Portes Obertes pide un pacto político que escuche a los independentistas

Un manifiesto reclama que haya cesión de ambas partes para renovar el pacto constitucional

Mario Romero, portavoz de Portes Obertes del Catalanisme.Massimiliano Minocri

Portes Obertes del Catalanisme, la entidad que defiende una tercera vía entre el inmovilismo del PP y el reto del secesionismo, planteó este jueves la necesidad de un nuevo pacto político. Se trata, dicen, de superar el actual marco normativo y de llegar a un acuerdo en el que participen también quienes ven en “el independentismo y el soberanismo no fines en sí mismos, sino una manera de dar respuesta a las aspiraciones de los catalanes del siglo XXI”

Mientras la Guardia Civil registraba la consejería de Economía, en la Rambla de Cataluña de Barcelona, Portes Obertes del Catalanisme, ha...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Portes Obertes del Catalanisme, la entidad que defiende una tercera vía entre el inmovilismo del PP y el reto del secesionismo, planteó este jueves la necesidad de un nuevo pacto político. Se trata, dicen, de superar el actual marco normativo y de llegar a un acuerdo en el que participen también quienes ven en “el independentismo y el soberanismo no fines en sí mismos, sino una manera de dar respuesta a las aspiraciones de los catalanes del siglo XXI”

Más información

Mientras la Guardia Civil registraba la consejería de Economía, en la Rambla de Cataluña de Barcelona, Portes Obertes del Catalanisme, había convocado con días de antelación un acto a apenas unos metros, en el Colegio de Periodistas. La cita fue suspendida por la ausencia de medios de comunicación. Habían acudido, entre otros, los exdiputados de CiU Joan López de Lerma y Jordi Casas, el exconsejero de Trabajo Ignasi Ferreres o el exprimer secretario del PSC Pere Navarro.

Portes Obertes reclama desde su fundación superar las siglas para agrupar el catalanismo que en su día representó Convergència i Unió y en el que pueden sentirse cómodos los socialistas y amplios sectores sociales. En esa estrategia, la asociación presentó ayer un manifiesto que propone “caminar hacia la Agenda Cataluña”, un espacio de discusión transversal.

El debate político debería realizarse a partir de los principios que son comunes a algunos partidos y que han definido durante años al catalanismo. En esa línea, se propone un nuevo pacto constitucional que renueve el de 1978 y que reconozca a la nación catalana y le otorgue las competencias exclusivas en lengua, cultura y educación. También se reclama que se delimite la aportación al fondo de solidaridad y que se respete el principio de ordinalidad, para que Cataluña figure como receptora del Estado en la misma posición que ocupa como aportadora.

El “compromiso riguroso e incontestable sobre las inversiones del Estado” y la participación directa de Cataluña en el primer nivel de representación del Estado en la Unión Europea son otras de las reclamaciones, además de un pacto fiscal. El manifiesto considera que debería fortalecerse el consenso lingüístico para asegurar la centralidad del catalán en el sistema educativo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Todas esas reclamaciones, admiten los impulsores de Portes Obertes, necesita de un nuevo marco constitucional y “cambios significativos en la estructura del Estado”. Eso solo será posible, dicen, si ambas partes “están dispuestas a ceder” y por eso se felicitan de que en el Congreso se pueda abrir una comisión para abordar la reforma del modelo territorial español.

Pero además de eso, hace falta que la ciudadanía secunde la idea y que exista un gran transversalidad política y eso incluye a quienes son independentistas y soberanistas sin considerarlo un fin en sí mismo, sino una manera de responder a los anhelos de una parte de la población. Portes Obertes asegura que en los próximos meses impulsará contactos con diversas entidades para favorecer el diálogo.

Mientras se producen estos contactos, la entidad se posicionó en contra el 1 de octubre, como ya han hecho otras formaciones políticas de diverso signo. Argumentan que no puede considerarse un referéndum porque no está pactado, porque no ofrece garantías democráticas, porque carece de eficacia jurídica y del reconocimiento internacional y porque es ajeno a la legalidad catalana, española e internacional, además de incumplir los acuerdos de la Comisión de Venecia.

Archivado En