Fira de Barcelona trata de seducir al Mobile con más superficie en 2024

Fira de Barcelona presentó este martes un proyecto para ampliar su recinto de Gran Via en L'Hospitalet, un plan que prevé tener listo en 2024. El Mobile World Congress, que el lunes inicia una nueva edición en Barcelona, concluye su contrato en 2023, por lo que el proyecto es una buena carta de presentación para intentar convencer a sus organizadores de que mantengan su relación con la ciudad de Barcelona más allá de ese año. Fira también prevé, a 10 años vista, un ambicioso proyecto urbanístico para remodelar su recinto histór...

Fira de Barcelona presentó este martes un proyecto para ampliar su recinto de Gran Via en L'Hospitalet, un plan que prevé tener listo en 2024. El Mobile World Congress, que el lunes inicia una nueva edición en Barcelona, concluye su contrato en 2023, por lo que el proyecto es una buena carta de presentación para intentar convencer a sus organizadores de que mantengan su relación con la ciudad de Barcelona más allá de ese año. Fira también prevé, a 10 años vista, un ambicioso proyecto urbanístico para remodelar su recinto histórico de Montjuïc.

Tanto la alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín, como la de Barcelona, Ada Colau, admitieron este martes nadie regala nada y que cuántas mejores condiciones se pongan sobre la mesa, en mejores condiciones estará la candidatura de la capital catalana para retener todo el negocio que supone el Mobile. Incluso Colau explicó que John Hoffman, el consejero delegado de GSMA, la patronal del sector que organiza el congreso de móviles, conoce el proyecto y lo ve con buenos ojos.

Con la ampliación del recinto de Gran Via, sujeta a modificaciones urbanísticas, Fira tendrá un nuevo pabellón que se situará al lado del icónico rascacielos rojo ideado por Toyo Ito —donde ahora hay un gran comercio de Porcelanosa—. De esa forma, ganará 60.000 metros cuadrados, que se sumarán a los 240.000 metros cuadrados ya existentes. Las dos instalaciones se unirán a través de una pasarela superior. El recinto se convertirá así en una de las mayores instalaciones feriales de Europa, lo que para sus promotores es una garantía para crecer tanto con salones externos como con los propios de Fira de Barcelona, como es el caso de Alimentaria, su emblema.

La operación de L'Hospitalet será mucho más rápida que la que se proyecta en Barcelona, en el recinto histórico de Montjuïc. Allí se prevé una profunda intervención urbanística que concluirá en 2029, coincidiendo con el centenario de la celebración de la Exposición Internacional de Barcelona. Los actuales pabellones, muy anticuados, serán remodelados y se ganará capacidad para modelarlos en función de los salones que vaya a acoger. El proyecto inicial contempla que la avenida María Cristina deje de ser una vía para vehículos y se complete su peatonalización. Como contrapartida, la calle Guàrdia Urbana se prolongará hasta la avenida Paral·lel y partirá por la mitad los actuales pabellones que se cruzan ahora en su camino. Colau explicó que la intervención abrirá la puerta a nuevos equipamientos de ciudad y a la construcción de vivienda de protección.

La inversión total que prevé realizar Fira de Barcelona es de 380 millones de euros, que se repartirá casi a mitades entre los dos recintos. Fira 2000, la sociedad que crearon las instituciones para financiar a finales del siglo pasado el complejo de Gran Via, será la encargada de hallar la financiación necesaria, que presumiblemente se ejecutará a través de una refinanciación de los 391 millones de euros de deuda neta que tiene la compañía. La idea, por tanto, es que las insituciones implicadas no pongan más recursos pero sí que se comprometan a pagar la deuda actual a más largo plazo.

Hay consenso institucional sobre el proyecto, lo que aplaudió el president de la Generalitat, Quim Torra. “Es un ejemplo de lo que tendríamos que hacer más a menudo en Cataluña”, señaló defendiendo evitar diferencias políticas en proyectos de país.