Así éramos los madrileños en 2018

El fotógrafo Kike Carbajal publica ‘Somos la calle’, un retrato actual de la capital

Un torero en la Puerta del Sol en 2014, dentro del volumen Somos la calle.KIKE CARBAJAL

En 2012, Kike Carbajal, un fotógrafo azotado por la crisis, decidió echarse a las calles de su Madrid natal, para fotografiar todo lo que ocurría. Seis años y casi 200.000 imágenes después, Carbajal publica Somos la calle, “un libro que retrata la sociedad madrileña, su autenticidad y sus cambios”, explica el autor.

“Me apasionan esas fotografías antiguas que documentan cómo se vivía en cada época”, continúa el autor, “así que pensé que, con mi trabajo, yo también podría hacer lo mismo”. Somos la calle —autoeditado en colaboración de la editorial Belleza Infinita— cont...

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En 2012, Kike Carbajal, un fotógrafo azotado por la crisis, decidió echarse a las calles de su Madrid natal, para fotografiar todo lo que ocurría. Seis años y casi 200.000 imágenes después, Carbajal publica Somos la calle, “un libro que retrata la sociedad madrileña, su autenticidad y sus cambios”, explica el autor.

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“Me apasionan esas fotografías antiguas que documentan cómo se vivía en cada época”, continúa el autor, “así que pensé que, con mi trabajo, yo también podría hacer lo mismo”. Somos la calle —autoeditado en colaboración de la editorial Belleza Infinita— contiene 147 imágenes tomadas en diferentes puntos de la capital. “Comencé peinando los barrios más céntricos y, poco a poco, me fui moviendo hacia la periferia. Me interesaba retratar ese cambio que se produce en la ciudad al pasar de unas zonas a otras”, dice el fotógrafo.

Cuando sale en busca de imágenes, Carbajal hace fotos a todo el mundo, “pero al hacer la selección en mi casa me quedo con los locales, la gente que vive aquí, esa que tiene una historia particular y concreta que contar”. A Carbajal, además del costumbrismo urbano, le interesan las grandes concentraciones de gente. Por eso, consigue muchas de sus imágenes en eventos multitudinarios como el desfile militar del 12 de octubre; manifestaciones de todo tipo de sensibilidades; corridas de toros; partidos de fútbol o ferias y verbenas. “Son situaciones en las que aparecen los personajes más estrambóticos”, cuenta el fotógrafo, que reconoce tener “una especial debilidad por las verbenas”. “Me encantan. Son algo muy nuestro, en especial la de San Isidro. Acudo año tras año y fotografío a los dueños de los tenderetes. Siempre a los mismos. Les he cogido mucho cariño”, cuenta Carbajal. “Espero que tradiciones como estas no se pierdan nunca”, añade.

Un hombre, disfrazado de payaso, pidiendo en Cuatro Caminos.Kike Carbajal

La fauna capitalina

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Como todo ejercicio de fotografía documental, Carbajal cree que sus imágenes adquirirán mayor valor social con el paso del tiempo: “Cuando nos demos cuenta de todo lo que ha cambiado nuestra sociedad”. En los seis años que él lleva haciendo fotos, ha visto cómo Madrid ha cambiado “muchísimo”.

“Cuando empecé con este proyecto, en 2012, la crisis se había llevado a mucha gente por delante: se veían muchas más personas pidiendo en la calle”, recuerda. Y continúa: “Por otro lado, Madrid siempre ha sido una ciudad turística, pero en los últimos años se ha vivido un auge. Algunas partes de la capital —especialmente el centro— se están convirtiendo en un parque de atracciones. Otra cosa que he advertido al ver las fotos, es el crecimiento del número de móviles que aparecen en las imágenes. Es inevitable ver a todo el mundo haciendo algo con ellos: bien sea haciéndose fotos o caminando sin levantar la vista de la pantalla. Eso deja estampas bastante curiosas”.

El autor de Somos la calle (que se puede adquirir en algunas librerías de la capital o a través de la web de la editorial) confiesa que se ha enganchado a retratar lo que él denomina “la fauna madrileña”. “¿Quién sabe? Quizás en el futuro, este libro se convierta en un retrato de cómo era Madrid y los madrileños, a comienzos del siglo XXI”, concluye.

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