Aumenta el uso del transporte público y cae el tráfico en 10 días de Madrid Central
Respecto a 2017, la circulación de vehículos ha bajado en Gran Vía en un 30,48%
El Gobierno municipal de Manuela Carmena se lo ha jugado todo a Madrid Central, el área de tráfico restringido en la capital que entró en vigor el pasado 30 de noviembre. De momento, va ganando la apuesta. La concejala de Movilidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento, Inés Sabanés, ha hecho una “valoración positiva” de los primeros 10 días de la medida. En una rueda de prensa empañada por la boina de contaminación que ha obligado a ...
El Gobierno municipal de Manuela Carmena se lo ha jugado todo a Madrid Central, el área de tráfico restringido en la capital que entró en vigor el pasado 30 de noviembre. De momento, va ganando la apuesta. La concejala de Movilidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento, Inés Sabanés, ha hecho una “valoración positiva” de los primeros 10 días de la medida. En una rueda de prensa empañada por la boina de contaminación que ha obligado a activar el protocolo que limita aún más la circulación en la ciudad, Sabanés ha anunciado que los datos recogidos por el Ayuntamiento confirman que los ciudadanos están usando menos el coche y más el transporte público.
Madrid Central está solo en fase informativa, sin sanciones hasta marzo, al menos. Su entrada en vigor se preveía escalonada, pero el impacto ha llegado antes de lo previsto y se están cumpliendo todos los modelos y estudios previos que había realizado el Ayuntamiento. Que los primeros 10 días hayan coincidido con el arranque de la campaña de Navidad y el puente de diciembre llama a la cautela, pero según los datos del Ayuntamiento, el tráfico en Gran Vía se ha reducido hasta el 30,48% en días de diario comparado con un periodo similar del año anterior. El descenso ha sido del 8% en la calle San Bernardo y del 10% en la calle Toledo. En el perímetro de Madrid Central también baja en un 2%, mientras que se produce una subida en la M-30, del 1,6%.
Durante los días festivos se ha mantenido el descenso en San Bernardo y Toledo, en un 7,9 y un 9,7% respectivamente. No así en Gran Vía, donde la intensidad del tráfico subió en un 3,7%, que el Ayuntamiento atribuye a que el año pasado se produjeron cortes de tráfico en esa arteria para solucionar retenciones. Por la misma calle se han movido unas 160.000 personas de media al día, aunque no hay datos comparativos de periodos anteriores.
El transporte público en superficie —los autobuses de la Empresa Municipal de Transporte (EMT)— ha visto un aumento de unos 10.000 viajeros al día, según el Ayuntamiento. Toda la red ha experimentado un incremento del 3% de la demanda, que en las líneas que cruzan Madrid Central llega al 4,7%. Esas líneas han mejorado sus frecuencias de paso hasta en un 20%, en comparación con un día tipo de 2018.
En el balance positivo, Sabanés ha incluido un aumento del 20% del uso de BiciMad en el interior y el perímetro del área restringida. Se ha registrado además un uso más intensivo de los aparcamientos que gestiona la EMT en el exterior de Madrid Central y los fines de semana, de hasta el 11%. La facturación de los parquímetros de la almendra central, donde solo pueden aparcar residentes y autorizados, ha caído en un 50% y entre un 3 y un 6% en el perímetro. Hasta ahora, los residentes han solicitado 4.754 invitaciones para autorizar el paso y han hecho 30.411 solicitudes de información.
Los otros balances de Madrid Central
J. L. Martínez-Almeida (PP) | “La polución se desplaza”
Purificación Causapié (PSOE) | “Los madrileños han cumplido”
Begoña Villacís (Ciudadanos) | “Se lo tienen que hacer mirar”
Plataforma de Afectados por Madrid Central | “La información es un desastre”
El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, opinó ayer que “la contaminación no desaparece por Madrid Central, sino que se desplaza”. En una rueda de prensa por la entrada en vigor del escenario 2 del protocolo anticontaminación prevista para hoy, el líder popular declaró: “Madrid Central iba a ser la panacea, iba a mejorar la calidad del aire a todos los madrileños, pero 11 días después, todos aquellos que no tengan distintivo ni siquiera van a poder circular por la M-30”. Para él, la política contra la polución del Gobierno municipal es un “fracaso” y le instó “a reflexionar sobre si su modelo es el adecuado”.
Purificación Causapié cree que “los madrileños han valorado positivamente Madrid Central y han cumplido con los criterios porque han visto la necesidad de controlar la contaminación y mejorar la salud colectiva”. La portavoz socialista esperó ayer que el Ayuntamiento complemente este proyecto con más transporte público, aparcamientos disuasorios y medidas en otros distritos que contribuyan a “seguir mejorando el aire de Madrid”. Causapié opinó que PP y Ciudadanos mezclan Madrid Central y la activación del protocolo anticontaminación porque “anunciaron una catástrofe que nunca ocurrió y se han quedado sin argumentos”.
Begoña Villacís dice que “cuando tienes que estar yendo de protocolo en protocolo anticontaminación es porque las medidas a largo plazo están fallando y el Ayuntamiento se lo tiene que hacer mirar”. La portavoz de Ciudadanos insistió ayer en vincular Madrid Central y el pico de contaminación: “Lo aplican y a los seis días tienen que activar el protocolo anticontaminación seguido de más restricción”, dijo en declaraciones ante la prensa. Pese a que el Ayuntamiento aseguró que no se está produciendo un efecto frontera y que ella reconoció carecer de datos, Villacís afirmó: “Cuando blindas una zona, atascas los aledaños”.
José Ferrer, portavoz de la plataforma de afectados por Madrid Central, afirmó ayer que la información facilitada por el Ayuntamiento sobre la medida ha sido un “desastre”. En una rueda de prensa recogida por Europa Press aseguró que el 64,8% de los madrileños dice que visitará menos el distrito Centro por Madrid Central, un 10,8% cogerá más el transporte público y el 21,6% apunta que ya lo hacía, según una encuesta realizada por la plataforma. El sondeo concluye además que el 41% considera la medida bastante o muy positiva para luchar contra la contaminación mientras el 45% cree que es poco o nada útil.