Bosch amenaza a Colau con dejarla sola con el PSC

El líder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Alfred Bosch, tuvo este jueves la más beligerante de las reacciones de los grupos municipales ante el pacto de gobierno entre la alcaldesa Ada Colau y el PSC. Bosch, que se había ofrecido a Colau para gobernar sin los socialistas, reaccionó advirtiendo a la alcaldesa de que no tiene su apoyo asegurado e incluso invitó a los militantes de Barcelona en comú a votar en contra del preacuerdo que se presenta este viernes.

Con el acuerdo, Colau...

El líder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Alfred Bosch, tuvo este jueves la más beligerante de las reacciones de los grupos municipales ante el pacto de gobierno entre la alcaldesa Ada Colau y el PSC. Bosch, que se había ofrecido a Colau para gobernar sin los socialistas, reaccionó advirtiendo a la alcaldesa de que no tiene su apoyo asegurado e incluso invitó a los militantes de Barcelona en comú a votar en contra del preacuerdo que se presenta este viernes.

Con el acuerdo, Colau y los socialistas suman 15 regidores, todavía lejos de la mayoría del plenario del ayuntamiento, que está en 21. Pese al pacto, pues, la alcaldesa necesitará seguir buscando apoyo para sacar adelante las votaciones que le permitan aprobar sus proyectos. Hasta ahora, el ejecutivo se ha apoyado en los otros tres partidos de izquierdas: ERC, PSC y la CUP para aprobar cuestiones de la relevancia del cartapacio, las ordenanzas fiscales o las dos modificaciones presupuestarias.

En las filas de los republicanos hay malestar por el desenlace de las negociaciones y Bosch advirtió  este jueves a Barcelona en comú de las consecuencias del pacto con los cuatro regidores socialistas capitaneados por Jaume Collboni: “Supone que nos replanteemos la relación. La garantía de estabilidad desde fuera [Colau] no la tiene”. “Si has elegido al PSC, no nos pidas según qué”, añadió el republicano.

Bosch incluso instó a las bases de la alcaldesa a no apoyar el acuerdo en la consulta telemática que organizará el partido la próxima semana: “Aquí todavía hay una oportunidad para rectificar”. “Les pido que libremente voten a conciencia y estoy seguro de que a muchos su conciencia les dirá que esta apuesta no es la mejor”, manifestó. El republicano consideró que el pacto “no es una buena idea” y que “es contradictorio con lo que siempre nos han dicho”.

También explicó que su grupo municipal “no reaccionará en caliente” y que “el partido también tiene qué decir”. Por último, insistió en su ofrecimiento de gobernar con Colau con la CUP y sin el PSC.

La CUP, que hasta ahora ha apoyado a todas las grandes votaciones a las que se ha enfrentado Colau también se mostró crítica con el preacuerdo. La portavoz del grupo municipal de la formación, Maria Rovira, recordó lo que afirmaba hace un año la hoy alcaldesa: “El PSC es mafia y responsable directo del caso 4F”. “Han pasado de querer echar a la mafia, a hacerla entrar por la puerta de atrás”, añadió.

Desde el principal grupo de la oposición, CiU, su portavoz, Joaquim Forn, auguró “un futuro limitado” a un acuerdo de gobernabilidad que consideró “muy débil”. “No le veo mucho futuro”, dijo recordando “las dudas [ante el acuerdo] de las bases de Barcelona en comú”. “Han hecho de la necesidad virtud”, concluyó refiriéndose tanto al partido de Colau —que ganó pero gobierna en minoría— como al PSC —que con solo cuatro regidores entra en el gobierno.

La jefa del grupo municipal de Ciutadans en el Ayuntamiento, Carina Mejías, se mostró convencida de que con la incorporación del grupo socialista al gobierno de Colau “no habrá estabilidad”, aunque, afirmó, “quizá favorecerá consensos más amplios”.[/COLAU] Por parte del PP, su presidente en el Ayuntamiento, Alberto Fernández Díaz, vio “poltronitis” en el reparto de cargos del ejecutivo.