: “Quiero recordarles de dónde vengo yo. Estamos huyendo de una situación política que está en el país hace 25 años, entonces a los venezolanos todo lo que nos suene de un lado, de una tendencia, a veces sin saber, decimos ‘no nos gusta’”. El comediante, señalaron los organizadores, estuvo a punto de bajarse del festival al sentirse afectado por la avalancha de críticas, amenazas de muerte y mensajes de odio que recibió en sus redes sociales antes del Viña del Mar.
Los animadores Karen Doggenweiler y Rafael Araneda lo presentaron cerca de las 23.30 horas como un comediante de talla internacional, con 20 años de trayectoria. “Porque la buena comedia es universal” y “el buen humor no tiene fronteras”, fueron las palabras para anunciarlo. Harris llegó enérgico. Dijo que era uno de sus sueños participar del festival y agradeció a los públicos de Chile y Venezuela. Su rutina, sin embargo, solo convenció a los segundos. “Yo no puedo creer que una gente compre una entrada para pitar toda la noche, se van a quedar sordos”, afirmó a los pocos minutos en alusión a los detractores.
“El que no le gusta, que vaya a comprar un refresco, o una empanada. Vas a estar toda la noche shh, levántate una venezolana, marico. ¿Qué te pasa? ¿Vas a estar toda la noche silbándome? Por eso te vas a quedar solo, huevón. Levántate una venezolana, ten una novia, ten una vida, ten una polola, coño”, continuó hilando un discurso parecido al de sus rutinas habituales. Harris le hablaba aparentemente a un grupo en la zona más cercana al escenario. “Aquí hay monstruos”, dijo señalándolos, “pero allá rugen”, añadió, en referencia a la galería, donde se concentraba su público venezolano.
En dos oportunidades, el comediante interrumpió la rutina para abandonar el escenario, pero los animadores intervinieron para que siguiera. Incluso le aconsejaron ser más rápido. En una de las intervenciones de los animadores, Harris les dijo: “Ni Xuxa sufrió tanto”, recordando la mala experiencia de la cantante brasileña en ese mismo escenario. Su defensa podría ser el intento de hacer un chiste de su propia tragedia. “Es que te pusiste a pelear, no pelees”, le respondió Araneda. “No hay que pelear con los chilenos, si siempre ganamos, todas las luchas las ganamos los chilenos”, agregó Doggenweiler.
Las redes sociales ardieron con críticas y, por supuesto, chistes. Entre chilenos la participación fue considerada grosera y desafiante. Para los venezolanos el abucheo fue un acto de xenofobia. El comediante chileno Fabrizio Copano escribió en X: “Entonces es de venezolano eso de volver cuando piden que se vaya”. Luego añadió que se refería a Nicolás Maduro. En los últimos cinco años la población venezolana en Chile ha pasado de 344.506 a 728.586 en 2023, lo que implica un alza del 111,5%. La presión sobre los migrantes ha elevado las tensiones. Ataques verbales, incidentes aislados que han implicado violencia física y restricciones específicas para los aficionados venezolanos -como las que se han impuesto para compra de boletos en los juegos en el país de la selección Vinotinto- se han reportado en redes sociales en los últimos años.
Lo de Viña del Mar ha estado salpicado de esos roces Consultado sobre lo ocurrido con Harris, Álex Hernández, director ejecutivo del Festival de Viña del Mar, sostuvo esta mañana: “Por supuesto que hubo xenofobia”, dijo. “Hubo un grupo de venezolanos que estaba arriba y que fueron atacados por un grupo pequeño de chilenos y quiero ser muy enfático, era un grupo pequeño desubicado”, apuntó.
Cuando Harris se bajó del escenario, la producción decidió que no participara del backstage, un espacio dedicado a que el artista hable de sus primeras impresiones tras su participación. Tampoco hubo rueda de prensa. Junto a su equipo y su madre, Irene Shaw, el comediante se trasladó al hotel donde se hospeda. Un grupo de venezolanos se congregó afuera del recinto para apoyarlo. “Reúnan en dólares para que se vayan. Reúnan en dólares”, dijo Shaw por la ventana a sus compatriotas, en una aparente alusión a que juntasen el dinero para irse de Chile. Luego en sus redes sociales escribió:
“Se hizo lo que se pudo, mi gente. Lo siento mucho”.
En Viña del Mar los comediantes actúan entre los artistas que se presentan cada noche del festival. Hace unos años, tras el fracaso de la comediante chilena Javiera Contador, el debate se intensificó entre quienes consideran que el público debe respetar el trabajo del humorista y mantenerse en silencio si no les gusta la rutina, y quienes defienden que los artistas saben a lo que se enfrentan al firmar el contrato y deben acatar las reglas del juego festivalero.