Una labor que se extiende hasta casa

La atención a domicilio puede garantizar el bienestar de los pacientes

Begoña López es enfermera gestora de casos en el centro de salud San Pablo de Sevilla.PACO PUENTES

Acompañar y apoyar al paciente y su familia para que puedan pasar los últimos días de vida en casa y garantizar las mejores condiciones posibles a las personas que por una necesidad de cuidados permanentes o temporales deben ser atendidas en su hogar son algunas de las funciones que la enfermera gestora de casos Begoña López realiza a diario desde el Centro de Salud San Pablo, en Sevilla. “Nuestro trabajo es garantizar que los pacientes que están graves...

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Acompañar y apoyar al paciente y su familia para que puedan pasar los últimos días de vida en casa y garantizar las mejores condiciones posibles a las personas que por una necesidad de cuidados permanentes o temporales deben ser atendidas en su hogar son algunas de las funciones que la enfermera gestora de casos Begoña López realiza a diario desde el Centro de Salud San Pablo, en Sevilla. “Nuestro trabajo es garantizar que los pacientes que están graves y que pasan la enfermedad en sus casas puedan recibir los cuidados adecuados y vigilar la aparición de posibles reagudizaciones de sus enfermedades, entre otras tareas”, resume.

Su agenda está completa hasta el último minuto. Hace una media de 15 visitas a domicilios cada semana. En su cartera de servicios atiende a pacientes que requieren cuidados paliativos, están solos en un ambiente social complejo o viven momentos muy críticos. Y pone un ejemplo. “Puede ser el caso una persona que tiene un accidente de tráfico y le quedan lesiones permanentes que le impiden caminar. Requerirá entender qué ha pasado, conocer qué ocurrirá luego, adaptarse a su nueva situación, saber qué apoyos existen en el sistema sanitario para ayudarle, cómo moverse por los distintos servicios asistenciales y prestaciones públicas. Tenemos que ayudarles a darle un sentido positivo a la situación para que continúen su proyecto vital”, explica López. Su equipo también prevé lo que puedan necesitar, como medir los pasillos de su casa para saber de qué tamaño debería ser la silla de ruedas.

López no para de repetir que en todos los procesos de cuidados el apoyo de la familia es fundamental. Por ello, se encarga además de facilitar las tarjetas de cuidadores, que son las personas, normalmente parientes, que atienden y asisten al paciente en la casa. Según apunta López, un 80% de ellos son mujeres. “Hay que tener en cuenta que muchas de las cuidadoras son personas muy mayores y eso les repercute. Es un impacto importante en su vida física, psicológica y social”, detalla López, que según apunta, desde 2005, los cuidadores pueden beneficiarse de una atención preferente a través de la tarjeta + Cuidados.

Esta suma de responsabilidades para los enfermeros comenzó a aplicarse en 2002, con el Plan de Apoyo a las Familias Andaluzas. “Antes todo esto apenas podía coordinarse, ahora podemos gestionar y optimizar los recursos, como por ejemplo, evitar que los enfermos vayan a urgencias cada vez que requieren atención o gestionar las altas y planificar la atención que va a necesitar esa persona en el domicilio”, apunta López. Según fuentes de Salud, ese plan —en el que también aparecieron los equipos móviles de rehabilitación, terapia ocupacional y fisioterapia— ha permitido mejorar la autonomía del paciente en domicilio y la situación de las cuidadoras. “Y además se han reducido los reingresos y nuevas hospitalizaciones”, añaden.

López concluye que una de las labores que más agradecen las cuidadoras es la atención al duelo después de fallecer la persona a la que asisten. “Expresan lo que han sentido, nos cuentan lo que más le ha servido de nuestro trabajo, eso es lo gratificante”, resalta la enfermera.

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