Geoglifos milenarios y arte contemporáneo

La muestra ‘Nasca. Buscando huellas en el desierto’, parte de Arco, profundiza en la enigmática cultura prehispánica

Uno de los geoglifos de Nazca. ALFONSO CASABONNE

Antes de que el Imperio Inca dominara gran parte de la zona andina, en el Perú existían varias culturas con un imponente legado cultural. Nasca no solo es una de ellas , sino también una de las más enigmáticas debido a las Líneas de Nazca, un conjunto de geoglifos en el sur de Perú, al borde de la costa del Pacífico.

Aunque esta cultura prehispánica habitó la zona entre el año 200 a.C. y el 650 d.C., los geoglifos no fueron descubiertos hasta 1927, cuando Toribio Mejía Xesspe —discípulo del antropólogo Julio César Tello— caminaba por una loma de la zona y las avistó; las líneas solo se ...

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Antes de que el Imperio Inca dominara gran parte de la zona andina, en el Perú existían varias culturas con un imponente legado cultural. Nasca no solo es una de ellas , sino también una de las más enigmáticas debido a las Líneas de Nazca, un conjunto de geoglifos en el sur de Perú, al borde de la costa del Pacífico.

Aunque esta cultura prehispánica habitó la zona entre el año 200 a.C. y el 650 d.C., los geoglifos no fueron descubiertos hasta 1927, cuando Toribio Mejía Xesspe —discípulo del antropólogo Julio César Tello— caminaba por una loma de la zona y las avistó; las líneas solo se pueden ver desde lo alto. Se desconoce el origen de las líneas así como su finalidad.

En ese misterio se puede profundizar en la exposición Nasca. Buscando huellas en el desierto, en el Espacio Fundación Telefónica (Fuencarral, 3; hasta el 19 de mayo). “Se trata de la muestra más completa vista en España sobre esta cultura”, explican desde la organización. La exposición ha sido comisariada por la arqueóloga Cecilia Pardo (subdirectora del museo MALI de Perú) y Peter Fux, comisario del Museo Rietberg de Zúrich y arqueólogo en activo en el yacimiento de Nazca. “El visitante vivirá una experiencia única pues no solo se exhiben piezas de extraordinario valor, sino que también se centra en la divulgación usando recursos digitales”, dicen los comisarios.

Para ello, han realizado una selección de 300 piezas —cerámicas, tejidos y obras de metal— que se pueden ver acompañadas de proyecciones, animaciones, mappings, realidad virtual o simulaciones en tres dimensiones, obtenidas con drones que han sobrevolado la región. De hecho, el año pasado un vuelo con drones en la zona descubrió nuevas líneas nunca vistas hasta entonces.

La muestra está dentro del programa paralelo de Arco: “Parece curioso, pero tiene sentido”, defiende Fietta Jarque, comisaria del programa paralelo ArcoPerú (Perú es el país invitado a esta edición de la feria de arte contemporáneo que arrancó el 27 de febrero), “porque existe una relación entre los artistas peruanos contemporáneos con su pasado y tienen referencias constantes a esta cultura”.

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