Las estaciones de esquí adaptan sus inversiones a las ofertas de ocio para el resto del año
La Molina estrena dos remontadores y alcanzará los 2.500 metros de altitud
Las estaciones de esquí ya no buscan atraer únicamente a esquiadores. La temporada de nieve que empieza este mes de noviembre pretende ser la punta de lanza de un modelo de negocio que busca ofrecer diferentes actividades durante todo el año. “Queremos ser estaciones de montaña, no solo estaciones de esquí”, explica Ricard Font, presidente de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), el ente que gestiona cinco de las estaciones catalanas.
La Molina estrenará el 23 de noviembre —día de apuertura de pistas— dos remontadores que alc...
Las estaciones de esquí ya no buscan atraer únicamente a esquiadores. La temporada de nieve que empieza este mes de noviembre pretende ser la punta de lanza de un modelo de negocio que busca ofrecer diferentes actividades durante todo el año. “Queremos ser estaciones de montaña, no solo estaciones de esquí”, explica Ricard Font, presidente de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), el ente que gestiona cinco de las estaciones catalanas.
La Molina estrenará el 23 de noviembre —día de apuertura de pistas— dos remontadores que alcanzarán los 2.500 metros con la idea de facilitar el acceso a la montaña a los esquiadores en invierno, y a los excursionistas en verano. “Queremos poner en marcha esta nueva línea estratégica para ofrecer experiencias los 365 días del año”, añade Font. El movimiento económico y la explotación del territorio pretende, según FCG, “atraer gente y fijar la población” en unas zonas que sufren despoblación año tras año.
En la presentación de la temporada de invierno, celebrada en el Palau Robert, los directores de las estaciones reclamaron fusionar los sectores gatronómicos, culturales y de ocio para completar la oferta lúdica el resto del año. "Aspiramos a que la gente se tome una copa de cava viendo las estrellas, por ejemplo".
Otras de las novedades de la temporada de nieve son la creación de un forfet de esquí de montaña, la digitalización de los accesos en Espot y Port Ainé para evitar colas; y la puesta en marcha de un “tránsfer” [una especie de autobús] en La Molina, Vallter 2000 y Port Ainé para trasladar a los esquiadores desde los aparcamientos a las pistas. Estas tres estaciones pretenden evitar a sus clientes la dificultad de desplazarse con botas y el material de esquí hasta las zonas esquiables.
Los deportes de invierno están en auge en Cataluña por su vinculación con la candidatura olímpica de Pirineus-Barcelona de cara al 2030. La Federación Catalana de Deportes de Invierno confirmó que ha pedido la homologación para celebrar campeonatos oficiales en las pistas nórdicas de Lles y Aransa (La Cerdanya); y las finales de la Copa de Europa de esquí alpino de la temporada 2020-2021 se disputarán en La Molina. El Secretari General de l’Esport, Gerard Figueras, admitió que parte de las opciones olímpicas pasan por reforzar la agenda deportiva. “El proyecto requiere de un calendario deportivo de nivel, como el que tenemos previsto”.