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Max Luksic, el heredero de uno de los clanes más ricos de Sudamérica que explora una carrera política en Chile

El tercero de los cinco hijos de Andrónico Luksic renunció esta semana a Canal 13, la estación televisiva que lideró por cinco años

Maximiliano Luksic.
Maximiliano Luksic.Jotaefe20 (Wikicommons)
Antonieta de la Fuente

Fue en abril, tras un viaje a China, donde se reencontró con los lugares en los que había trabajado por primera vez, que Maximiliano Luksic Lederer (36 años, Santiago de Chile) terminó de tomar la decisión que venía masticando desde 2023: renunciar a la dirección ejecutiva de Canal 13, la estación televisiva chilena que lideró durante cinco años.

Es un proceso que el tercero de los cinco hijos de Andrónico Luksic –el primogénito de la familia de origen croata que posee la mayor fortuna de Chile y una de las mayores de Sudamérica, de 25.700 millones de dólares según Forbes- zanjó esta semana. El lunes, a través de un video en sus redes sociales, anunció públicamente su decisión. “A partir de hoy cierro mi ciclo como director ejecutivo de Canal 13 y así se lo he informado al directorio. Además, he decidido poner fin a una etapa de trabajo en el mundo privado”, señaló. La última frase abrió la puerta a especulaciones de todo tipo. La política y la filantropía son hoy las alternativas que evalúa el heredero para su futuro.

Quienes lo conocen dicen que cumplió el objetivo: logró equilibrar las finanzas del canal y recuperar las audiencias, los desafíos que le planteó su padre en 2016 cuando le pidió volver a Chile desde Croacia a hacerse cargo de la estación. En 2010 Andrónico Luksic compró el 67% de la señal televisiva a la Universidad Católica y en noviembre de 2017 concretó la adquisición del 33% restante. Es una inversión que el empresario ha realizado a título personal y que no forma parte de Quiñenco, el holding que reúne a las empresas familiares del grupo, a excepción de la minera Antofagasta Minerals.

Del Grange a La Granja

Desde que era un niño que estudiaba en el colegio Grange, uno de los establecimientos educacionales de élite en Chile, Max –como se le conoce- era curioso y bueno para conversar. En esa época se escapaba en transporte público a barrios populares de Santiago, como Franklin, La Granja y Puente Alto a deambular, conversar con las personas y conocer más sobre otras realidades. Sus aventuras muchas veces alarmaban a su familia, que por su fortuna, siempre ha debido cuidar su seguridad y exposición. Hoy Max todavía conserva amigos de esta época, con los que se junta a jugar fútbol.

Desde la dirección ejecutiva del Canal 13, organizaba salidas a regiones para conocer más sobre otros lugares del Chile, donde lo que más disfrutaba era juntarse con juntas de vecinos, dirigentes sociales, medios regionales y autoridades. “Íbamos a escucharlos. Y eso le apasionaba. Estar en terreno, conociendo y escuchando”, dice una persona que participó de estos encuentros.

La otra gran pasión a cargo del 13 es el programa Mesa Central, un espacio dedicado a la conversación política y actualidad, que conduce el periodista Iván Valenzuela y que se transmite todos los domingos por la mañana. Era casi una tradición que Luksic llegara temprano a saludar a los invitados, como ministros, parlamentarios, gobernadores, alcaldes, entre otras autoridades.

De esos encuentros salieron varias de sus reflexiones ligadas a mundo político. El ejecutivo ha comentado cómo fue testigo de que la amistad cívica entre dirigentes que piensan diferente se fue erosionando con los años. Al mismo tiempo se dio cuenta de que muchos de los líderes no contaban con la preparación necesaria para los desafíos que debían enfrentar.

Esa experiencia, sumada a las reuniones que a partir de 2023 empezó a tener con figuras del mundo político, tanto regional como local, lo convencieron de que, en ese espacio, él podría ser un aporte. Se reunió con expresidentes y algunos líderes latinoamericanos, como Daniel Noboa de Ecuador y Luis Lacalle Pou de Uruguay, quien lo impresionó por la claridad de sus ideas.

Con un ideario ligado a la derecha, Luksic cree que puede ser un aporte en temas de gestión ligados a la política. Eso lo motivó a reunirse a fines de fines de abril con los presidentes de los diferentes partidos de la derecha y el centro chileno –desde Republicanos hasta Demócratas y Amarillos- para ver espacios en los que aportar. “Sí, nos reunimos. Anticipó que dejaría el canal y su interés es el mundo público, específicamente en roles que requieran gestión. Pero no hablamos de candidaturas específicas”, cuenta a EL PAÍS Gloria Hutt, presidenta de Evópoli, de la derecha liberal.

Su idea inicial no era apostar por una candidatura, pero en algunos de esos encuentros le ofrecieron presentarse en las elecciones a alcalde que se realizarán el próximo 27 de octubre. Las propuestas que ha recibido y sobre las que aún no hay definiciones, lo sorprendieron. Él iba con la idea de buscar un lugar menos visible, como asesor o concejal, pero hoy analiza seriamente si tomar el desafío.

Está consciente de los costos que tendría involucrarse en la carrera por una alcaldía, tanto para su privacidad como para su familia, pero estaría dispuesto a correr el riesgo.

De lavacopas a encargado de hotel

Max Luksic vivió la mayor parte de su vida fuera de Chile. Cuando tenía 12 años le pidió a sus padres que lo enviaran a estudiar a Estados Unidos. Partió por un año a un internado a Boston, una experiencia que fue dura, donde tuvo que aprender a lavar su ropa, planchar y cocinar, pero que forjó su carácter trabajador y obsesivo. Tras salir del colegio viajó a Estados Unidos. Se decidió por Babson College, la misma casa de estudios en la que estudiaron sus cuatro hermanos y su padre. Iba en mitad de la carrera, era un alumno promedio, dedicado al rugby y a las amistades, cuando un llamado de Andrónico lo hizo sentar cabeza: el patriarca le pedía aprovechar la oportunidad de estudiar en una de las mejores escuelas de negocio del mundo. Ya sea por orgullo o por responsabilidad, Max obedeció: se graduó con honores.

Su siguiente paso fue un MBA en Les Roches International School of Hotel Management en Suiza, donde se especializó en marketing de hotelería. Quería ser consultor de hoteles, pero le faltaba conocer el trabajo operativo. Partió a Beijing, una ciudad que le atraía mucho, como todo el mundo asiático, y dejó su currículum en diferentes cadenas hoteleras. Lo llamaron desde el Shangri-la, un cinco estrellas en el que el joven Luksic partió lavando copas. Luego fue ascendido para trabajar como segundo a bordo del restaurante, donde pudo poner a prueba sus conocimientos para buscar mejoras operativas y de eficiencia. Su gestión llamó la atención de los dueños de la cadena que lo pusieron a cargo de un hotel más pequeño en Hong Kong.

En eso estaba cuando su tío Guillermo Luksic –quien murió de cáncer en marzo de 2013- y su hermano Davor lo llamaron para sumarse al negocio familiar hotelero de la familia en Croacia, donde controlan las cadenas Adriatic Luxury Hotels, Playa Laguna e Instraturist. Ahí estuvo durante dos años, hasta que su padre le pidió que viajara a Chile a ayudarlo con Canal 13.

El príncipe

Trabajólico, quienes han coincidido con él en Canal 13 dicen que desde que llegó en 2016, específicamente al área de medios digitales, llegaba siempre a las siete de la mañana y salía a las 11 de la noche. Le decían el príncipe, por ser el hijo del dueño, un apodo que Luksic trabajó por dejar atrás. Algo callado, de bajo perfil, pero amable e interesado por conocer más, se reunió con todas las áreas del canal y hasta el día de hoy conoce los nombres de la mayoría de las personas que trabajan en la estación. Una práctica que, dicen, la heredó de su padre. “En el canal lo quieren harto. Es que no le gusta que lo traten distinto por ser autoridad. Y lo respetan mucho”, dice una persona del área ejecutiva del 13.

Desde medios digitales, pasó a vender publicidad, donde más de una vez le cortaron el teléfono pensado que era una broma cuando escuchaban su nombre. Luego pasó a marketing y después asumió como subdirector. Esa fue una época dura, el canal atravesaba un complejo momento financiero, con pérdidas de 15.000 millones de pesos (unos 16,2 millones de dólares) y había que reestructurar. Junto al entonces director ejecutivo, Javier Urrutia, idearon una fórmula para traspasar parte de la planta de trabajadores a la coompañía española Secuoya, a quien externalizaron parte de la operación. El proceso implicó la desvinculación de unas 300 personas de la estación.

Tras ese ciclo, en junio de 2019 Max Luksic asumió la dirección ejecutiva. Cuatro meses después fue el estallido social en Chile, una época desafiante, donde la televisión y sus contenidos también se pusieron en duda. Uno de los programas de los que se siente orgulloso es Aquí somos todos, que estuvo al aire durante dos años en las tardes y que tenía un enfoque solidario que buscaba ayudar a personas que lo necesitaran, a través de la comunidad y especialistas. “Un par de veces fueron niños de campamentos al canal. Ahí se perdía. Se ponía como niño de la edad para jugar y conversar, mostrarles todo el canal, jugar ping pong y hablar de fútbol. Le brillaban los ojos”, recuerda una persona que compartió con él en ese espacio.

La relación con la actriz y locutora radial Loreto Aravena, conocida por su papel en la serie Los 80 de Canal 13, su pareja desde 2017, le ha permitido a Luksic explorar también su lado más social. La familia de Aravena vive en Puente Alto, un popular municipio del suroriente de Santiago, y la actriz participa de actividades con la comunidad, como bingos y fiestas para recaudar dinero para diferentes causas. En todos esos eventos, siempre está acompañada por Maximiliano.

Ahora, el heredero deberá decidir si asume el desafío político para el que se siente llamado, u opta por un espacio más reservado donde llevar adelante su vocación, a través de las fundaciones de su familia nuclear (Te apoyamos, Oportunidad y Amparo y justicia). O bien desde las organizaciones filantrópicas que nacen de la Fundación Luksic donde participan todas las ramas del clan y que hoy lidera su prima Isabella, hija mayor del presidente del negocio minero Antofagasta Plc, Jean Paul Luksic, de la que es muy cercano.

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Antonieta de la Fuente
Es periodista de EL PAÍS en Chile, especializada en negocios y economía. Ha trabajado en los principales medios escritos del país, como 'Qué Pasa', 'La Tercera', 'Diario Financiero', 'La Segunda' y 'Revista Capital' de la que fue editora general entre 2013 y 2019.
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