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Alemania apoya al Gobierno chileno en su plan de transformar la ex Colonia Dignidad en un sitio de memoria

Este lunes, tras una reunión bilateral en Berlín, el presidente Gabriel Boric y el canciller alemán Olaf Scholz comunicaron el compromiso de ambos países por “acabar con la fase de impunidad”

Gabriel Boric y Olaf Scholz
Gabriel Boric y Olaf Scholz durante una conferencia de prensa en Berlín.Nadja Wohlleben (REUTERS)

Alemania colaborará activamente en el plan del Gobierno chileno para hacer de la ex Colonia Dignidad un sitio de memoria. El canciller alemán Olaf Scholz, tras sostener este lunes una reunión bilateral en Berlín con el mandatario chileno, comentó: “Le he transmitido al Presidente Boric mi profundo respeto y mi apoyo a la decisión de Chile de expropiar parte del recinto de lo que hoy se llama Villa Baviera. Esto permitiría establecer en este recinto un sitio de memoria y un centro de documentación (...) Apoyamos un importante proyecto del Archivo Nacional de Chile, en el marco del Plan Nacional de Búsqueda está previsto trabajar para esclarecer los crímenes de la dictadura de Pinochet y acabar con la larga fase de impunidad”.

El presidente Boric, quien está de gira por Europa hasta el 18 de junio, detalló que Alemania “va a contribuir de manera significativa y directa en la construcción del centro de archivo y memoria histórica, además de continuar y respaldar el trabajo para la reparación de las víctimas”.

Colonia Dignidad fue un asentamiento de colonos alemanes establecido en la comuna de Parral, en la región del Maule, en el centro-sur de Chile. Fue fundada en 1961 por Paul Schäfer, un exmilitar nazi que huyó a Chile tras ser investigado por abuso sexual contra niños en Alemania. En el enclave se dieron lugar graves violaciones a los derechos humanos. En primera instancia, a los propios colonos alemanes que vivían en un profundo estado de vigilancia y hermetismo que se tradujo en torturas y abusos sexuales. Tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 en Chile, Colonia Dignidad fue utilizado como un centro tortura, de detención y desaparición de presos políticos. En 2006, Paul Schäfer, tras su detención en Argentina, fue condenado a 33 años de prisión por los delitos de homicidio calificado, tortura, abusos sexuales y posesión ilegal de armas. En 2010, a sus 88 años, murió en el hospital de la ex Penitenciaría de Santiago.

En Berlín, el jefe de Estado chileno también se refirió a las dudas que generan las indemnizaciones por la expropiación a los actuales dueños de los terrenos que conforman la ex Colonia Dignidad: “La expropiación tiene que cumplir con los procedimientos legales que están establecidos en el derecho chileno y esto será resorte de los tribunales. A nosotros lo que nos interesa es decir que acá nunca más se pueden cometer los crímenes que allí se cometieron, que tiene que haber un centro de memoria histórica, que tiene que haber reparación para las víctimas (...) que es contradictoria con favorecer a los victimarios”.

La reunión entre ambas autoridades se da luego del anuncio de Gabriel Boric en su Cuenta Pública del pasado 1º de junio de expropiar algunos terrenos que corresponden a la ex Colonia Dignidad: “Los derechos humanos y la memoria son una tarea que no reconoce fronteras. Desde hace ya varios años, los gobiernos de Chile y Alemania han estado trabajando para convertir un antiguo espacio de horror y muerte en un lugar de memoria y futuro”, indicó la máxima autoridad chilena en su discurso en el Congreso Nacional en la ciudad de Valparaíso. En esa instancia detalló que, mediante un oficio por parte del ministro de Justicia chileno, Luis Cordero, al ministerio de Vivienda, se solicitó la expropiación de seis infraestructuras: la casa de Paul Schäfer, el restaurant, el edificio de administración y hotel, la bodega de papas, el hospital y la portería.

La medida anunciada por el Gobierno toma en cuenta la propuesta para la creación de un sitio de memoria entregada en 2021 por la Comisión Mixta Chile-Alemania. A cargo de dicho informe estuvieron grupos de expertos chilenos y alemanes, quienes trabajaron con distintas agrupaciones de víctimas.

El compromiso que hizo Alemania este lunes no es el primero. En 2016, el actual presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, en ese entonces ministro de Relaciones Exteriores, pidió perdón por la pasividad de los diplomáticos alemanes mientras ocurrían violaciones a los derechos humanos en la actual Villa Baviera: “Este es un capítulo negro de la historia de la diplomacia alemana y es evidente que los diplomáticos perdieron la orientación e hicieron muy poco para proteger a las personas que buscaban escapar del maltrato”. En 2019, el país europeo impulsó una medida reparatoria para los chilenos y alemanes que sufrieron torturas y abusos.

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