Lluïsa Vidal, inédita, en una exposición de Canet de Mar

La muestra conmemora los cien años de la muerte de la pintora modernista con más de 40 obras, tres de ellas nunca vistas

Remei Mallofré y su marido Josep Carreño Pujol, dos retratos de Lluïsa Vidal que pueden verse en la expo de Canet de Mar por primera vez.

En el universo lleno de hombres de la pintura modernista, Lluïsa Vidal (Barcelona, 1876-1818) consiguió hacerse un hueco. Con su habilidad llegó a realizar obras destacadas que, años después de haber fallecido a los 42 años víctima de la gripe española, anticuarios y comerciantes del arte las hicieron pasar por pinturas de artistas como Ramon Casas, tras borrar la firma de ella y falsificar la de él. En 1919, al año de su muerte, la Sala Parés de Barcelona le dedicó una exposición homenaje que que...

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En el universo lleno de hombres de la pintura modernista, Lluïsa Vidal (Barcelona, 1876-1818) consiguió hacerse un hueco. Con su habilidad llegó a realizar obras destacadas que, años después de haber fallecido a los 42 años víctima de la gripe española, anticuarios y comerciantes del arte las hicieron pasar por pinturas de artistas como Ramon Casas, tras borrar la firma de ella y falsificar la de él. En 1919, al año de su muerte, la Sala Parés de Barcelona le dedicó una exposición homenaje que quedó inmortalizada por el gran Brangulí en una de sus fotografías; un homenaje hecho para compensar el escaso eco que había tenido su fallecimiento; olvido que se ha mantenido hasta hace pocos años.

'Primeros pasos' la tercera obra inédita de Lluïsa Vidal que puede verse en Canet.

Suerte que existen personas (casi siempre mujeres) empeñadas en que Lluïsa Vidal recupere su lugar en el olimpo artístico del arte catalán. En 1996 Marcy Rubio, investigadora americana establecida en Barcelona, publicó una primera biografía de la pintora que dio pie a una exposición en 2001 que viajó por varias ciudades catalanas, pero no se vio en Barcelona. Desde 2008 el relevo lo ha cogido Consol Oltra que desde entonces no ha parado de investigar la vida y la obra de esta mujer. Realizó en 2013 una monografía con documentación inédita conservada por la familia de Vidal; sobre todo su correspondencia y los esbozos de sus trabajos; además de recuperar un buen número de obras, incluso en países tan lejanos como Uruguay y México. Luego, en junio de 2014, hizo una primera exposición en el Museo del Modernismo de Barcelona. Y una segunda, en septiembre de 2016, en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, un centro que tiene nueve obras de la pintora (entre ellas, una espléndida de su hermana Marta Vidal) donadas por la familia en 1935 y que hasta hace unos años no exponía ninguna. La exposición estuvo acompañada de una monografía sobre la pintora.

Autorretrato de Lluïsa Vidal, que se puede ver en el MNAC.

Parecía que ya estaba todo dicho sobre ella, pero ahora, coincidiendo con el centenario de su fallecimiento, la Casa Museu Domènech i Montaner de Canet de Mar inauguró este sábado la exposición Lluïsa Vidal. Pintora modernista (una muestra inscrita dentro de las Jornadas Europeas del Patrimonio que se celebran durante este fin de semana), pero que podrá verse hasta el 17 de febrero, con más de 40 obras: desnudos, ilustraciones de revistas que no se habían visto, pequeños óleos con notas de interior o escenas de campo y playa, en la que se presentan algunos esbozos y dibujos nuevos, como los que realizó en Blanes. Pero, sin duda, lo más destacado, son tres óleos nunca expuestos: dos retratos del matrimonio burgués formado por Josep Carreño Pujol y su esposa Remei Mallofré, que aparecen con sus mejores galas, a punto de salir. “Nunca habían salido del salón comedor de su casa del Eixample que ahora es de la nieta de esta pareja acomodada apasionados del arte que decidieron que fuera Lluïsa Vidal la que los retratara para siempre”, explica Oltra. Carreño era un importante administrador de fincas con despacho en la calle Portaferrissa. Lo retratos del matrimonio, según Oltra, son "relativamente formales, pero dentro del convencionalismo se pueden apreciar algunas particularidades: Vidal ha buscado que entre las dos piezas haya unidad visual y que están hechos para ser vistos juntos". Según Oltra, sorprende mucho la sonrisa abierta de la mujer, hasta enseñar la dentadura, algo peculiar de Vidal pero que pocos artistas han ejecutado de la misma forma. "Quizá por convenciones sociales de modas o, incluso, por considerarse mala educación que una dama mostrase una sonrisa descarada".

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La otra obra es Primeros Pasos, que se presentó en 1900 en la Exposición de Bellas Artes de Barcelona, pero no estaba catalogada ni se había visto nunca. Ahora recibe a los visitantes de la exposición de Canet. “Cuando se celebró la exposición del MNAC pensé que saldría un buen montón de obras, pero no fue así. Estás han aparecido fruto de la casualidad y de seguir perseverando”, explica la experta. La obra con los niños, es, asegura, propiedad de un catalán que hace 40 años se fue a vivir a Madrid y se llevó la obra consigo. Nunca había salido de su casa. “El niño es un modelo que Vidal pintó en otras ocasiones”, explica Oltra que destaca la firma de la pintora en las tres obras que se incorporan al corpus de la autora, que puede seguir creciendo. “Estoy segura, pero cada vez es más difícil porque están en colecciones privadas y poder acceder a ellas, que te dejen estudiarlas y exponerlas, es muy complicado”, remacha.

En 2019, 'chica de calendario'

El año que viene Lluïsa Vidal se hará famosa y popular, ya que ella y sus obras protagonizarán el calendario que cada año realiza el Institut Municipal de Paisatge Urbà dedicado al Modernismo. “Ya era hora. Es injusto que solo se hable de hombres, y de solo dos. El modernismo son más artistas y algunos, son mujeres”, asegura Oltra. “Si esperamos a que sea famosa de repente, no ocurrirá”. Y pone como ejemplo a la francesa Berthe Morisot, fundadora del impresionismo y una auténtica desconocida hasta hace unas décadas. “Hay que darles un empujoncito”.

Fotografía de Josep Brangulí de la expo que le dedicó la Sala Parés de Lluisa Vidal al año de fallecer en 1919. Se han señalado las obras y estos son los títulos: Los 1. 'Día de campo'; 2. 'Frasquita Vidal'; 3. 'Miquel Bertrán'; 4. 'Les mestresses de casa'. 5. 'El noi del gos'; 6. 'Bodegón con loro'; 7; 'La Rosina y la Teresa', 8. 'Entre flores'; 9. 'La sardana'. 10. 'Autorretrato' (con un crespón negro) y 11. 'Pelea de gallos'.Arxiu Nacional de Catalunya

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