El rotundo rechazo de Boric a la “dictadura” de Maduro no hace eco en el Partido Comunista
La formación, parte del Gobierno de izquierdas, defiende su derecho a diferir del mandatario chileno, quien ha tildado de “fraude” el triunfo del líder chavista
Para el mandatario chileno Gabriel Boric ya no existen dudas de que el régimen venezolano de Nicolás Maduro es “una dictadura que falsea elecciones”. Esa convicción, sin embargo, no es secundada por todas las formaciones políticas de izquierdas que componen su Gobierno. El presidente del Partido Comunista (PC), Lautaro Carmona, una piedra fundamental en la Administración, descartó que el régimen venezolano sea una dictadura porque “hay separación de poderes” y emplazó a la Cancillería chilena a explicar por qué firmaron una declaración con países como Argentina y Estados Unidos rechazando el fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, que dio por válido el triunfo de Nicolás Maduro en los comicios del 28 de julio.
Carmona defiende que su formación tiene “el legítimo derecho a tener una distancia” con la declaración de Boric: “Lo hacemos sin cuestionar que la representación y la tarea y la política en el plano exterior la lleva el Presidente de la República”. Los cuestionados resultados de las elecciones venezolanas han supuesto una profundización de las diferencias entre el Gobierno de Boric, que se ha plantado como el líder de izquierdas más duro con el régimen chavista en América Latina, y el Partido Comunista. “Soy presidente de todos los chilenos”, dijo Boric tras conocer el fallo del Supremo venezolano, “pero además un militante de un partido de izquierda, el Frente Amplio, en una coalición entre la izquierda y la centroizquierda que cree profundamente en el valor de la democracia”. En esa coalición, el PC no ha estado alineada con su discurso.
“Con la misma convicción que defendemos el respeto a la soberanía de pueblos y los caminos que definan los venezolanos para resolver sus conflictos”, rezaba un comunicado del PC difundido este domingo, “es importante subrayar que Venezuela ha sido objeto de sanciones económicas unilaterales impuestas por Estados Unidos y sus aliados”. En el texto hicieron un llamamiento a la comunidad internacional a “abstenerse de adoptar posturas que puedan fomentar un clima de confrontación en Venezuela, que agudicen la crisis a niveles extremos” y que “toda solución debe ser en el marco del irrestricto respeto de los derechos humanos”. También se sumaron a la solicitud de que el régimen entregue el desglose de las actas y que estas sean validadas por veedores internacionales imparciales.
La portavoz del Gobierno de Boric, la militante comunista Camila Vallejo, planteó este lunes en radio Duna que “en política hay diferencias que dividen y hay diferencias que conviven”. “Para el presidente ese tema es una de las diferencias con las cuales hemos convivido hace rato y probablemente sigamos conviviendo”, añadió sobre la postura de la dirigencia de su partido, de la que ha marcado distancia desde que estalló la crisis electoral venezolana, al igual que otras figuras políticas de su generación y color político. La ministra destacó que hay dos puntos en los que sí están alineados: la exigencia de total transparencia y la solución política pacífica.
El Gobierno de Boric lleva un mes intentando poner paños fríos a las discrepancias con el PC sobre Venezuela, pero parlamentarios de su otra coalición de Gobierno, el Socialismo Democrático, han reprochado sin reparos a la formación liderada por Carmona. “Lo que ha expresado el timonel del PC finalmente es ratificar que ellos prefieren estar al lado de Maduro que al lado del presidente Boric. Ellos creen que Venezuela es una democracia y Chile piensa que es una dictadura”, dijo el senador socialista Juan Luis Castro, quien añadió: “Esto pone en una situación de un antes y un después las relaciones políticas”. En la misma línea, el diputado del Partido por la Democracia (PPD), Raúl Soto, dijo que el PC le está “dando la espalda” al mandatario chileno y “privilegia al dictador Maduro”. El presidente de la Democracia Cristiana, un partido de centro izquierda que no es parte de la coalición de Gobierno, pero sí afín, Alberto Undurraga, planteó que el régimen de Maduro “hace fraude, persigue a opositores, insulta a nuestro presidente, expulsa a nuestro embajador y el Partido Comunista no es capaz de decirle a eso dictadura”.
Diputados de la oposición fueron más lejos y emplazaron a todos los ministros y subsecretarios comunistas a tomar distancia de Carmona o renunciar a sus cargos. Todo el Gabinete ha estado alineado con la postura de Boric ante Venezuela. La secretaria general del PC, Bárbara Figueroa, dijo este lunes en CNN que “no hay contradicción” en la postura de la formación y ser parte de la Administración de izquierdas y que el debate de fondo es cómo se resuelve la crisis venezolana. “Para resolverla se requieren caminos de discusión política y pacíficos, porque no basta solo consignar y calificar qué tipo de régimen se vive hoy en Venezuela, si es que eso no es contribuyente”, planteó.
En estos días Chile firmó un documento con Argentina, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay en el que rechazan “categóricamente” el anuncio del Tribunal Supremo de Justicia venezolano que concluyó “una supuesta verificación de los resultados” de los comicios. Carmona dijo a la radio Nuevo Mundo que le “encantaría” a su partido que hubiera “alguna consideración” por el canciller Alberto van Klaveren o la Cancillería, de comentar “abiertamente con el país por qué nos vimos obligados a estar en una firma con este grupo de países”. El canciller venezolano, Yván Gil, calificó a los 11 gobiernos firmantes como “un nuevo Grupo de Lima”, y rechazó “en los términos más enérgicos el grosero e insolente comunicado”.
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