El juez envía a prisión al hombre que atracó un banco con rehenes en Usera

El magistrado aprecia un delito de robo con violencia e intimidación y otro de detención ilegal

Antonio A. G., a la salida del banco el pasado jueves.KIKE PARA

El titular del Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid, que hoy se encuentra en funciones de guardia, ha acordado la prisión provisional comunicada y sin fianza para Antonio A. G., el hombre de 59 años que atracó el pasado jueves una sucursal de Bankia en el distrito de Usera. El asaltante retuvo a los seis empleados y clientes durante más de una hora hasta que los puso en libertad.

Según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, ...

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El titular del Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid, que hoy se encuentra en funciones de guardia, ha acordado la prisión provisional comunicada y sin fianza para Antonio A. G., el hombre de 59 años que atracó el pasado jueves una sucursal de Bankia en el distrito de Usera. El asaltante retuvo a los seis empleados y clientes durante más de una hora hasta que los puso en libertad.

Según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, el magistrado ha apreciado los delitos de robo con violencia e intimidación (atraco) y de detención ilegal. Este se produjo al retener, contra su voluntad, a los empleados de la sucursal bancaria y a los clientes.

El atraco se produjo a las 9.50 del pasado jueves 16 de noviembre en la sucursal bancaria de Bankia situada en la confluencia de las calles de Dolores Barranco y Rafaela Ibarra, justo enfrente de la Junta Municipal de Distrito de Usera. El asaltante estuvo tomando una copa de ron en un bar situado al lado del banco. La dependienta se negó en un principio a dárselo porque le pareció que estaba bastante ebrio. Cuando salió del local, se metió en Bankia. Se dirigió directamente al director, al que le encañonó con una pistola de aire comprimido que había sido modificada.

Antonio A. G. pidió el dinero de la caja, pero cuando le fueron a dar lo que había (unos 600 euros) exigió más cantidad: un mínimo de 6.000 euros. Algunas personas que estaban fuera y se percataron de que el banco estaba siendo asaltado avisaron a la policía. Los agentes acordonaron la zona y al lugar se desplazó un negociador del grupo XII de la Brigada Provincial de la Policía Judicial, especializado en atracos a bancos.

El negociador estuvo hablando por teléfono con el atracador, que fue liberando uno a uno a los rehenes. El último en salir fue el director del banco, de nombre Saturnino, que estuvo encañonado por Antonio A. G. Tras dejarlo libre, este se entregó a los agentes. Había pasado una hora y cuarto desde que entró en la sucursal. No se produjeron heridos.

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"Parecía un atraco de chiste. Llegó a pedir un helicóptero para huir y hasta pizzas", bromeó el director tras ser liberado. Antonio A. G. ya era "un viejo conocido" de la policía. Con problemas de alcoholismo, había protagonizado algunos altercados en el barrio. Vive justo en la calle paralela a la que se encuentra la sucursal bancaria. Sus problemas comenzaron tras el fallecimiento de su madre, hace unos dos años, según explicaron algunos vecinos.

El banco quedó acordonado a las doce del mediodía y la calle despejada por los agentes desplegados, después de que los especialistas de Policía Científica descubrieran un trozo de plástico adosado a un teléfono móvil que simulaba un artefacto explosivo. Al lugar se desplazaron técnicos en desactivación de explosivos (Tedax) para comprobar que era simulado. A la hora se reabrió toda la zona al tráfico.

Antonio A. G. tiene antecedentes policiales por malos tratos en el ámbito doméstico, además de alguna orden de detención y personación, según fuentes de la investigación.

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