Grandes atascos en la Gran Vía por la huelga de taxistas y las nuevas vallas de separación

Cruzar la arteria madrileña a primeras horas de la mañana requería hacer más de 40 minutos en coche particular

Colocación de vallas en la Gran Vía esta mañana.álvaro garcía

La Gran Vía ha vivido esta mañana bastantes problemas de circulación en el sentido que va desde la plaza de España hasta la calle de Alcalá. La instalación de las vallas de separación para peatonalizar 5.400 metros cuadrados, unido a la huelga de taxistas, ha provocado grandes retenciones en toda la zona para desesperación de muchos conductores.

Los taxistas han convocado 24 horas de paro par...

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La Gran Vía ha vivido esta mañana bastantes problemas de circulación en el sentido que va desde la plaza de España hasta la calle de Alcalá. La instalación de las vallas de separación para peatonalizar 5.400 metros cuadrados, unido a la huelga de taxistas, ha provocado grandes retenciones en toda la zona para desesperación de muchos conductores.

Los taxistas han convocado 24 horas de paro para protestar por la concesión de licencias a vehículos con conductor, lo que consideran una intromisión en su sector. 

Fuentes municipales han explicado que el atasco de la mañana se ha debido a la huelga de taxistas, que han protestado contra la concesión de licencias de vehículos de alquiler con conductor (VTC). Según el Ayuntamiento, estos conductores profesionales han circulado por las principales vías de la capital para entorpecer la circulación.

Mientras, la Gran Vía luce ya gran parte de las vallas de separación que van a estar, como mínimo, hasta el 7 de enero. Hasta ahora se han instalado las de la parte correspondiente a los números impares de esta vía. Operarios de señalización completan las marcas viales en la calzada e instalan en estos momentos las señales verticales.

Los conductores se han encontrado esta mañana con grandes dificultades para acceder a la capital ya desde la Avenida de Portugal a las que se unían las de la Cuesta de San Vicente. El giro hacia Gran Vía desde estas vías se hacía de forma muy lenta. Se necesitaban hasta 40 minutos para ir de un extremo a otro. Los autobuses y el transporte público cuentan con un carril específico mientras que el resto de conductores tienen únicamente una sola vía, que encima está limitada a 30 kilómetros por hora y es vía preferente para ciclistas.

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La instalación completa de la valla de separación del carril peatonal concluirá la madrugada del viernes con los tramos correspondientes a los números pares de tal forma que toda la Gran Vía esté lista para las limitaciones de acceso a partir de las cinco de la tarde del día 1 en el que comenzará la denominada Operación Navidad.

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