La CUP busca una salida de última hora para evitar la escisión

Los anticapitalistas tropiezan con sus propios estatutos para decidir sobre la investidura de Mas

Reunión del secretariado nacional de la CUP, este martes en Barcelona.albert garcia

De la misma manera que el empate no era un escenario que estuviera previsto en el reglamento de la asamblea del pasado domingo, la CUP está teniendo graves dificultades para hallar la fórmula que le permita decidir sobre el futuro de Artur Mas sin traicionar definitivamente su tradición asamblearia. Sin embargo, la prioridad máxima de los dirigentes de la CUP es evitar la escisión del partido, dividido ahora en dos mitades a favor y en contra de Mas.

El secretariado nacional de la CUP a...

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De la misma manera que el empate no era un escenario que estuviera previsto en el reglamento de la asamblea del pasado domingo, la CUP está teniendo graves dificultades para hallar la fórmula que le permita decidir sobre el futuro de Artur Mas sin traicionar definitivamente su tradición asamblearia. Sin embargo, la prioridad máxima de los dirigentes de la CUP es evitar la escisión del partido, dividido ahora en dos mitades a favor y en contra de Mas.

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El secretariado nacional de la CUP avisó ayer a los militantes de que las asambleas territoriales serán convocadas esta semana “con poco margen de tiempo” para que valoren “nuevos escenarios” en relación con la propuesta negociada con Junts pel Sí y la investidura del presidente de la Generalitat. Esto abre la puerta a que la pregunta que se someta a votación de la militancia no sea estrictamente un sí o un no a la investidura, sino que añada complejidad como ya la hubo en la fallida asamblea del domingo.

El secretariado de la formación, formado por 15 dirigentes elegidos por la militancia y ampliado a los 10 diputados que tendrán que votar sobre Mas en el Parlament, volvió a reunirse este martes por la tarde. El encuentro continuaba entrada la noche sin que hubiese trascendido ningún acuerdo.

La falta de un pacto entre los diferentes sectores sobre cómo abordar la reunión del próximo sábado y cómo contabilizar los votos de la militancia hacía peligrar anoche todo el proceso asambleario que se ha tenido que repetir tras el empate del pasado domingo. Para ayer estaban previstas en decenas de poblaciones de Cataluña asambleas locales para que los militantes se pronunciaran, pero al no haber acuerdo sobre qué había que preguntar exactamente a los militantes muchas de estas reuniones fueron aplazadas. El retraso que esto conlleva puede obligar, incluso, a retrasar la reunión del sábado. El plazo para elegir nuevo presidente y evitar otras elecciones en Cataluña expira el 10 de enero.

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