¿Cómo calcular la paridad? El enorme desafío de la elección de la nueva constituyente
Una nueva fórmula, que corrige la sobrerrepresentación por sexo una vez cerrada la votación de este domingo, busca que el nuevo órgano esté integrado por 25 mujeres y 25 hombres
Este domingo, cuando ya esté el 95% de las mesas de votación escrutadas, el Servicio Electoral de Chile (Servel) aplicará la corrección para garantizar la paridad total del nuevo consejo constituyente, que el 7 de junio comenzará a redactar una nueva propuesta de Constitución. El nuevo sistema busca que el órgano, compuesto por 50 consejeros, tenga igual cantidad de hombres y mujeres, uno de los pr...
Este domingo, cuando ya esté el 95% de las mesas de votación escrutadas, el Servicio Electoral de Chile (Servel) aplicará la corrección para garantizar la paridad total del nuevo consejo constituyente, que el 7 de junio comenzará a redactar una nueva propuesta de Constitución. El nuevo sistema busca que el órgano, compuesto por 50 consejeros, tenga igual cantidad de hombres y mujeres, uno de los principios que se mantuvo del fallido proceso anterior (el 62% rechazó la propuesta de nueva Carta Magna en septiembre pasado).
Para esto, el Congreso chileno acordó una fórmula diferente a la aplicada a la convención constitucional pasada. Aunque mantuvo el mecanismo de entrada en el que cada lista debe presentar candidaturas paritarias, ordenarlas alternadamente y que sea una mujer la que aparezca en el primer lugar, la regla de salida tuvo cambios.
Lo que se busca con el actual mecanismo es que la paridad sea, además, representativa para todas las 16 circunscripciones de Chile. “Lo que se buscó es que no se cargara la asignación de paridad en ciertas regiones del país”, explica a este periódico la politóloga Pamela Figueroa, que formó parte de la mesa técnica del primer proceso constituyente chileno, cuando fue negociadora, justamente, en el tema de la paridad.
No se trata de una regla simple la que se aplicará en esta elección chilena. Si bien quedó establecida en el acuerdo que permitió un segundo proceso constituyente a fines del año pasado, la norma tuvo que ser clarificada a través de una reforma que recién fue promulgada el pasado jueves 4 de mayo. Y existen dudas sobre si su aplicación podrá este domingo hacerse de forma simple y algunos reparos por su efecto en las regiones de Chile con menos habitantes.
¿Cómo funciona? Una vez que estén los resultados electorales, el Servel aplicará primero la regla de proporcionalidad D’Hont que quedó establecida en la Ley 20.840, cuando se eliminó el sistema binominal en Chile, y que se aplicó por primera vez en 2017. Busca entregar proporcionalidad para asignar escaños premiando a las listas que obtengan mayores votos.
Si después de aplicar este mecanismo no hay paridad –si hay más de 25 hombres o más de 25 mujeres– arranca la corrección. Primero se determina cuál es el sexo sobrerrepresentado y cuántos candidatos electos deben ser reemplazados. Luego, se ordenan las listas de acuerdo al total de votos obtenidos a nivel nacional, de menor a mayor. A continuación, se ordenan las circunscripciones de cada lista que tenga electos del sexo sobrerrepresentado –según su total de votos–, de menor a mayor. El cambio se realiza si, entre los electos de la circunscripción el sexo sobrerrepresentado, supera en más de uno al que tiene menos. Si se cumple esa condición, entonces se cambia dentro del mismo partido o de la misma lista.
En caso de no cumplirse el escenario anterior, se miraría por la circunscripción menos votada. Y se realiza el cambio siempre dentro de mismo partido o lista. Y así, hasta alcanzar la paridad.
El mecanismo ha generado dudas, porque podría perjudicar a las regiones más pequeñas y con menor cantidad de votos aunque, según los expertos, esto se daría solo en casos excepcionales. “Efectivamente, podría ocurrir que no se lograra el factor de corrección en una región y se tenga que saltar a otra región. Es un escenario probable, pero creo que va a ser poco utilizado”, explica a EL PAÍS el politólogo y profesor de la Universidad Diego Portales, Claudio Fuentes.
Para Figueroa, “estadísticamente podría darse en situaciones muy acotadas. “Pero lo principal es que se trata de un sistema que busca pluralidad y fortalecer a aquellas listas con más apoyo de la ciudadanía”, dice la investigadora.
Más allá de la complejidad que puede implicar el sistema actual, ambos académicos coinciden en que lo que se busca en tener mayor representatividad y que la nueva propuesta de Constitución de Chile pueda resguardar el principio de paridad que se logró en el proceso anterior, en el que las mujeres obtuvieron un mayor número de candidatas electas y se tuvo que aplicar una corrección para lograr la igualdad.
“Si hay un elemento que quedó del proceso constituyente anterior es la necesidad de tener una representación adecuada de hombres y mujeres en espacios de deliberación. Y aunque puede tener defectos en la representación si no se logra la paridad y se debe aplicar el sistema de corrección, se le considera necesario por una adecuada representación de las mujeres”, agrega Fuentes.