El fuerte aumento de los vuelos en verano encorseta la gestión en El Prat

El tráfico registrado en julio y agosto supone un incremento del 70% de viajeros en comparación con los de enero y febrero

Colas para pasar los controles de seguridad en El Prat este verano.Massimiliano Minocri

El calor ha vuelto a alimentar el tráfico de pasajeros en el aeropuerto de Barcelona-El Prat. Pese a las molestias y al fastidio por los constantes retrasos —un 42% de los vuelos programados en agosto despegaron más tarde de lo previsto— la demanda que recibe el aeropuerto de la capital catalana durante la temporada de verano ha seguido creciendo: agosto se cerró con 5,1 millones de pasajeros, un 4,2 % más que en el mismo mes del año pasado. Los datos...

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El calor ha vuelto a alimentar el tráfico de pasajeros en el aeropuerto de Barcelona-El Prat. Pese a las molestias y al fastidio por los constantes retrasos —un 42% de los vuelos programados en agosto despegaron más tarde de lo previsto— la demanda que recibe el aeropuerto de la capital catalana durante la temporada de verano ha seguido creciendo: agosto se cerró con 5,1 millones de pasajeros, un 4,2 % más que en el mismo mes del año pasado. Los datos confirman que el tráfico veraniego robustece la actividad de El Prat, pero la gran estacionalidad que sufre el aeropuerto genera distorsiones.

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Las estadísticas de Aena ponen de relieve que en Barcelona los aviones son para el verano. Menos que hace unos años, cierto, pero más de lo que es deseable en una infraestructura de este calibre. El tráfico que se registra en julio y agosto, 5,1 millones de pasajeros cada mes, supone un incremento del 70% de viajeros en comparación con los que vuelan en los meses de enero y febrero. 

No es extraño que la actividad aérea se incremente en el pico de la temporada turística, pero la estacionalidad incide notablemente en los números de Barcelona. En el caso del aeropuerto Madrid-Barajas, que este verano registró el mejor mes de agosto de su historia, con 5,3 millones de pasajeros, un 8,8 % más que el mismo mes del pasado año, la dependencia del factor vacacional es menor. En Madrid, el salto entre agosto y los meses de enero y febrero, normalmente los meses más flojos del ejercicio, arroja un diferencial del 37%.

El tirón veraniego de El Prat se debe a la desigual actividad de su compañía insignia: Vueling. La low cost del grupo IAG transportó en julio y agosto dos millones de viajeros cada mes, casi 900.000 más que los que trasladó en enero y febrero. Es el caso más ejemplarizante pero no es el único, ya que también se multiplica el tráfico de Ryanair, la segunda aerolínea que más actividad lleva a cabo en Barcelona. En idéntico sentido, Norwegian casi llega a doblar su volumen de clientes: pasa de 100.000 al mes en el arranque del año a casi 200.000 en julio y agosto. En otras compañías, como Qatar o Emirates, las alteraciones son menores, pero también ayudan a inyectar más actividad a El Prat al aumentar las frecuencias de sus vuelos con los gigantes Airbus 380 o Boeing 787.

El impulso de la temporada turística es gasolina de alto octanaje para el aeropuerto catalán pero plantea dudas sobre qué margen de crecimiento permite, y hasta cuando. De hecho, los datos de Aena avisan de que otros aeródromos que deben el grueso de su actividad a la temporada alta han empezado a notar un socavón en el número de viajeros. Málaga cae un 2,5%, Ibiza, un 3,2%; Tenerife un 2,6%, o Menorca un 2,7%.

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Más allá de las cifras y las comparaciones, el efecto que produce en El Prat la discordancia invierno-verano tiene consecuencias en materia de planificación de servicios y recursos. Las tenaces colas y las aglomeraciones en los controles de seguridad y de pasaportes son una prueba de la dificultad que genera cuadrar los turnos de personal. También los controladores aéreos han reclamado insistentemente más medios para abordar la ingente carga de trabajo. El personal de handling, responsable de cargar y descargar equipajes, se cubre con un alto porcentaje de contratos eventuales. Fuentes sindicales cifran en un 40% el número de personal empleado a tiempo parcial, y denuncian que supone un lastre para dotar de eficiencia y agilidad un servicio que es clave para dar agilidad y presteza a las conexiones aéreas. Los representantes de los trabajadores alertan de que solo con una plantilla sólida se evitarían los colapsos y aglomeraciones de los servicios: “Se producen ahora por la inexperiencia de un personal incorporado de forma eventual y en fraude de ley”.

Fuentes del aeropuerto señalan que El Prat no está encasillado en la estacionalidad y apuntan que los sucesivos crecimientos que viene registrando en los últimos años son mayores durante los meses de invierno que en verano. Según la estadística de Aena, en enero y febrero de este año creció un 9% y un 8%, respectivamente, en comparación con el año pasado, mientras que los crecimientos de julio y agosto han sido del 2,5% y del 4,2%. Como curiosidad, el pasado 19 de agosto el aeropuerto tuvo el día más ajetrado de su historia. Un total de 181.206 pasajeros circularon por las terminales de El Prat, una cifra que representa un hito insólito hasta la fecha. Según informó este viernes Aena, la franja horaria durante la que se registraron más usuarios fue de 12 a 13 horas, con un total de 13.321 pasajeros. El récord anterior también databa de este mismo año e, igualmente, en temporada estival: el pasado 15 de julio se registraron 177.896 pasajeros.

En el capítulo de la gestión de las rutas, destaca el culebrón de la que une Barcelona y México. El diario mexicano Expansión ha informado de que la autoridad aeronáutica del país centroamericano da por hecha la renuncia de Emirates a gesionar la conexión. Esta compañía le había ganado la batalla a Aeroméxico en la carrera por volar directamente a Barcelona, pero las trabas administrativas han propiciado la renuncia. La incógnita es ahora aclarar si Aeroméxico retomará el interés.

Tokio, la gran asignatura pendiente

De entre los vuelos directos que salen desde Barcelona, hay una conexión que arrastra un largo historial de deseos: Tokio. Una vez cubierta la ruta directa a Corea del Sur, con Korean Air y Asiana Airlines, la capital japonesa es, junto con Bangkok, la asignatura asiática pendiente de Barcelona. Próximamente, Level tiene previsto tener en Barcelona un cuarto avión, y las manifestaciones que hizo meses atrás Willie Walsh, máximo dirigente del grupo IAG, reconociendo el interés que genera un vuelo directo Barcelona-Tokio, dan pábulo a pensar que el enlace pudiera ser una realidad. Pero Iberia, que también es miembro de IAG, ha apostado recientemente por la conexión Madrid-Tokio.

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