Ese Leguineche que todo lo ve

Sentido recuerdo de la Cadena Ser al 'jefe de la tribu' de los reporteros

Juan Cruz, Rosa María Calaf, Angels Barceló, Javier Reverte y Luisa Etxenike, de izquierda a derecha.

Al salir del teatro Campos Elíseos de Bilbao, donde se le ha rendido un sentido homenaje a Manu Leguineche, los periodistas han empequeñecido. Es el efecto natural propio, provocado por el deterioro de una profesión ahora golpeada por su reconocida endeblez que no soporta la fuerza arrolladora de quien como el reconocido jefe de la tribu de los reporteros se comprometió hace décadas a contar lo que veía pensando en el interés del ciudadano y se hizo respetado.

Leguineche, que nació para ser periodista sin saber de...

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Al salir del teatro Campos Elíseos de Bilbao, donde se le ha rendido un sentido homenaje a Manu Leguineche, los periodistas han empequeñecido. Es el efecto natural propio, provocado por el deterioro de una profesión ahora golpeada por su reconocida endeblez que no soporta la fuerza arrolladora de quien como el reconocido jefe de la tribu de los reporteros se comprometió hace décadas a contar lo que veía pensando en el interés del ciudadano y se hizo respetado.

Leguineche, que nació para ser periodista sin saber de qué iba el oficio, esculpió su legado acercándose con lo puesto a la insurrección, a las guerras cruentas o, en otro ejercicio de humildad y de vocación, al hecho noticiable que acababa que ocurrir en La Alcarria, donde pasó sus últimos años rodeado de amigos, libros y mus mientras lidiaba con una incómoda enfermedad.

Si era noticia, ahí estaba este hijo ilustre de Bizkaia desde 2008 que jamás hizo bandera política y que metabolizó como pudo el signo de una tierra a la que quería, pero que no le satisfacía por su devenir. En su recuerdo, la Cadena Ser y la Diputación vizcaína le han rendido un homenaje en clave de periodismo con la presencia de su amigo Javier Reverte junto a Rosa María Calaf, Luisa Etxenike y Juan Cruz, bajo el papel moderador de Angels Barceló, entregada a la causa de su admirado Leguineche.

Un día, la Diputación de Bizkaia cruzó en el camino a Radio Bilbao y a Manu Leguineche, al ser nombrados Ilustres de este territorio. Así lo han recordado la directora de contenidos de la Cadena Ser en Euskadi, Eva Domaika, y el diputado general de Bizkaia, Jose Luis Bilbao, que también tuvo la oportunidad de conocer a Leguineche en su casa de Briehuega (Guadalajara), hasta donde viajó para entregarle la makila y la medalla que le recordaban la distinción.

Barceló, Reverte, Cruz, Calaf y Etxenike rememoran a Leguineche en Bilbao

Ha sido el preámbulo para descorchar las esencias periodísticas y humanas de Manu Leguineche a quienes los periodistas de raza le consideran su santo y seña. Ante un público entregado a las disecciones que escuchaba y que hubieran seguido sin moverse otra hora y media más, Reverte acercó al Leguineche humano, empedernido lector de libros, pícaro, gran conversador, seguidor del Athletic y como buen vasco amante de la comida, el vino y el mus. Quedó para Juan Cruz y Etxenike el acento literario en los incontables libros de este autor que siempre se opuso al ordenador pero que había tejido un tupido acervo cultural. Y Calaf ha alabado el compañerismo de Leguineche, su comprensión con las nuevas generaciones y el espíritu desprendido que tantas veces se echa en falta en el periodismo.

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Con más periodistas veteranos que noveles en el teatro, Reverte ha recordado una frase lapidaria de Leguineche: "El periodismo ha muerto". En la mesa redonda se han apresurado a decir que posiblemente se refería a la desaparición de ese periodismo de raza que estilaba el reportero vizcaíno, capaz de haber escrito en todas las grandes cabeceras españolas, ávidas de una firma que significaba credibilidad, pasión, oficio.

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