Fusión de flamenco y fruta fresca

El cantante frecuenta los tablaos, pero también disfruta paseando por el Rastro o frente al Palacio Real

Pitingo, en el Teatro de la Luz Philips Gran Vía, donde actúa. INMA FLORES

1. Casa Lucio. Ya sé que es un sitio muy típico, pero para mí es especial: allí empecé mi carrera. Empecé allí, buscando clientes para poder cantarles. Le pedía a Lucio que me buscara a gente con dinero para ofrecerles mi voz. Les cobraba 2.000 pesetas y me tiraba toda la noche cantándoles flamenco. (Cava Baja, 35).

2. Frutas Vázquez. Tienen una fruta y una verdura maravillosas, me vuelvo loco comprando cada vez que voy allí. Es una de mis paradas ineludibles cuando vengo a la capital. Tienen frutas que saben a fruta, porque seleccionan lo mejor de cada...

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1. Casa Lucio. Ya sé que es un sitio muy típico, pero para mí es especial: allí empecé mi carrera. Empecé allí, buscando clientes para poder cantarles. Le pedía a Lucio que me buscara a gente con dinero para ofrecerles mi voz. Les cobraba 2.000 pesetas y me tiraba toda la noche cantándoles flamenco. (Cava Baja, 35).

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2. Frutas Vázquez. Tienen una fruta y una verdura maravillosas, me vuelvo loco comprando cada vez que voy allí. Es una de mis paradas ineludibles cuando vengo a la capital. Tienen frutas que saben a fruta, porque seleccionan lo mejor de cada tierra de España. Es un poco más cara de lo habitual, pero merece la pena comprar allí, lo recomiendo, para, al final, ahorrar: lo que te lleves a casa está tan bueno que te garantizo que no te sobrará nada. (Ayala, 11).

3. Teatro de la Luz Philips Gran Vía. Es donde estoy tocando mi nuevo disco toda esta semana, hasta el próximo domingo. Un sitio increíble para cantar mi música, tanto por el espacio como por la calidad sonora del recinto. (Gran Vía, 66).

4. Palacio Real. Tiene una estampa impresionante, mágica. Yo actué justo delante, una noche en que estaba todo iluminado, bajo un cielo estrellado, en el festival Los Jardines de Sabatini. Fue una experiencia inolvidable, no me creía estar allí cantando para tanta gente. Aún hoy lo recuerdo cada día. (Bailén, s/n).

5. Antigüedades Palacios. Me encantan las tiendas de los alrededores de El Rastro, en las que puedes encontrar tesoros increíbles. Como en esta. Y me gusta este barrio: es muy flamenco, una gran parte de la comunidad gitana vive en El Rastro y allí hay mucho arte. (Plaza General Vara de Rey, 3).

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6. Corral de la Morería. Todo el que venga a Madrid debe pasar por allí. Es una visita obligada. Tiene un tablao flamenco que ya es histórico y legendario, por el que han pasado José Mercé, Enrique Morente, Estrella Morente... Disfrutas de los mejores artistas mientras te metes entre pecho y espalda una cena deliciosa con platos de la tierra y, para mí, la mejor carta de vinos de España. ¿Se puede pedir más? Pues sí: también dan comidas. He cantado allí un par de veces. (Calle de la Morería, 17).

7. Flamenco Candela. Un local mítico de toda la vida. Tiene una cueva en la que se han hecho reuniones maravillosas: Paco de Lucía, Camarón... Es un templo del flamenco. Yo siempre digo que, si las paredes del Candela hablasen, contarían historias para caerse de espaldas. (Olmo, 2).

8. Café de Chinitas. Fue el primer tablao en el que yo trabajé en Madrid. Allí aprendí muchísimo, digamos que esta fue mi escuela a la hora de enfrentarme al público. (Torija, 7).

9. Casa Patas. La comida es increíble y también es uno de los tablaos más importantes de España. Los cantantes de fuera suelen pasar por allí. Lenny Kravitz es ya un habitual, y luego suele acabar en el Candela. (Cañizares, 10).

10. Café Berlín. Me encanta la forma en que programan sus conciertos. Allí he visto a conjuntos buenísimos de jazz, pero de también de muchos otros estilos: flamenco, bandas cubanas, a veces también rock... Es un templo de la música. (Costanilla de los Ángeles, 20).

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