Zinebi restaura uno de los primeros ‘cortos’ en color sobre Bilbao

Realizado en 1961, muestra la cara industrial y portuaria de la capital vizcaína de la época

El Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao, Zinebi, ha restaurado y pasado a formato digital el cortometraje documental Más allá de Bilbao (1961), del cineasta Raúl Peña, uno de los primeros que se hizo en color con la capital vizcaína como protagonista.

El corto restaurado, localizado tras un intenso trabajo de investigación en la Filmoteca Catalana, será proyectado al público este viernes en la sesión de clausura del festival.

El documental, realizado por Peña cuando tenía tan solo 19 años, fue rodado en 35...

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El Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao, Zinebi, ha restaurado y pasado a formato digital el cortometraje documental Más allá de Bilbao (1961), del cineasta Raúl Peña, uno de los primeros que se hizo en color con la capital vizcaína como protagonista.

El corto restaurado, localizado tras un intenso trabajo de investigación en la Filmoteca Catalana, será proyectado al público este viernes en la sesión de clausura del festival.

El documental, realizado por Peña cuando tenía tan solo 19 años, fue rodado en 35 milímetros y en tres rollos de negativo de color de la marca Eatsmancolor, de Kodak, comprados a crédito de entre los que sobraban de los rodajes de las películas americanas de la época que se hacían en España, ha rememorado su director en la presentación del corto.

En el corto se puede apreciar el fuerte carácter industrial que tenía en 1961 la capital vizcaína y los márgenes de su ría, con numerosos planos de las humeantes y contaminantes chimeneas de sus fábricas, así como del proceso de transformación del hierro en los hornos de la ya desaparecida Altos Hornos de Vizcaya.

También se observa la frenética actividad de carga y descarga de los barcos que traían las materias primas y se llevaban los productos manufacturados, así como el uso recreativo que los niños y los trabajadores ya jubilados le daban a la Ría de Bilbao en sus ratos de ocio.

Peña ha resaltado la estética que refleja la película, "que no era muy común en aquel tiempo, en el que lo que dominaban eran los trabajos postaleros y convencionales de ensalzamiento del progreso de las ciudades españolas, subvencionados por el ayuntamiento de turno".

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Su lenguaje cinematográfico, plagado de innovaciones para la época con largas secuencias y congelación imprevista de planos, adquiere en algunos casos "tintes críticos, si cabe", como en el caso del prolongado primer plano de la cara de un trabajador metalúrgico vizcaíno iluminada por el resplandor de la colada de acero, con que se cierra el documental.

Raúl Peña ha explicado que eligió Bilbao y su ría como protagonista de su documental porque, aunque nació en Madrid, sus padres y sus abuelos eran naturales de la capital vizcaína, a la que venía todos los años a pasar el verano y donde trabajo como grumete y camarero del barco Chimbito, que surcaba las aguas de la ría. "Siento a Bilbao como si fuera mi ciudad", ha asegurado.

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