Un sonido de cine

El Zinemaldia acondiciona el auditorio del Kursaal para eliminar reverberaciones

Vista de los paneles colocados en el la sala principal del Kursaal para evitar reverberaciones. JAVIER HERNÁNDEZ

El Zinemaldia y el Kursaal han acondicionado para la 62 edición de la cita, que se celebrará entre el 19 y el 27 septiembre, la sala principal del auditorio para mejorar la calidad del sonido. El espacio lucirá 40 paneles de lana de roca y textil, además de varios telones colgados sobre el techo y el escenario, y 30 sacos con material absorbente para eliminar las reverberaciones. Una intervención con la que el espacio asegura ofrecer un estándar de calida...

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El Zinemaldia y el Kursaal han acondicionado para la 62 edición de la cita, que se celebrará entre el 19 y el 27 septiembre, la sala principal del auditorio para mejorar la calidad del sonido. El espacio lucirá 40 paneles de lana de roca y textil, además de varios telones colgados sobre el techo y el escenario, y 30 sacos con material absorbente para eliminar las reverberaciones. Una intervención con la que el espacio asegura ofrecer un estándar de calidad de sonido alto.

El director del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, José Luis Rebordinos, ha presentado esta mañana las mejoras hechas, que han contado con una inversión de 68.000 euros y que se retirarán una vez concluya el certamen.

El objetivo de la intervención, según ha explicado Ricardo Viñas, asesor de sonido del Kursaal, es adecuar la sala, pensada para conciertos, a la proyección de películas. Además, el escenario se enmarca ahora con telones negros, lo que permitirá también mejorar la visibilidad de las películas.

Rebordinos, a quien también han acompañado el gerente del Kursaal, Iker Goikoetxea, y el director técnico, Jokin Díaz, ha destacado que las mejoras técnicas y asegurar la máxima calidad son una de las obsesiones del certamen, y con la intervención hecha "se apreciarán mejor los detalles y se entenderán mejor los diálogos".

El acondicionamiento, en el que se comenzó a trabajar una vez finalizada la edición de 2013, como han destacado sus impulsores, además no rompe con la estética de la sala. "Una persona que no conozca la sala de antes puede que no se dé cuenta de que se han realizado estas modificaciones", ha defendido Rebordinos.

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