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Una treintena de exconsagradas chilenas carga contra los Legionarios de Cristo: “El abuso de poder era común”

Las antiguas miembros del movimiento Regnum Christi sostienen que la denuncia de una presunta víctima de violaciones grupales “parece verosímil”

Antonia Laborde
El sacerdote Marcial Maciel recibe la bendición del papa Juan Pablo II
El sacerdote Marcial Maciel recibe la bendición del papa Juan Pablo II.TARCISIO SAMANIEGO (Cuartoscuro)

Un grupo de 32 exconsagradas del Regnum Christi, la rama femenina de la Congregación Legionarios de Cristo, han publicado este martes una carta en apoyo a una denunciante chilena que acusa haber sufrido violaciones grupales por sacerdotes en un centro de discernimiento vocacional de Santiago entre 2008 y 2010, cuando era adolescente. “Fuimos sometidas a un ambiente en el que el abuso de poder y conciencia eran lo común, y en donde las agresiones sexuales que se describen en la demanda sí se pudieron haber dado”, sostienen las firmantes sobre la demanda civil interpuesta el pasado junio por la presunta víctima, hoy de 32 años, exalumna del Colegio Cumbres, un exclusivo establecimiento educativo administrado por los Legionarios de la capital chilena.

La denunciante ingresó a vivir al Centro Estudiantil Regnum Christi cuando tenía 16 años y se marchó cuando tenía 18. La causa es de carácter reservado, pero a mediados de agosto se filtró por redes sociales la demanda civil de indemnización por perjuicios, que describe abusos sexuales, de poder y conciencia perpetrados por siete sacerdotes y dos consagradas, a los que señala como autores, cómplices o encubridores. Tras la filtración, la familia de la denunciante pidió “respeto y privacidad” para una mujer que “se vio arrastrada hacia un sistema que la manipuló, la denigró y abusó de ella hasta el extremo”, según describe un comunicado de la Fundación Para la Confianza, representante de la denunciante.

Las exconsagradas y exintegrantes del Centro Estudiantil, donde las mujeres se forman como parte del proceso de discernimiento vocacional, sostienen: “El contexto relatado en la denuncia nos parece verosímil”. Mencionan que las consagradas debían “ceder ‘el propio juicio en favor de ellos (autoridades y superiores), como holocausto agradable a Dios’, es decir, como un acto de abnegación total llevado a cabo por amor, según señalaban los estatutos”. También dicen que no podían “develar pensamientos, emociones y vivencias personales”, dentro y fuera de las comunidades y que el tener amistades era considerado “ser infiel a Dios”. “De esta manera, nos mantenían aisladas unas de otras, y en muchos casos, muy dependientes afectivamente de los directores”, apuntan en la misiva.

A fines de junio, el Movimiento Regnum Christi Chile señaló que la presunta víctima presentó en noviembre de 2019 dos denuncias separadas, una ante las Consagradas del Regnum Christi en Chile y otra ante la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede (CDF), en Roma.

Sobre la primera, que acusaba a dos consagradas, informaron que “se consideró que podría haber verosimilitud en algunos elementos presentados, pero que era necesario contrastar varios aspectos porque las condiciones marcadas no habían permitido profundizar suficientemente”. Eso derivó a una segunda pesquisa, a cargo de la Congregación para la Doctrina de la Fe en julio 2021, donde “la directora general de las Consagradas del Regnum Christi dio por concluido el caso por haber constatado que no existen indicios que den suficiente sustento a la denuncia contra la consagrada y la ex consagrada”.

La denuncia presentada ante la CDF “se refería a varios sacerdotes legionarios de Cristo”. Ellos le encargaron a un canonista la investigación previa, que se extendió por nueve meses. La CDF decretó archivar el caso porque “no se reunían los elementos suficientes para dar credibilidad a la denuncia”. La Fundación Para la Confianza alegó que “su trabajo, que se extendió hasta abril de 2021, fue sumamente hostil hacia nuestra representada, desatendiendo los protocolos pastorales que la Iglesia Católica ha desarrollado para la atención de víctimas de abusos”.

A finales de agosto, los siete sacerdotes de los Legionarios de Cristo acusados en la demanda civil interpuesta por la exalumna del Colegio Cumbres, solicitaron ante la Fiscalía que los hechos “sean investigados según los procesos previstos por la ley chilena”. Con esto, dijo el director territorial de los Legionarios de Cristo en Chile, el cura Gabriel Bárcena, “los sacerdotes buscan que las instancias penales competentes sean las que examinen y juzguen de manera imparcial, y en pleno respeto por los derechos de todas las personas implicadas. Dentro de estos derechos, además del debido cuidado de la confidencialidad solicitada por la demandante, también está el de los sacerdotes en cuanto a resguardar su dignidad, su reputación y su presunción de inocencia”.

El fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, abusó de al menos 60 menores, según una investigación de los propios Legionarios publicada en 2019. El Vaticano tenía desde 1943 documentos sobre la pederastia del religioso mexicano.

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Sobre la firma

Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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