El ‘top manta’ se cronifica en el paseo Joan de Borbó

Los comerciantes de la Barceloneta denuncian una reducción de la facturación

Vídeo: Gianluca Battista

Más de medio millar de vendedores ambulantes ilegales se instalan a diario en la zona portuaria de la Barceloneta, justo en el tramo comprendido entre el Muelle del Depósito, el paseo Joan de Borbó y los alrededores del Museo de Historia de Cataluña. Es un emplazamiento donde se concentra la venta ambulante ilegal después de que los operativos policiales —puestos en marcha semanas antes de las elecciones municipales— lo único que han conseguido es trasladar la problemática y crispar a los comerciantes.

Faltaba una semana p...

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Más de medio millar de vendedores ambulantes ilegales se instalan a diario en la zona portuaria de la Barceloneta, justo en el tramo comprendido entre el Muelle del Depósito, el paseo Joan de Borbó y los alrededores del Museo de Historia de Cataluña. Es un emplazamiento donde se concentra la venta ambulante ilegal después de que los operativos policiales —puestos en marcha semanas antes de las elecciones municipales— lo único que han conseguido es trasladar la problemática y crispar a los comerciantes.

Faltaba una semana para que comenzara el Mobile World Congress que se celebró en febrero. El intercambiador ferroviario de plaza de Catalunya se había convertido en un mercadillo ilegal a cubierto y el Ayuntamiento había alertado que la presencia de decenas de manteros era ya un problema de seguridad. El Consistorio gobernado por Ada Colau entendía que los Mossos eran los encargados de desalojar la zona al entender que se trataba de un nudo de comunicaciones. Por su parte, la Generalitat consideraba que era la Guardia Urbana la responsable de evitar la venta ambulante ilegal. Fueron semanas de discusiones hasta que el Consistorio —una semana antes del congreso de móviles— tomó la iniciativa y dirigió un operativo conjunto con Mossos y vigilantes de Renfe. Saturaron de agentes el intercambiador y el exterior y los manteros abandonaron el lugar.

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A finales de abril la Urbana, junto con la Policía Portuaria, puso en marcha otro operativo para expulsar la venta ambulante del Portal de la Pau y la zona del monumento a Colón. El plan era calcado al anterior. Los agentes permanecerían en la zona de forma indefinida para evitar que se instalaran los manteros. El resultado fue, de nuevo, un éxito pero matizado: las actuaciones policiales no han evaporado a los vendedores ambulantes que se han concentrado de nuevo en la Barceloneta.

El Consistorio tiene ahora un nuevo problema. La Policía Portuaria, desde principios de mes, ha dejado de hacer horas extras y el número de efectivos es menor. Además de la inactividad propia de la época electoral, el Ayuntamiento no ha conseguido que los Mossos d’Esquadra participen en un operativo conjunto en la Barceloneta como el que realizaron en 2017.

“Estamos muy preocupados. Por un lado, el Portal de la Pau comienza a ser cada vez más permeable. La acumulación de vendedores ambulantes en Joan de Borbó es tal que han provocado que los turistas, y a la vez potenciales compradores, caminen siguiendo unos flujos que dejan al lado de los comercios legales. Hay negocios en la Barceloneta que han perdido el 50% de la facturación”, denunciaba ayer el portavoz de la Plataforma de Afectados por el top manta, Fermín Villar. El representante de la entidad de comerciantes asegura que otro de los problemas es que algunas personas han visto en la “manta un nicho de mercado” y calcula que hay “un 30% de manteros que en realidad tienen una situación regular en el país”.

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Los negocios de hostelería situados en los bajos del Museo de Historia de Cataluña han evitado la presencia de manteros delante de sus establecimientos saturando el espacio —y de paso, haciendo negocio— con terrazas. Los que están totalmente rodeados por la venta ilegal son las 21 paradas de la Asociación de Artesanos de Palau de Mar, una entidad que desde 1998 vende sus artesanías en el muelle del depósito. Han colgado, junto a sus paradas, pancartas que rezan: “Maremágnum y Colón protegidos. Palau de Mar abandonados”, “policía ausente”, “Barcelona, ciudad sin ley”.

Eduard Oriol es el presidente de esta entidad de artesanos. “Hace cuatro años que sufrimos este problema. El top manta afecta a nuestros negocios y no se aborda con un poco de presión policial para que no haya un número desmesurado de vendedores ilegales. Hay días que hay hasta 700 manteros”.

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